Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
Cuerpo de bebé rescatado de entre los escombros de un edificio tras uno de los últimos ataques aéreos (AFP)
El ejército sirio y las milicias aliadas tomaron el sábado el territorio situado al norte de Alepo, estrechando el asedio sobre la zona este de la ciudad bajo control rebelde al mismo tiempo que esta sufría un intenso bombardeo aéreo en una importante ofensiva apoyada por Rusia, de la que las autoridades de la UE dijeron que «violaba el derecho internacional», instando a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
La captura del campo de Handarat, a pocos kilómetros al norte de Alepo, marcó el primer avance importante por tierra de la ofensiva anunciada el pasado jueves por el gobierno.
El jefe del bloque negociador rebelde, Riyadh Hiyab, acusó a Rusia de «genocidio» en Alepo y sus alrededores, donde, según informó Al Jazeera, habían muerto al menos 70 personas en los bombardeos del sábado.
Los ataques contra civiles constituyen una «violación del derecho humanitario internacional», dijeron el sábado altos funcionarios de la UE, instando a la comunidad internacional a intensificar los esfuerzos por la paz.
«El sufrimiento indiscriminado causado a civiles inocentes… es una violación inaceptable del derecho humanitario internacional», manifestaron mediante un comunicado la representante de la política exterior de la UE, Federica Mogherini, y el comisionado para asuntos humanitarios, Christos Stylianides.
Gran Bretaña, Francia y EEUU pidieron a última hora del sábado una reunión urgente del CSNNUU a causa de la creciente escalada, según manifestaron diversos diplomáticos, añadiendo que, probablemente, la reunión se celebraría el domingo a las 11:00 h., hora local de Nueva York.
Los habitantes de la mitad de Alepo que está bajo control rebelde han manifestado que los aviones de combate están lanzando un bombardeo de una intensidad sin precedentes.
Los doctores de uno de los últimos hospitales en funcionamiento que quedan en la ciudad dijeron que se estaban viendo obligados a realizar amputaciones rápidas para poder mantener a los supervivientes con vida.
«Sólo esta mañana han entrado sesenta personas heridas», dijo Ahmed, un doctor que pidió no ser totalmente identificado por temer por su vida y por el hospital, bajo persistente bombardeo aéreo desde que se desencadenó la ofensiva el jueves.
«Estamos teniendo que realizar gran número de amputaciones para que puedan sobrevivir porque de lo contrario no tenemos medios para tratarlos», dijo.
«Muchos de los heridos están muriéndose ante nuestros ojos, nos sentimos abandonados», añadió el doctor, rodeado de hombres y niños que se retorcían de dolor en el suelo.
La captura de Handarat el sábado supuso un gran avance para las tropas de Asad. El campo de refugiados palestinos se extiende por un terreno elevado que mira sobre una de las principales carreteras que van hacia Alepo y que ha estado en manos rebeldes durante años.
«Handarat ha caído», dijo a Reuters un oficial de uno de los principales grupos rebeldes de Alepo. Un comunicado del ejército confirmó el avance diciendo que había muerto «un gran número de terroristas».
Islamic World News. Alepo: el campo de Handarat, el hospital Kendi y la zona industrial de Shuqayf bajo control de las tropas de Asad. (02:56 p.m, 24 septiembre 2016)
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Se ha informado de que decenas de personas han muerto asesinadas en el este de Alepo desde que el ejército anunció la nueva ofensiva a última hora del jueves, enterrando las últimas esperanzas de poder recuperar el alto el fuego auspiciado por EEUU y Rusia, que Moscú y su aliado, el presidente Bashar al-Asad, abandonaron después de una semana.
El secretario de estado de EEUU, John Kerry, pidió a Rusia que detuviera los ataques aéreos de lo cual hizo caso omiso.
El colapso de las negociaciones y la decisión de Asad de lanzar un ataque total contra la última gran área urbana que aún permanece en manos rebeldes marca un punto de inflexión en un conflicto que lleva años en punto muerto. Asad y sus aliados parecen más decididos que nunca a aplastar por la fuerza una rebelión que dura ya casi seis años.
