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Las bambalinas de una tempestad de sangre

Fuentes: An Arab Woman Blues

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández



 

 

«Detalles»

 

Cuadro de la difunta pintora iraquí Layla Al Attar,

 

asesinada por las bombas estadounidenses

Un tsunami genocida, un tsunami sionista, judío, de violencia, arrogancia, mentiras, engaños, hipocresía, racismo, apartheid, opresión, represión, bestialidad, tiranía, terrorismo, sociopatía, psicopatía, maldad, depravación moral, espanto, salvajada, barbarismo, atraso, inhumanidad y todo lo que puedan agregar Vds. mismos… añádanlo a la lista.

Nada, ninguna palabra puede describir la inmensa y profunda deformidad del estado judío de Israel. Nada en absoluto…

En Israel, la pasada semana [*], el 91% de los «elegidos» estaban a favor de la carnicería en Gaza, hoy la ratio se ha elevado hasta el 95%. Eso deja sólo un 5% de judíos en Israel en contra de este holocausto. ¡Demasiado para la conciencia judía!

Estamos en el vigésimo segundo día de las masacres de Gaza. Pilas de cadáveres, montones de heridos, pilas de carne, pilas y pilas… ¿Una nueva visita a Auschwitz? No, peor que Auschwitz, mucho peor, obsequio de la denominada «única democracia» en Oriente Medio.

Los estadounidenses han convertido Iraq en otra democracia similar, a menos que lo hayan olvidado ya.

Pero esta noche no deseo hablar de la carnicería de Gaza. Estoy segura que muchos de Vds. han leído extensamente sobre el drama y lo han contemplado en sus pantallas de TV, o una esperaría que lo hubieran hecho. No estoy segura de que los medios/prensa occidentales estén ofreciéndoles un cuadro completo. Desde luego, no quieren alterar las sensibilidades de sus televidentes occidentales, porque, ¡oh, Dios mío, son Vds. una gente tan sensible…!

Por mi parte, me las arreglé como pude para ver los medios occidentales, la BBC, la CNN y Al Yasira en inglés, nada en comparación con los medios en lengua árabe. Tan sometidos y tan «objetivos». Mi estómago no podría soportarlo.

Y ya que estoy tocando el tema de los medios, tendré que pedir a Al Yasira en inglés que deje de alquilar a esos presentadores ingleses y estadounidenses reciclados de la CNN y la BBC. Si queremos contemplar ese tipo de estupideces, sabemos como sintonizar sus canales, muchas gracias.

Pero, no obstante, ese no es realmente el tema que quiero tratar esta noche.

Mi tema es la mascarada, el circo, el carnaval al que se denomina mundo árabe.

Empezaré con la supuesta iniciativa qatarí. Me siento actualmente muy contrariada. El papel de Qatar está lejos de ser el de un mediador benigno y altruista como proclama ser. Y, por razones obvias, Al Yasira en árabe va demasiado a remolque de la línea qatarí.

Qatar quiere presentarse a sí mismo como un país árabe nacionalista que está a favor de la resistencia palestina, un papel similar al que jugó tras la agresión israelí contra el Líbano en 2006. De ahí que esté intentando demostrar a los árabes que Egipto, Arabia Saudí y la Autoridad Palestina (AP) de Mahmoud Abbas son, en el mejor de los casos, anti-palestinos y los peores colaboradores oficiales de la entidad sionista en las masacres de Gaza.

Abordaré otros papeles árabes, como los de Siria, Líbano, Egipto, Arabia Saudí, Jordania, Iraq y la Resistencia palestina, representada tanto por la AP como por Hamas.

Pero vayamos paso a paso y país a país…

Tzipi Livni estuvo en Qatar no hace mucho. En realidad, Qatar e Israel han mantenido, como mínimo, relaciones cordiales. En Qatar se abrió una oficina israelí que se mantuvo abierta durante la guerra israelí contra el Líbano de 2006. Ahora, Qatar ha instado a Egipto y Jordania a romper sus lazos diplomáticos con Israel, mientras «congelaba» cualquier actividad bilateral entre Israel y él mismo.

Lo mismo manifestó Mauritania, que «congelará» relaciones diplomáticas hasta que se llegue a un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas a través de la mediación turca y egipcia. Y todos los indicadores señalan que el alto el fuego va a alcanzarse muy pronto.

Siria urgió también a Egipto y a Jordania a romper sus relaciones diplomáticas con Israel, olvidando convenientemente todas las negociaciones diplomáticas secretas que ha estado celebrando con Israel en Estambul e ignorando su insistencia en una participación estadounidense en cualquier futura negociación de paz con la entidad sionista.

