Recomiendo:
0

La victoria de USA en Siria supone el control energético y la subyugación de Europa por décadas

Fuentes: tarcoteca.blogspot.com

¿Sigue habiendo alguien que piensa que EEUU perdió la guerra en Siria? ¿Que ganaron Rusia e Irán a EEUU en su propio terreno? ¿Que EEUU no consiguió sus objetivos? Solo hay que revisar un poco los objetivos, estrategias y resultados para darse cuenta de lo sucedido.

Objetivo Europa

La geopolítica mundial se basa en la interacción de intereses nacionales, acceso a recursos, la acumulación de riquezas y el control de las rutas comerciales. Si bien los bienes pueden obtenerse de formas variadas o sustituirse, la energía se debe producir constantemente, es irremplazable, y la base de la producción, distribución y control de bienes; la base de nuestra sociedad. Dentro de la energía los hidrocarburos por sus características son los productos energéticos fundamentales con diferencia. Y es algo de lo que carece Europa. Por eso quien controle el suministro de hidrocarburos controla Europa.

Europa es por muchas razones el verdadero objetivo de batalla donde se dirime ahora el equilibrio mundial. Es un gran mercado de producción, pero mayor consumo de energía que no tiene, por lo tanto es altamente dependiente y altamente controlable. Un bollito para quien controla hidrocarburos. Los movimientos militares, como el asalto sobre Venezuela, las Guerras de Libia y Siria, el acoso a Rusia e Irán, el golpe de estado en Ucrania, un conjunto de guerras que deben ser libradas para acumular recursos y separar al máximo posible a China de Alemania, los dos grandes productores industriales mundiales y a Alemania de Rusia e Irán, dos de los mayores productores de hidrocarburos mundiales.

La geopolítica del gas europeo
Hasta hace 20 años el sistema de suministro de gas ruso a Europa era muy sencillo.
1- Ucrania era el lugar de paso, donde el gaseoducto Soyuz ruso desembocaba en el Transgas europeo. El gas de Bielorrusia Yamal se bifurcaba en dos, el Nord que pasaba por Polonia hacia Alemania y el South desembocaba de nuevo en Ucrania. Esto transformaba a Ucrania en el país clave de la zona.

2- El resto del gas llegaba al sur de Europa vía Argelia, bajo control franco-americano.

Eran buenos tiempos. Y más sencillos. Alemania era una miserable colonia americana, igual que Polonia y Ucrania. Con la caída del muro de Berlín y la disolución de la URSS, Ucrania se convertía en pieza clave del dominio americano sobre Europa. Argelia era una satrapía francesa y USA solo tenía que frenar a Rusia en Bielorrusia, ya que el resto de fronteras eran segura. Ah, que tiempos…
Pero llegó la tecnología. Con el desarrollo de la tecnología la oferta se diversificó y se propuso la creación de otras 3 vías de suministro a Europa.
– El Nord Stream 2 que Iría de Bielorrusia a Alemania pasando por el mar Báltico y saltándose a Polonia y Ucrania. Este beneficiaria a Rusia y perjudicaría enormemente a Ucrania y Polonia.
– El Nabbuco con gas Iraní que pasaba por Turquía y Grecia, ambos de la OTAN. Que iría en beneficio de Turquía e Irán y en perjuicio de Ucrania.
– Y el Qatar-Turquía, que pasaría por Siria, con gas de Arabia evitando el golfo y semanas de transporte. El cuál beneficiaría a Irak, Siria y Turquía.
En cualquier caso Estados Unidos sería perjudicado.

Tres vías gasísticas que cambiarían Europa. Políticamente, al hacerla menos dependiente energéticamente del suministro ucraniano podría priorizar otros intereses que no fuera preocuparse por su asfixia energética. Económicamente la diversidad de oferta bajaría los costes mundiales, lo cual perjudicaría a USA y sus técnicas de fracking. Socialmente aumentarían los lazos europeos con su entorno, lo cual disminuiría las tensiones, afectando tanto a flujos migratorios como a la orientación de los negocios o al desarrollo armamentístico y al equilibrio de alianzas. Todo en detrimento de los intereses americanos. Tres sucesos inaceptables.

O dicho de otra manera, si EEUU no hubiese intervenido en Siria para frenar el Qatar-Turquía, Turquía sería el nuevo grifo de Europa, por lo que obtendría un gran poder en la zona. Y es probable que Arabia Saudita e Irak reorientasen sus rutas de exportación hacia este gaseoducto, saliéndose de la órbita americana. Si EEUU no hubiese roto con Turquía para frenar el gaseoducto Nabucco, Turquía tendría de nuevo la llave del grifo de Europa, aumentaría la exportación rusa e Irán orientaría sus ventas hacia Europa, proporcioándole ingentes emolumentos. En cualquier modo Ucrania habría perdido importancia para EEUU como punto estratégico. Y EEUU habría perdido las rutas del golfo pérsico y se arruinarían numerosas flotas de petroleros. Otro gran perjudicado sería Egipto, al perder tránsito a través del canal de Suez.
Soluciones imaginativas del Pentágono
El Pentágono se da perfecta cuenta de dos cosas. Primero, que quien suministra manda, por eso mantener el control del suministro de gas a Europa es vital, más si tenemos en cuenta que si no es EEUU serán Rusia, Arabia o Irán quien lo suministre. Segundo, que es cuestión de tiempo que los sistemas de transporte se desarrollen. Por lo tanto, el Pentágono ha propuesto arreglos temporales y una solución definitiva.

