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Trabajadoras y trabajadores de las sub-contratas de Telefónica Movistar en huelga indefinida desde el 28 de marzo

Las consecuencias de los ERE en empresas públicas privatizadas

Fuentes: Rebelión

Las trabajadoras y trabajadores, técnicos de las contratas, subcontratas y autónomos que trabajan para Telefónica Movistar en la Comunidad de Madrid comenzaron una huelga indefinida el pasado 28 de marzo. Solo en Madrid, ya son 10.000 las averías que no se han resuelto entre los usuarios de la multinacional. Desde el martes 7 de abril, […]

Las trabajadoras y trabajadores, técnicos de las contratas, subcontratas y autónomos que trabajan para Telefónica Movistar en la Comunidad de Madrid comenzaron una huelga indefinida el pasado 28 de marzo. Solo en Madrid, ya son 10.000 las averías que no se han resuelto entre los usuarios de la multinacional. Desde el martes 7 de abril, la huelga se ha extendido al resto del estado con un gran seguimiento por parte de trabajadoras y trabajadores.

Con esta medida pretenden que se retire el nuevo contrato de Telefónica con sus contratas, el llamado Nuevo Contrato de Bucle, que les rebajaría sustancialmente el baremo aplicado a los trabajos realizados, obligándoles, incluso, a realizar algunos trabajos de manera gratuita.

En Asamblea celebrada el pasado 17 de marzo se acordó, además, realizar una concentración el martes 24 de marzo a las 18:00 horas frente al edificio de Telefónica de Gran Vía. Una concentración que, en realidad, se trató de una manifestación ya que trabajadores y trabajadoras se dieron cita en Plaza de España y se dirigieron caminando hasta las puertas del edificio de Movistar en Gran Vía. Otra movilización tuvo lugar este pasado martes, 7 de abril, con una manifestación entre Plaza de España y Puerta del Sol en la capital del estado.

Estas trabajadoras y trabajadores viene denunciando desde hace años sus condiciones laborales en la empresa más importante del IBEX35, con un beneficio empresarial de 3.000 millones de euros, mientras ellas y ellos han sido relegados a situaciones propias de hace 40 años:

-Jornadas de trabajo de 12 y 14 horas, incluidos sábados y festivos, pero con contratos de 2 y 4 horas;

-Salarios de miseria, que en la mayoría de los casos no llega a los 30 euros diarios, que les obliga a realizar esas jornadas para poder subsistir, mientras el presidente de la compañía, César Alierta, cobró en 2013 mas de 19.000 euros diarios.

-Ausencia total de una política de prevención de riesgos laborales que pone en riesgo su integridad física;

-Inexistencia de herramientas o indumentaria proporcionadas por la empresa que precariza la realización de su trabajo.

Desde el sindicalismo de clase presente en la empresa se viene denunciando desde hace años que los continuos Expedientes de Regulación de Empleo firmados entre la dirección de la empresa y los sindicatos con mayoría en el Comité Intercentros (CCOO, UGT y STC/UTS), que han diezmado la plantilla de 75.000 trabajadores/as a 25.000 en los últimos 20 años, lo único que pretendían era precarizar el trabajo y reducir sensiblemente las condiciones laborales y económicas. Y es ahora cuando, quienes sufren estas políticas destructoras de empleo, estallan al no poder soportar unas condiciones esclavistas, a escasos días de unas elecciones sindicales donde todas estas organizaciones ponen el acento en la necesidad de garantizar el empleo en la multinacional.

Todos recordamos la privatización de Telefónica que propició el enriquecimiento de Juan Villalonga, que fuera compañero de clase de José María Aznar, con las célebres «Stock Options» (opciones sobre acciones) y por las cuales cien directivos de Telefónica, entre ellos el amigo de Aznar, obtendrían 81.755 millones de las antiguas pesetas. La privatización de Telefónica no fue solamente fructífera para esos cien directivos; posteriormente lo fue para el exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, que pasó al dejar el Ministerio a formar parte de los asesores de la compañía; y ahora, a pesar de estar en quinta posición en la lista negra de peores directivos del mundo, según «Bloomberg Business Week», lo ha sido también para el exministro del Economía, Rodrigo Rato, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional y expresidente de Bankia por lo cual está imputado. Telefónica se privatizó cuando Rato era ministro y después fue «fichado» como consejero asesor para Europa y Latinoamérica.

La multinacional también ha sido cobijo y ejemplo de puertas giratorias entre el sector público y privado de varios personajes como:

Alfredo Timmerman. Ex Subdirector de Gabinete de Aznar y Ex Secretario de Estado de Comunicación. Fichado en 2005 como Director de la Oficina de Representación de Telefónica en Estados Unidos.

Arturo Moreno Garcerán. Ex Vicesecretario General del PP, puesto del que tuvo que dimitir por sus implicaciones en el Caso Naseiro. Fichado tras su expulsión como D.G Adjunto de Relaciones Institucionales de la Compañía Telefónica.

Iván Rosa Vallejo. Abogado del Estado y esposo de la Vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Nombrado en marzo 2012 como asesor jurídico de Telefónica.

Andrea Fabra Fernández. Diputada por Castellón con residencia en Madrid. Desde el 2001 hasta su designación como senadora territorial ha sido Gerente de Relaciones Internacionales de Telefónica.

José Manuel García Margallo Valterra, hijo del Ministro Margallo que trabajó como asistente en Parlamento Europeo durante cuatro años, forma parte del equipo de Carlos López Blanco, director de la Oficina Internacional de Telefónica.

Javier de Paz. Ex secretario de Juventudes Socialistas y miembro de la ejecutiva del PSOE, es Consejero de Telefónica de Argentina, S.A. y de Telefónica do Brasil, S.A.

Fernando Almansa. Ex jefe de la Casa Real y miembro del Consejo de Administración de Telefónica.

Y no se puede olvidar a Iñaki Urdangarín, yerno del Rey y designado consejero de Telefónica Internacional en 2006 en Barcelona y que renueva su contrato en julio de 2012, justo cuando estaba siendo investigado por el caso Palma Arena y Noos.

Las reivindicaciones son claras, ante Telefónica y Confemetal (confederación que agrupa las empresas del sector Telecomunicaciones):

-Retirada del contrato mercantil que impone Telefónica;

-Mismo trabajo, mismo salario; unificación de condiciones de jornada y salario para todo el estado;

-Pase a plantilla de todos los falsos autónomos que lo deseen, derecho del trabajador a la readmisión si gana un juicio como improcedente y ningún despido por baja médica.

Las trabajadoras y trabajadores de las subcontratas de Telefónica cuentan con el apoyo del Comité de Empresa de Madrid tras la Resolución de este órgano de representación de los trabajadores/as que también convocaba al resto de la plantilla a apoyar esta lucha. Fueron ellas y ellos quienes se dirigieron a la organización Alternativa Sindical de Trabajadores para recabar su apoyo así como la cobertura legal para sus movilizaciones. Asimismo, y a propuesta de Alternativa Sindical de Trabajadores, se ha propuesto al Comité Intercentros, órgano que representa a la totalidad de la plantilla a nivel nacional, que se apoyen las reivindicaciones y movilizaciones de estos trabajadores/as así como que sea llevado a la próxima negociación colectiva para que sean incluidos/as como plantilla fija en Telefónica.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.