En cuanto al Líbano, además de los fieros discursos de Hassan Nasrallah, que realmente se quedaron en nada, cero acción sobre el terreno, Líbano está claramente dentro del campo qatarí/iraní por razones obvias.

Iraq, bajo la ocupación estadounidense, y gobernada por ambos títeres -los sionistas kurdos, como M. Barazani, que declaró en 2006 que daría la bienvenida a la idea de abrir una embajada israelí en Hewar, «Kurdistán», y los chiíes sectarios de Irán-, está también claramente situado en el campo qatarí/iraní. Y ya que he tocado el tema de los chiíes sectarios, necesito recordarles a todos lo que las milicias sectarias chiíes del ejército del Mahdi, de las Brigadas Badr y del Dawa le hicieron a los palestinos en Iraq -un genocidio a escala menor- reduciendo la población palestina de Iraq de 35.000 seres a menos de 7.000.

También presente en el carnaval qatarí, y sentados en primera fila, estaban el Presidente de Senegal, algunos representantes de las Islas Comoro y, desde luego, Ahmadineyad.

Entre nosotros, qué es lo que había ido a hacer el Presidente de Senegal a una cumbre árabe sobre Gaza es algo que todavía se me sigue escapando.

Ahora, vayamos a Irán. Hace veinte días, el ayatollah Jamenei emitió una fatwa prohibiendo que cualquier iraní fuera a luchar en Gaza. Esa es la pura realidad. Hace tres días, Ahmadineyad, por un lado, criticó duramente el papel saudí/egipcio por ineficaz, anti-palestino, anti-resistencia y, al mismo tiempo, dijo en una conferencia de prensa en respuesta a una pregunta efectuada por un periodista de Al Hayat, que «no veía necesidad de intervención militar/armada alguna de ningún país en ayuda de la Resistencia palestina (Hamas) porque esta era muy capaz de dirigir en solitario su propia lucha«. Algo de lo que Nasrallah se hizo fielmente eco y algo que Jaled Misha’al de Hamas repitió hoy durante su discurso en la cumbre qatarí.

(Un breve paréntesis sobre algo a tener in mente: necesito también recordar al lector que fue la administración Bush, al menos según la versión oficial, la que urgió a Israel a no mostrar beligerancia alguna contra Irán. ¿A qué no saben por qué? Una revisión rápida de quién gobierna actualmente en Iraq les agudizará sin duda la «perspicacia»).

Sé que este escrito puede parecerles largo ya, pero aguanten conmigo, porque las cosas no siempre son lo que parecen…

Por otra parte, Egipto está atascado. Y lo mismo ocurre con Jordania.

Ambos países tienen tratados de paz con Israel. Hablando estratégicamente, anular esos tratados de paz significaría declara el estado de guerra.

Y lo que estoy diciéndoles es que, según están las cosas, ningún país árabe, ni ningún país del Oriente Medio, incluidos Turquía e Irán, están deseando emprender una guerra contra Israel. Asuman eso como una realidad. Por muy desagradable y decepcionante que esta fría realidad pueda resultar para algunos.

Por otra parte, Arabia Saudí está batallando con varias cuestiones en diferentes frentes pero todos relacionados entre sí. El primero, su papel cada vez más limitado y el ascenso de Irán (y Qatar) como potencias «alternativas» regionales (y sub-regionales). El segundo, la hostilidad iraní y el temor al sectarismo en su propio territorio con una considerable población chií en su región oriental. Tercero, su vulnerable posición como supuesto «fabricante de terroristas» tras el 11-S, de ahí su necesidad de permanecer vigilante contra cualquier paso político en falso… Cuarto, su propia política interna, donde la familia gobernante acapara todo el poder por todos los medios posibles… y como esto no va a convertirse en un tratado sobre Arabia Saudí, me paro aquí.

Soy consciente de no haber tocado los papeles yemení, emiratí, libio, marroquí, tunecino y argelino, no veo que sean actores importantes en este particular episodio del circo, carnaval, ruptura y total caos político árabe en que actualmente nos encontramos.

La cuestión a plantear, sin embargo, es la siguiente: ¿Qué espera conseguir Israel mediante su flagrante genocidio contra Gaza?

Y este es mi análisis: Israel, en virtud de su ideología sionista, no quiere renunciar a un centímetro del Gran Israel. Israel no quiere un movimiento de resistencia palestina unificado y un estado palestino unificado. Israel no quiere negociación de paz alguna con los palestinos. Israel quiere paralizar cualquier movimiento/resistencia palestino, ya sea político o de lucha armada/militar.

Y eso es exactamente lo que ha conseguido políticamente Israel con las masacres en Gaza.