Solución Definitiva: hacerse con el control de los países productores. Un clásico. No hay mucho que decir, desde que se inventó el motor de combustión, el petróleo y sus derivados suponen más de un 70% de la energía mundial consumida y el 95% de la energía consumida en transporte. Quien controla el petróleo controla más que el comercio y la economía, también la alimentación, la industria y muchos servicios.

EEUU es el mayor productor mundial de petróleo gracias al fracking y controla directa o indirectamente el 60-70% del petróleo mundial. Podríamos decir que va por el buen camino.
Temporal: bloquear y disminuir el suministro de sus competidores. Destruye proyectos e infrastructuras, invade países, crear naciones tapón, sanciona el comercio de productos.
– Presión a los productores: Sanciones a Irán y Rusia. Guerra en Siria y Libia. Altercados en Egipto, Túnez y Argelia.
– Presión sobre los transportistas: Sanciones a Bielorrusia. Intervención en Ucrania. Creación del Interrem Europeo sobre la política de los Tres Mares. … todo lo que nos podamos imaginar.
Resultado: Una Europa dependiente
El Nord Stream 2 sigue adelante a pesar de llevar un atraso de más de 15 años.

Actualmente EEUU está invirtiendo cantidades ingentes de dinero tanto en Ucrania con el golpe de estado de 2014 como en Polonia. Es decir, por alguna extraña razón parece ser que no cree mucho en que este proyecto se pueda realizar.

El gasoducto Nabucco, originalmente americano, fue paralizado desde su inicio, boicoteado primero por los rusos. Finalmente por los propios americanos cuando a partir de 2013 se inicia el acercamiento de Turquía a Irán y Rusia.

Si Turquía hubiese acabado el Gasoducto Nabucco se hubiese convertido en el país clave de la zona, como así lo son Ucrania y en menor medida Polonia. Aún así sigue siendo un actor fundamental, al canalizar los hidrocarburos del Caucaso, lo que les ha permitido aumentar su poder y deshacerse de la agenda occidental impuesta. Ahora juega sus propias cartas pivotando entre Rusia y Alemania, por eso controlar Turquía es ahora objetivo fundamental de los americanos.

El gasoducto Qatar-Turquía ha provocado la Guerra de Siria en 2012, ha conducido a su destrucción, y finalmente EEUU ha logrado detener el proyecto por completo. Tanto es así que después de acabada oficialmente la guerra los distintos organismos y empresas internacionales no han iniciado su reconstrucción.

Saca el petróleo sirio vía Israel y el kurdo vía Irak a precio de saldo. Por lo que EEUU sigue manteniendo el poder, Arabia Saudí su estatus y todo el mundo tiene que atravesar el Golfo Pérsico y Mar Rojo usando los cauces de siempre.

Reabastecer Europa

Pero aquí no acaba la cosa. USA plantea un acuerdo de suministro de Gas 3 veces más caro que el actual y posiblemente 5 veces más que si se ejecutasen dichos proyectos.
Quien siga pensando que USA ha perdido la guerra de Siria está realmente equivocada, ya que la intención nunca fue conquistarla, sino explotarla bajo una política extractivista ya vista en Afganistán bajo la doctrina Rumsfeld-Cebrowski del caos creativo, consiguiendo todos sus objetivos:
– Rumsfeld: externalización de la guerra.
Aplicación práctica de las políticas neoliberales en el ámbito militar. El externalizar la guerra reduce costes y disminuye riesgos, esto es, bajas de otro modo políticamente inadmisibles, de soldados y material bélico.

Para ello hay que usar empresas militares, que son los ejércitos mercenarios de toda la vida. Haciendo una analogía con el mundo empresarial USA contrata a jefes militares que son los directores de empresas militares, a los que les da un presupuesto, se impone con condiciones. Este contrata a sus soldados, su equipo militar y espera a que se le ofrezcan misiones. Estos grupos no deben lealtad a ningún estado, ideología, territorio ni patria. Cumplen misiones. Los soldados tampoco deben lealtad a ejército alguno, ya que son contratados y subcontratados como en cualquier empresa. Se calcula que los más de 200 grupos armados que participaban en Siria organizaban en sus distintas facciones a más 150.000 soldados, la mayoría de ellos extranjeros. Intentar etiquetar las facciones, soldados y maniobras con tendencias ideológicas es prácticamente imposible más allá de las fuerzas regulares.

