En las recientes elecciones brasileñas, algo más del 46% del electorado votó por Jair Bolsonaro, el candidato de la ultraderecha fascista de ese país. Aunque los especialistas califican este resultado como una derrota para el llamado Trump latino – por razones que no es del caso glosar ahora -, habrá que esperar por la segunda […]
En las recientes elecciones brasileñas, algo más del 46% del electorado votó por Jair Bolsonaro, el candidato de la ultraderecha fascista de ese país.
Aunque los especialistas califican este resultado como una derrota para el llamado Trump latino – por razones que no es del caso glosar ahora -, habrá que esperar por la segunda vuelta para saber si el candidato del PT, Fernando Haddad, podrá allegar el apoyo del resto de los votantes, repartidos por los electores de izquierda entre otros candidatos, y librar al país, con una victoria petista, de un rival que se presenta sin rubor como un connotado y confeso misógino, homofóbico, amante de las armas y defensor de la tortura y de la otrora dictadura genocida.
Estas notas, sin embargo, no tratarán del convulso escenario político brasileño, donde mucho está en juego para toda Latinoamérica y para Cuba. Traigo a colación un reciente texto de Atilio Borón que advierte sobre «una apabullante avalancha de «fake news» y noticias difamatorias de los candidatos de la alianza petista que encontró un terreno fértil en las favelas y barriadas populares de las grandes ciudades de ese país». Quien pudo escuchar una comparecencia de las autoridades electorales brasileñas, noticiada por la cadena de Telesur, conocerá también de la preocupación existente por la influencia que esa campaña podría tener en los resultados de las elecciones.
Hacia Cuba, los cándidos – y los no tanto – encandilados por las elecciones al estilo de los modelos de democracia que ya quisieran los enemigos confesos ver implementados en nuestro país, minimizan, ocultan o desconocen, según el caso, que los personeros, organismos o entidades que se dedican a esos menesteres, (el autor citado por Borón afirma que la CIA y sus agentes locales tienen un papel protagónico en ello), sólo están esperando la oportunidad para meter baza, o para decirlo en buen cubano, meter mano, en la sociedad cubana con las tecnologías de las mal llamadas redes sociales y la manipulación mediática con el fin de lograr sus objetivos desestabilizadores.
El caso es que por aquí o por allá (ya) comienzan a surgir los prolegómenos de lo que serían las «fake news» y otras torceduras de la verdad en la apreciación de personalidades y eventos cubanos para influir en la opinión pública del país. Lo acaecido recientemente en La Puntilla fue un momento propicio.
La denuncia y eventos posteriores no sólo provocaron que se cometieran atentados al humor , o declaraciones y análisis «económicos» que más bien parecían tener la intención de castigar a la fuente de la denuncia y no al hecho mismo y sus promotores, sino también, ahora, valoraciones manipuladas y francamente mentirosas acerca de los acontecimientos. Pero el motivo inicial, que ya nos puede parecer fiambre en el mundo de las noticias, tiene sin embargo razón de ser retomado: porque son los atisbos de los procedimientos que en los nuevos escenarios cubanos pueden mañana intentar prosperar, y debemos saber reconocerlos, denunciarlos y refutarlos.
El blog La Pupila Insomne y especialmente su editor, Iroel Sánchez, ha sido el blanco, en esta y anteriores ocasiones, del balón de ensayo o las pruebas piloto, y en progreso, de lo que pudiera ser después, bajo el paraguas protector de la libertad de expresión, ese tipo de recurso comunicacional que está dirigido a erosionar el imaginario de amplios círculos de personas, sembrando matrices de opinión contrarios al socialismo, a la propiedad estatal, al Partido Comunista cubano o a deformar la evaluación que el gobierno de Cuba hace de la propiedad privada y el mercado.
Como recordaba hace algún tiempo un sagaz analista, el verdadero blanco no son las personas en sí mismas, sino lo que sus convicciones representan y defienden, que en este caso es la Revolución cubana. O de otro modo: intentan descargar en el blanco puntual de un individuo, la básica animadversión política de fondo que realmente tienen por el sistema político cubano y sus líderes pero con los que no se atreven a enfrentarse.
En estos círculos se pueden distinguir, entre otras posibles tendencias: (1) una «izquierda» cuyas propuestas encuentran buena recepción y son magnificadas y aplaudidas por la derecha mediática, lo que debiera bastar para que sometieran a profunda reflexión sus posturas políticas; (2) personajes resurgidos a la palestra pública que otrora fueron representantes de una ortodoxia de la que ahora estuvieran abjurando; (3) antiguos funcionarios que ahora ajustan las cuentas de sus errores, frustraciones y remordimientos de conciencia, arremetiendo contra lo que otrora ellos mismos contribuyeron a construir; (4) un pequeño universo giróvago que sateliza alrededor de los anteriores, aplaudiendo o repitiendo y amplificando, lo que pudiera considerarse como una muestra de los resultados que apetecen obtener en amplias capas de la población medios de difusión controlados por intereses particulares.
En esta ocasión, el ejemplo que motiva estas notas es mucho más revelador. Porque si se trata de un «desertor de la inteligencia cubana», como es presentado con su anuencia en muchas publicaciones hostiles a la Revolución, admitido y promovido en Miami, dedicado en otros momentos a difundir patrañas acerca de Fidel y de Raúl, que ha filtrado información de las FAR en Miami, o ha querido vincular a Cuba con el terrorismo en el Medio Oriente, ¿qué puede esperarse cuando dedica su tiempo a un tema menor, que no sea el mismo impulso distorsionante y mendaz? Ese personaje y su fake news encuentra medio de difusión y voz en un proyecto nacido precisamente para influir en el momento en que se reformara la Constitución cubana: Domingo Amuchástegui y Cuba Posible, asombrosamente rebotado en un portal como Rebelión.