Israel no va a acabar con Hamas. Espera reducirlo a un tamaño manejable, y como dijo un comentarista político: «Sólo quiere sacarle los dientes», dejarle desdentado, por decirlo de alguna manera.

Israel mantendrá a Hamas porque Israel necesita la división total del movimiento/resistencia palestina.

La estrategia de Israel a largo plazo no es crear dos estados -uno para los israelíes y otros para los palestinos- sino crear cantones. El cantón de Ramala y el cantón de Gaza, y como pueda, más cantones aún…

Si lo desean, podrían llamarlo la balcanización de la idea del estado de Palestina. ¿Les suena conocido, verdad? Justo, como la balcanización del estado de Iraq.

Además, Israel quiere liquidar la idea de que primero y ante todo la causa palestina es una causa árabe. Y el actual impasse ideológico en la Resistencia palestina (tanto en la AP como en Hamas) está consiguiendo justo eso: diluir la idea de que la causa palestina es ante todo una causa árabe. Mientras que a Irán, supuestamente partidario de Hamas, le gusta repetir lo contrario.

Y estoy de acuerdo con Azmi Bishara, palestino, a quien le gusta llamarse pensador árabe, cuando decía: «Si yo no fuera palestino, en el sentido de localización geográfica, el sionismo encontraría otro país árabe que ocupar… por eso lo que le sucedió a Palestina, la Nakba, le hubiera sucedido y le sucederá al resto de los países árabes…»

A grosso modo, esa es la política israelí con respecto a cualquier país/movimiento anti-sionista. ¿Y quién queda como movimiento/entidad anti-sionista en el mundo árabe después de la caída de Bagdad/Iraq más que los mismos palestinos?

Echemos ahora una mirada al mismo liderazgo palestino, representado por la Autoridad Palestina y Hamas.

Ambos están de acuerdo en:

  • Un alto el fuego inmediato.

  • La completa retirada del ejército israelí.

  • El levantamiento inmediato del bloqueo y asedio contra Gaza.

  • Que Israel pague indemnizaciones por el caos y destrucción causados

El único punto de desacuerdo es el siguiente: ¿Quién controlará las fronteras de Gaza?

La insistencia de Hamas en controlar las fronteras de Gaza significa en efecto la declaración de Hamas de que Gaza es un estado autónomo separado del resto de Cisjordania y bajo el control sólo de Hamas.

¿Qué pasará entonces con la unidad política palestina? ¿Qué sucederá con la reconciliación política entre las diferentes facciones políticas palestinas? ¿Qué sucederá con el movimiento, resistencia y causa palestina globales?

Lo que el viento se llevó…. Y ese es exactamente el objetivo de Israel.

Irán está animando a Hamas en esa dirección, como ha quedado claro en el discurso de Jalid Misha’al de hoy. Irán quiere también la «balcanización» del movimiento palestino: la escisión. Lo mismo que ha conseguido en Iraq. Una carta apalancada que va a jugar a favor de sus propios objetivos de convertirse en una potencia regional importante, sobrepasando a Arabia Saudí y a Egipto en su influencia tanto en la calle árabe como a nivel internacional. Esto es totalmente obvio para mí, y todavía no entiendo por qué nadie puede verlo así de claro.

En ese sentido, Israel e Irán comparten una visión común en lo que se refiere a la causa/movimiento palestino y una visión común también en cuanto se refiere al resto del mundo árabe: su escisión y consiguientemente, su parálisis, como ha quedado totalmente patente en los pasados veintidós días.

Y volveré a reiterar, por enésima vez, que si no hubiera sido por la caída de Bagdad/Iraq, el genocidio de un millón de iraquíes y el exilio de cinco millones más… Si no hubiera sido por la destrucción/aniquilación total del estado iraquí y sus dirigentes a manos sionistas, iraníes y estadounidenses, no verían a Ahmadineyad sentado en la primera fila en Qatar, y no estarían presenciando la profundización de la escisión del mundo árabe y la «balcanización» tanto de Iraq como de la idea del estado palestino. Y mucho más que está por llegar… a menos que…

Lo consiguieron en Iraq, la columna vertebral del mundo árabe. Sentaron precedente en Iraq, y los árabes lo contemplaron, y todo está volviendo a suceder en Gaza (un símbolo para TODOS en Palestina) y los árabes siguen contemplando… mientras una tempestad de sangre ha inundado ya otra calle árabe.

Reconozco la derrota y me doy por vencida respecto a los árabes y el mundo árabe.

N. de la T.:

[*] El presente artículo apareció publicado el 17 de enero.

Enlace con texto original:

http://arabwomanblues.blogspot.com/2009/01/behind-storm-of-blood.html