Los residentes manifiestan que los ataques aéreos contra el este de Alepo son más intensos que nunca y que se están utilizando bombas de gran potencia. Los oficiales rebeldes dicen que los duros ataques aéreos del sábado alcanzaron al menos cuatro de las zonas de la oposición en el este de la ciudad y creen que los ataques están siendo llevados a cabo por aviones de combate rusos. Los videos de los sitios atacados muestran cráteres de varios metros de ancho y profundidad.
Los países occidentales y organizaciones de ayuda internacionales dicen que temen por las vidas de más de 250.000 civiles que están atrapados en la zona bajo control rebelde de Alepo, la mayor ciudad de Siria, que lleva años dividida en los sectores del gobierno y la oposición. El ejército declara que sólo está atacando a combatientes.
«Hay aviones en estos momentos por el cielo», dijo a Reuters el sábado por la mañana desde Alepo Ammar al-Selmo, director del servicio de rescate de la defensa civil en la zona este bajo la oposición.
El grupo está funcionando con trabajadores de ambulancia y voluntarios que tratan de recuperar supervivientes y muertos de entre los escombros, a menudo con tan sólo sus manos desnudas. Se dice que varias de sus propias sedes han sido atacadas. «Nuestros equipos están respondiendo pero no somos suficientes para poder enfrentar toda esta catástrofe».
Una impresionante grabación de video captada por el colaborador de MEE, Bilal Abdul Karim, que trabaja sobre el terreno en Alepo, captó el sábado un ataque aéreo cuyas bombas cayeron en la parte posterior de una base de la defensa civil en la ciudad.
El acuerdo de alto el fuego EEUU-Rusia se vino abajo finalmente tras la destrucción de un convoy de ayuda de la ONU en el pueblo de Urem Kubra, justo en las afueras de Alepo, en el que perdieron la vida 20 personas y se destruyó una gran parte de los alimentos destinados a 78.000 civiles.
El viernes, la ONU declaró que estaba intentando encontrar rutas alternativas a través de Alepo, pero que el intenso bombardeo hacía las cosas muy difíciles. Los diplomáticos rusos y estadounidenses no han conseguido hasta ahora alcanzar acuerdo alguno para poner fin a la violencia.
Cuando el pasado jueves le preguntaron al ministro de asuntos exteriores ruso, Sergei Lavrov, si podría conseguirse restaurar la tregua, dijo escuetamente: «Debería preguntar a los estadounidenses».
El viernes, Kerry dijo que se había logrado «un pequeño progreso» en las conversaciones con Lavrov para detener la violencia.
«Me reuní con el ministro de exteriores, intercambiamos algunas ideas e hicimos algún progreso. Estamos evaluando algunas ideas mutuas de forma constructiva», dijo Kerry en los márgenes de la Asamblea General de la ONU.
Sin embargo, en una conferencia de prensa celebrada poco después, Lavrov no hizo mención a progreso alguno. En cambio acusó a EEUU de no respetar el acuerdo de alto el fuego del 9 de septiembre.
En Urem Kubra, sus habitantes siguen estupefactos ante la disputa política sobre quién llevó el ataque sobre el convoy de ayuda. Los estadounidenses culpan a los rusos, los rusos niegan haber tomado parte en el ataque, Asad continúa culpando a los «terroristas». Pero hay pruebas fotográficas que muestran los restos de una bomba fabricada en Rusia entre los esqueletos de los vehículos de la ONU y cómo la carretera aparece sembrada de cráteres.
Mohamed, uno de los vecinos de Urem Kubra, dijo a Middle East Eye: «Me encontraba como a un kilómetro, quizá menos, del sitio del bombardeo. Me quedé totalmente conmocionado. Todo el mundo sabía que se trataba de ayuda alimentaria. Hay alrededor de 20.000 personas en la zona que está pasando hambre por la falta de alimentos.
