Las emisiones de gases de efecto invernadero en España triplican ya el tope que la UE ha fijado para España dentro del Protocolo de Kioto. En 2004, las emisiones superan en un 45% las de 1990, año de referencia para el Protocolo de Kioto. Éstas crecieron el año pasado más de un 3%, según afirmó […]
Las emisiones de gases de efecto invernadero en España triplican ya el tope que la UE ha fijado para España dentro del Protocolo de Kioto. En 2004, las emisiones superan en un 45% las de 1990, año de referencia para el Protocolo de Kioto. Éstas crecieron el año pasado más de un 3%, según afirmó ayer el secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, que achacó el aumento (superior al de 2003) al nulo trabajo realizado por el Gobierno anterior y a la subida continua de la demanda eléctrica. «Los datos definitivos de emisiones en 2004 tardarán unos meses, pero podemos decir que las emisiones están casi un 45% sobre el nivel de 1990, según los datos que han llegado al ministerio», afirmó Aizpiri en el Foro Mundial de Desarrollo Sostenible Soria 21, que ayer concluyó en la capital castellana. España es el país industrializado firmante del tratado que más ha aumentado sus emisiones desde 1990.
Las emisiones de CO2 se calculan a partir del consumo de petróleo, carbón, gas o la producción eléctrica. Los gases de efecto invernadero (principalmente el CO2) se acumulan en la atmósfera, impiden la salida de la radiación solar y causan el cambio climático. El acuerdo de la UE para cumplir con el Protocolo de Kioto, que entra en vigor el 16 de febrero, estableció que España sólo podía aumentar sus emisiones un 15% en 2012 respecto al nivel de 1990.
Aizpiri explicó que en 2005 continúa el aumento de las emisiones. «El inicio del año es muy preocupante. Hay indicios de que entramos en un periodo de sequía, lo que limita el uso de la energía hidráulica, que no emite gases. Así que el sistema tira de las centrales térmicas». Y concluyó: «Si no nos ayuda la hidraulicidad, nuestras previsiones para 2005 se pueden ver arruinadas».
Aizpiri achacó el aumento continuo de la emisión de gases al incremento de la demanda eléctrica «que se ha desbocado, siempre por encima del producto interior bruto, al contrario de lo que pasa en la UE». En 2004, la demanda eléctrica creció un 3,6%, según Red Eléctrica de España, mientras que el PIB creció un 2,6%. En enero, la demanda de electricidad fue un 15% mayor que en enero de 2004, debido a la ola de frío. En 2004, las presas generaron un 26% menos de electricidad que el año anterior.
El máximo responsable en la lucha contra el cambio climático confió en que España rebaje las emisiones. «Hemos aprobado el Plan Nacional de Asignación de Emisiones, que fija el máximo de emisiones para las industrias contaminantes y establece multas si superan esos límites, así que en 2005 el sector industrial debe moderar su crecimiento». Aizpiri insistió en que la emisión incontrolada de gases es «un problema medioambiental y también económico, porque España importa el 80% de su energía».
Aizpiri afirmó que el problema de las emisiones se centra ahora en la vivienda y en el transporte, que son responsables de un 60% de las emisiones. Según Aizpiri, cuando una casa malgasta la electricidad, las emisiones «no se producen allí, sino en la térmica de la que procede su electricidad».
Para luchar contra las emisiones derivadas de la vivienda y el transporte, Aizpiri anunció que el nuevo Código Técnico de la Edificación estará aprobado antes de abril. Esta norma, que traspone una directiva europea, obligará a aislar mejor las viviendas que se construyan y las que se rehabiliten. El Gobierno anunció en verano que estaría aprobado antes de 2005. Aizpiri afirmó que el transporte también ha disparado sus emisiones. «España es el país de la UE en el que más se usa el coche para trayectos de menos de tres kilómetros. En España se camina menos que en Finlandia».
Si España no cumple su compromiso y reduce sus emisiones, en 2012 tendrá que pagar fuertes multas de la UE. El objetivo del Gobierno es reducir las emisiones un 0,7% hasta 2007. En 2012, el plan aprobado por el Gobierno establece que las emisiones superarán un 24% el nivel de 1990. El resto (hasta el 15% que fija el tratado) procederá de la compra de emisiones y del fomento de la reforestación en otros países (mecanismos contemplados en el protocolo).
El director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, afirmó que el dato presentado por Aizpiri demuestra «que el Gobierno, y no sólo el Ministerio de Medio Ambiente, debe tomarse en serio el Protocolo de Kioto, porque por este camino vamos al desastre». El secretario de Medio Ambiente de Comisiones Obreras, Joaquín Nieto, coincidió en el diagnóstico: «Zapatero no está comprometido con el control de las emisiones como lo están Blair y se nota».
Solución para los residuos
La mayoría de los participantes del Foro Mundial Soria 21 sobre desarrollo sostenible, energía y cambio climático defendieron ayer la energía nuclear para cumplir con el Protocolo de Kioto. Por la mañana, un debate con ocho participantes (siete defensores de la energía nuclear) apostó por construir más centrales.El ex secretario de Estado de Energía, José Folgado, del PP, consideró «absolutamente imprescindible» la energía nuclear, y abogó por alargar la vida de las existentes.
El Foro de Soria es un encuentro organizado por una treintena de organismos públicos y privados, así como empresas, entre ellas Endesa e Iberdrola, propietarias de casi toda la potencia nuclear de España. En las conclusiones, el Foro apostó por «buscar soluciones técnicas para los residuos nucleares». El secretario general para la Prevención del Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, replicó que la energía nuclear tiene un problema «no resuelto»: los residuos radiactivos, con miles de años de actividad. Afirmó que el Gobierno no se plantea construir nuevas nucleares.