Traducción para Rebelión de Loles Oliván.
A medida que flaquean las iniciativas para una solución política y continua la guerra, se siguen registrando más pérdidas económicas y sociales. Así lo indica el último informe publicado en Damasco.
Según estimaciones de un centro de investigación independiente, las pérdidas económicas en Siria en los tres primeros años de la crisis ascienden a 143,8 mil millones de dólares, lo que equivale al 246% del PIB en precios fijados en 2010. Un informe publicado a finales de mayo por el Centro Sirio para la Investigación Política en coordinación con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA) y el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), establece que «a finales de 2013, la demografía y la geografía humana en el interior de Siria han experimentado un nuevo trazado espacial al haberse vaciado de manera radical de un 12% de población. Casi la mitad de la población (45%) ha huido de su lugar habitual de residencia».
«[…] El 63% de la comunidad de 540.000 refugiados palestinos en Siria ha huido de sus hogares, 75.000 de los cuales lo han hecho nuevamente en condición de refugiados. La mitad de ellos (270.000 personas) son desplazados internos dentro de Siria. A finales de 2013, los refugiados de Siria constituían la población refugiada más grande del mundo».
El informe subraya la catástrofe social siria al afirmar que «[…] Siria se ha convertido en un país de pobres afectados por una devastadora inmersión en la pobreza; a finales de 2013, tres de cada cuatro sirios vivían en la pobreza y más de la mitad de la población (54,3%) en la extrema pobreza, sin capacidad para obtener los elementos más esenciales, alimentarios y no alimentarios, necesarios para la supervivencia de sus familias. Alrededor del 20% de la población sobrevive en la pobreza extrema sin poder satisfacer sus necesidades alimentarias básicas; en las zonas de conflicto y en las zonas sitiadas la pobreza extrema convive con la hambruna, la desnutrición y la miseria».
«[…] La pérdida terrible de vidas humanas constituye uno de los aspectos más dramáticos de este conflicto armado: la cifra de muertos, que va en aumento, alcanzó durante los últimos seis meses de 2013 el 30%, 130.000 muertes. Se estima que 520.000 personas -casi un 3% de la población- han resultado mutiladas, heridas o muertas en el conflicto», añade el informe. A ello hay que sumar el impactante descenso en los sectores de la educación, la salud y los ingresos, cuyos indicadores señalan que Siria ha retrocedido cuatro décadas en su desarrollo humano.
El informe acusa explícitamente a lo que denomina «los distintos poderes dominantes en la represión, al fanatismo y al fundamentalismo» de imponer sus «posiciones dominantes mediante la violencia, que ha forjado la actual catástrofe humanitaria y socioeconómica en medio de la cual la gente corriente en Siria lucha por sobrevivir».
En cuanto a los efectos económicos de la crisis, el informe se refiere a la propagación de lo que denomina «la economía de la violencia». El conflicto armado «[…] ha engendrado deformaciones institucionales surgidas de una nueva economía política basada en una economía de la violencia que desprecia los derechos humanos, las libertades civiles, los derechos de propiedad y el imperio de la ley, y que ha dado lugar a nuevas élites políticas y económicas que se sirven de redes nacionales e internacionales para comerciar ilegalmente con armamento, mercancías y personas…».
Al mismo tiempo, el sector económico ha sufrido una «des-industrialización masiva, el cierre y la quiebra de empresas, la fuga de capitales, así como el saqueo y la destrucción generalizados de negocios y activos de las familias». La crisis ha cambiado radicalmente la estructura del PIB: «[…] la agricultura y los servicios gubernamentales conjuntamente representaban en 2013 el 50% del total del PIB» en comparación con el 30,4% del PIB en 2010, registrando pérdidas más bajas que el resto de los sectores.
Como consecuencia de estos negativos cambios estructurales, el paro alcanzó el 54,3%, con 3,39 millones de parados. «[…] Unos 2,67 millones de personas han perdido sus puestos de trabajo durante el conflicto; su falta de ingresos como consecuencia del desempleo tiene un impacto directo en el bienestar de otros 11,03 millones personas a su cargo».
Debido al mantenimiento de una alta tasa de gasto público y a la disminución significativa de los ingresos y de la producción nacional, la deuda pública alcanzó el 126% del PIB en el segundo semestre de 2013. «[…] El gobierno ha seguido importando petróleo y productos básicos para aliviar la escasez en el mercado local y para subsidiar bienes básicos».
Fuente original: http://english.al-akhbar.com/content/syrias-economic-losses-144-billion-dollars