No olvidemos que esta entidad (CP) salió casi bruscamente a la luz, inmediatamente después que sus directivos perdieran el apoyo que sostenía su participación en el proyecto conocido como Espacio Laical. También rápidamente pronunciaron sus objetivos: el multipartidismo y el «cambio transicional» en Cuba. Como ya el tema ha sido ampliamente advertido, analizado y denunciado , sólo recordemos que aun cuando inicialmente declararon que sus objetivos no eran directamente políticos, a poco difundieron una especie de proclama en la que anunciaban llegado el momento de impulsar la formación de un partido político. Todo ello trabajando -en sus propias palabras- «con contrapartes extranjeras entre las que se encuentra Open Society Foundations de George Soros».
No extraña pues, que publiquen un artículo en el cual su autor distorsiona la verdad y desembozadamente miente, como parte de esa especie de rabiosa reacción oportunista que, en vez de atenerse a la justeza y necesidad de la denuncia, intenta escarbar en meandros argumentales y desvíos, mediante el análisis sesgado y mendaz para continuar la tarea de atacar a la Revolución cubana, simulando que lo hacen contra la actitud y las convicciones de una persona.
Recuerdo a Domingo Amuchastegui cuando hace un tiempo quedó en silencio y descolocado al develarse una trampa de correos electrónicos que quiso tejer en defensa precisamente de la alianza de Cuba Posible con Soros y su Open Society.
Pero, perro huevero aunque le quemen el hocico, ahora miente otra vez Domingo Amuchástegui de entrada, cuando en referencia a los sucesos de La Puntilla, afirma que Iroel Sánchez «lo denunciaba en un artículo publicado en el sitio Cubadebate y en el diario Granma», cuando Iroel lo denunció en su blog La pupila insomne y de allí lo tomó Cubadebate, no Granma, que jamás reprodujo el texto de Iroel, sino que hizo un reportaje donde se cita lo escrito por Iroel en su blog.
Amuchástegui afirma sin rubor alguno que «En ningún caso el periodista intervino para detener o aclarar la legalidad o no de la operación, o advertir a las autoridades del centro (no a una simple empleada) de lo que estaba ocurriendo» y para colmo habla extemporánea y malintencionadamente de comercio «en divisas» con el objetivo de convertir -para un lector no avisado- en exclusivo un mercado que vende en CUC cubanos -una moneda de amplia circulación- que no pocos trabajadores del sector estatal de la Isla reciben como estipendio para almuerzo o aseo, o como estimulación salarial.
Sería necesario conocer la fuente en que basa su afirmación sobre lo ocurrido, o si es que fue otro testigo presencial, o si, en el caso de serlo, se hubiera atribuido el derecho de «detener» la operación que le exige al periodista.
En todo caso no hay duda de que, como lector que parece fue de los más de 600 comentarios que sugiere conocer, ocurre que, o no leyó, o sustituyó por el suyo imaginado, otros testimonios que confirman lo contrario de lo que inventa-imagina en la citada oración. Al menos debió atender a este comentarista en Cubadebate:
Rene- Testigo del momento dijo:
Fui testigo del mal rato y del maltrato que se le ocasionó a Iroel y no solo a él, a todos los que estabamos allí mirando la impunidad de los aprovechados, resultaba indignante la postura de los trabajadores del propio mercado cuando a vista de todos trataban nerviosamente de relajar en sus acciones al (para muchos de ellos) desconocido periodista. Sugeri al propio Iroel que no se fuera que ya yo habia denunciado al 106 y enviarian una patrulla al lugar, patrulla que nunca llegó!!! Ante la denuncia del compañero y las llamadas evidentemente a las autoridades comenzaron como ladrones desesperados a evacuar las cajas de manzanas para las escaleras del edificio del frente del centro comercial, con que? con las carretillas traspaletas del propio mercado, luego cuadradon con el chofer del microbus denunciado para salir con todo lo antes posible del abispero. OJALA PUBLIQUEN LOS RESULTADOS DE ESTA DENUNCIA, OJALA PORQUE CUANDO SE QUIERE SE PUEDE, EL PUEBLO RECLAMA INFORMACIONES, NO SOLO EN RASTROS. NO ME HABLEN TANTO DE LAS GUARIMBAS EN VENEZUELA Y EXPONGAN LAS QUE AQUI SUCEDEN PARA QUE SE ACABEN ESTOS DELITOS DE ACAPARAMIENTO A LA VISTA DE TODOS LOS QUE SUPUESTAMENTE ESTAMOS PROTEGIDOS POR UNA RECIENTE LEY DEL CONSUMIDOR. COMO MUCHOS CIUDADANOS, ESPERAMOS Y SEGUIREMOS ESTA DENUNCIA A VER QUE PASA, CON LA ESPERANZA DE QUE SALGA A LA LUZ EL RESULTADO, POR RESPETO A IROEL Y AL PUEBLO QUE LO SIENTE, QUE LO VIVIO EN SU MOMENTO .
9 septiembre 2018 a las 22:33
Cuentan que, en tiempos de la Guerra Fría, en los pasillos de la CIA se escuchaba que nada mejor para luchar contra los comunistas que los excomunistas, pero hay renegados que, por torpes y mediocres, hacen quedar muy mal a los autores de aquella idea.