En el prólogo de las conversaciones entre los dirigentes Mahmud Abbas y Benjamín Netanyahu, ha habido sucesos violentos. Entre ellos y destacable el asesinato de cuatro colonos que han expulsado a palestinos de sus hogares y que ya son nuevos refugiados, por parte de algún grupo palestino. Este hecho ha sido puesto por los medios de […]
En el prólogo de las conversaciones entre los dirigentes Mahmud Abbas y Benjamín Netanyahu, ha habido sucesos violentos. Entre ellos y destacable el asesinato de cuatro colonos que han expulsado a palestinos de sus hogares y que ya son nuevos refugiados, por parte de algún grupo palestino. Este hecho ha sido puesto por los medios de comunicación como ‘el’ acontecimiento que pone en peligro las conversaciones de esos responsables políticos.
Pero ha habido otros sucesos violentos también en ese prólogo, durante y después que, entre otras cosas, fueron causa de que no hubiera conversaciones ‘directas’ y que formaban parte de los compromisos de las partes (?), la comunidad internacional, del Cuarteto, de Annapolis, de Obama, que no debieran haber sucedido o que no se debían de repetir para lograr un proceso de paz y que estas y otras conversaciones tuvieran éxito. Como la ampliación de la ocupación israelí, derribos de viviendas palestinas, expropiaciones y expulsiones de palestinos de sus hogares, prolongación del Muro en Cisjordania y la judeización de Jerusalén y las leyes racistas israelíes. Dejamos lo del bloqueo de Gaza, asesinatos sin cuento por parte israelí para no reiterar una petición de una mínima memoria.
Entonces, esa violencia antes, durante y después de los cuatro asesinatos de colonos con o sin pasaporte israelí debe ser puesta en el mismo plano, por lo menos. Entre otras razones, porque explicará a los lectores que no existe proceso de paz y la teatralidad de las conversaciones obedece a razones diferentes a la busqueda de una paz justa en Palestina.