El régimen y Rusia no han cambiado sus tácticas en absoluto al bombardear un convoy de ayuda humanitaria. Desde luego que no van a admitir su responsabilidad. Pero lo más aterrador es la reacción de Occidente y EEUU. Todo el mundo pretende que no sabían que habían bombardeado el convoy y decían que podría haber sido bombardeado por los rebeldes.
El régimen incluso pretendió que la destrucción había sido causada por los rebeldes, cuando este tipo de cosas sólo pueden ser el resultado de ataques aéreos, lo cual ha sido confirmado por múltiples testigos. Pero el gobierno quiere vender esa idea de que no sabe quién lo hizo y, por desgracia, ha tenido éxito. Y ahora resulta que nadie hizo nada. EEUU y Rusia se limitan a mercadear acusaciones.»
En una reciente entrevista, Asad presentó su realidad en Alepo: no estaba asediada, su gente no estaba sufriendo y disponían de todo lo que necesitaban. El ejército sirio no podía impedir que entraran alimentos, al igual que no podía impedir que los rebeldes consiguieran armamento. Es una realidad que las fotografías, los videos y los relatos de los testigos contradicen.
Ismail Barakar, a quien mataron un familiar en el ataque del lunes, tuvo algo que decir a este respecto: «La gente que está en las zonas bajo control rebelde no tienen otra cosa que hacer que esperar a ver cuándo van a bombardearles. Es una campaña de genocidio. Asad está llevándolo a cabo ante la vista del mundo entero y nadie hace nada. Justifica el asesinato de mujeres y niños y la destrucción de instalaciones médicas con sólo cuatro palabras: acabar con el terrorismo».
Su rabia no sólo iba dirigida al gobierno: «Esperábamos algo más de la comunidad internacional», dijo. «Pero ya nada me sorprende, todo el mundo es cómplice de este crimen. Las fotos que salen cada día del este de Alepo son la mayor prueba de ello».
Nuevas armas de los aliados
Los rebeldes sirios esperan recibir nuevos tipos de armas pesadas de sus patrocinadores extranjeros en respuesta al colapso de la tregua y a la ofensiva del gobierno con el apoyo de Rusia, pero nada que suponga un cambio importante en el apoyo prestado hasta ahora, dijo un líder rebelde el sábado.
El coronel Fares al-Bayoush, jefe del grupo de la división del norte, dijo a Reuters que esperaba que los rebeldes pudieran conseguir nuevos tipos de lanzacohetes y piezas de artillería de fabricación rusa pero que no había indicio alguno de que los Estados extranjeros estuvieran dispuestos a facilitar la vieja petición de los rebeldes de misiles antiaéreos. Cualquier incremento sería «escaso».
Aunque Bayoush indicó que las capacidades rebeldes podrían mejorarse en cierto punto, dijo que el cambio más significativo debería recaer en las tácticas, aunque no dio detalles.
Los Estados que se oponen a Asad, como Arabia Saudí, Turquía y EEUU, han estado canalizando apoyo militar hacia algunos grupos rebeldes que combaten bajo la bandera del Ejército Libre Sirio durante algunos años. En algunos casos, esto ha supuesto antitanques hechos en EEUU o misiles TOW.
Sin embargo, los rebeldes se han quejado siempre de que el apoyo exterior ha sido inadecuado para poder enfrentar al gobierno de Damasco de forma eficaz.
Haciendo declaraciones a Reuters desde Siria, Bayoush dijo: «Hay señales y promesas» de más armas, aunque sólo esperaba un «pequeño incremento» y la entrega de más «armamento pesado, como lanzadores de cohetes y artillería».
«Confío en que lleguen nuevos tipos de armas fabricados en Rusia, además de los anteriormente suministrados», añadió a través de un sistema de mensajes por internet.
«Lo que sí se espera es un aumento en el ritmo de las batallas, por eso habrá que organizarlas de forma diferente y cambiar de tácticas», dijo.
(Este artículo ha contado con la información aportada por Zouhir al-Shimale desde Alepo.)
Fuente: http://www.middleeasteye.net/news/syrian-government-makes-aleppo-advance-major-attack-1551120797
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