De este modo es posible ver, como se ha visto, a un mismo grupo ostentando varias banderas; a soldados miembros de varios grupos; terroristas al asalto mañana en operaciones de rescate como los cascos blancos; milicianos mezclados con clérigos y regulares; a las milicias armadas por estados unidos siendo bombardeadas por los propios americanos y extraídas de la zona de combate a hospitales de retaguardia, a fascistas colaborando con yihadistas; o tal vez lo más sangrante, milicias revolucionarias apoyadas por el imperio… todo tipo de situaciones distópicas y anómalas que atentan contra la lógica más fundamental. Obviamente, con la cantidad de «empresas» implicadas es inevitable que cambien su parecer y lleven a cavo su propia agenda, lo cuál aumenta aún más la confusión sobre el conflicto. Añadamos después una capa de desinformación de los medios masivos y psy-ops del Pentágono y qué tenemos: un auténtico y verdadero caos.
Cebrowski: controlar a través del caos.

La idea tradicional de guerra supone que un país invade a otro, le impone su gobierno, sus costumbres, sus instituciones, lo hace tributario y consigue las materias primas más baratas. Este es el principio del colonialismo y el imperialismo. Este es el pasado.

Bajo la nueva perspectiva lo importante de un país no es el territorio, ni sus gentes, sino sus recursos y su riqueza. Estos son más explotados produciendo mayor beneficio cuanto menores son los costes de producción. Para abaratar estos costes se reducen al mínimo el salarios de producción y reproducción, los servicios y las calidades, y se evita la intervención de reguladores y mediadores. Es decir, es imprescindible evitar la organización. Por lo tanto, para mantener bajos los precios de producción en una zona, hay que destruir sus infrastructuras, instituciones, gobierno, las relaciones sociales, familiares y personales, mantener al mínimo los estándares de vida y crear una dependencia de los suministros, como en las zonas de catástrofe, de modo que la única opción viable sea la que se le ofrece. Este es el principio del extractivismo.

Un efecto secundario de la doctrina Cebrowski es que el poder pasa a manos de estos «empresarios armados» que ofrecen servicios al Departamento de Defensa, como en Libia o Afganistán; o a paramilitares de las selvas sudamericanas. Los líderes militares a sueldo del Pentágono se convierten en las nuevas élites territoriales locales. Es decir, el modelo elimina a las élites tradicionales, incluidos banqueros, militares y políticos, atomizando los territorios y reconfigurándolos desde cero, como tábula rasa. El gobierno sirio logró evitarlo aliándose temporalmente con Rusia e Irán, y a pesar de todo no consigue reconstruir el país ni retomar el control de la producción de crudo, quedándose sin recursos.

USA consigue en Siria todos sus objetivos y más

Usa evita el suministro de sus competidores a Europa, manteniendo alto los precios de gas mundiales, y asegurando su dominio por décadas.

Europa le compra el Gas Natural Licuado de Fracking a precio de oro a EEUU. Al ser la compradora de última estancia es quien verdaderamente está pagando los gastos generados por la debastación del fracking.
EEUU se beneficia del pirateo de petróleo a bajo costo proveniente de las zonas de conflictos extraídos por Kurdistán hacia los puertos de Irak e Israel, y compensando así las pérdidas del fracking. Mencionar que es un dinero que jamás verá la población americana, ya que el cauce habitual son los mercados de inversión de lavado de dinero y circuitos financieros.

EEUU mantiene rutas e infrastructuras marítimas en el Medio Oriente que de otro modo deberían ser desmanteladas al inaugurarse los gasoductos. Se asegura su poder naval.

EEUU estrecha lazos con Arabia Saudita, Israel, Ucrania, Polonia y todo el Interem de Europa del este.

Aumenta las tensiones militares entre Este y Oeste, y con estas el militarismo y las ventas de armas.
Evita la integración de Alemania, y con ella de Europa, en el proyecto One Belt One Road chino. Mantiene las rutas marítimas gasísticas, y gracias a su control sobre los mares, el control sobre el comercio mundial.
Invierte en infraestructuras en Polonia intentando deslocalizar empresas alemanas atraídas por los bajos salarios.
Por estos y muchos otros motivos se puede considerar que Estados Unidos verdadero vencedor de la guerra de Siria y a Europa la mayor organización de peleles lamebotas de toda la historia.
Baja esta perspectiva a Europa solo le queda una esperanza, que de uno u otro modo China bata a USA de modo que se desplome lo suficiente como para que se puedan realizar estos tres proyectos antes de que por sí misma empiece a hacer aguas. A pesar de todo, el gasto en infrastructuras ya estará hecho y se habrán desperdiciado miles de millones de dólares en infrastructuras inútiles. Cosas del capitalismo salvaje.