Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
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Las mujeres palestinas siempre ha estado al lado de sus padres, hermanos, maridos y camaradas para resistir a la ocupación sionista, para luchar por la libertad y sus derechos legítimos. Son las primeras en salir a la calle para protestar por la brutalidad de la ocupación militar israelí, las primeras en organizar sentadas y manifestaciones para exigir que liberen de las cárceles israelíes a sus hijos, hermanos y padres. Son quienes protegen, quienes apoyan, pero la mayoría de ellas son las compañeras en la lucha por una Palestina libre. Protegen a sus hijos, padres, hermanos y maridos del invasor sionista venido a secuestrarlos, pegarlos o asesinarlos. Mantienen a sus familias cuando sus padres, hermanos o maridos son encarcelados o asesinados por las terroristas tropas israelíes. Ellas abrazan a la tierra y besan a los olivos. Preparan el terreno para la resistencia y le dan forma con su sangre. Ellas son la firmeza del olivo ante los usurpadores de Nablus, Jenín, Belén y Al-Jalil. Ellas son las amapolas que engalanan las colinas de Jerusalén, Hebrón y Safad. Ellas on las mariposas que besan los campos de Hebrón, Jenín y Bisan. Ellas son la brisa fresca de Haifa, Yaffa, Acca y Gaza. Ellas son la piedra, poderosa, fuerte y que sólo abandona el suelo para golpear al usurpador en la cara. Ellas son las hijas de Palestina, audaces, firmes y pacientes. Son las madres, hermanas, hijas y compañeras de los mártires, de los que luchan por la libertad y de los presos. Ellas son las mártires, las que luchan por la libertad y las presas. Ellas son las guardianas de la revolución y el símbolo de firmeza. Ellas son Palestina abrazando a sus hijos e hijas, protegiéndolos y guiándolos. Desde 1967 la entidad sionista ha detenido a más de 800.000 palestinos, incluyendo a 15.000 mujeres. Durante la primera Intifada, fueron detenidas 3.000 mujeres y durante la Intifada de al-Aqsa más de 900 mujeres fueron encerradas tras los barrotes israelíes. A diario hay redadas y detenciones. Las personas detenidas a veces son liberadas al cabo de unos pocos días, otras veces al cabo de unas pocas semanas o permanecen detenidas indefinidamente. Sólo en junio de 2010 fueron detenidos unos 334 palestinos, incluyendo 4 mujeres. Actualmente hay 36 presas palestinas en la cárceles israelíes de Damon, HaSharon y Neve Tirza: 4 de Jerusalén, 3 de la zona palestina ocupada en 1948, 28 de Cisjordania y 1 de la Franja de Gaza. Seis de las presas están en espera de juicio, tres están en detención administrativa* y 27 han sido condenadas, cinco de ellas a cadena perpetua. Al igual que sus compañeros de detención, las presas palestinas padecen la brutalidad de las autoridades penitenciarias israelíes. Están expuestas a abusos, a humillaciones y sujetas a más de veinte formas de violación. Son torturadas, golpeadas, hostigadas, insultadas, atadas durante horas bajo el ardiente sol o bajo la lluvia, son privadas del sueño, aisladas, se les imponen duras multas sin razón, están sometidas al continuo uso de gases lacrimógenos en las celdas, se les niega continuamente los permisos de visitas familiares y las llamadas, y las cartas se envían o distribuyen sólo cada tres meses. También son sometidas a duros y humillantes incursiones nocturnas y a cacheos. El 24 de junio de 2010 las fuerzas israelíes especiales (Golan) en la cárcel de Damon irrumpieron en las celdas de las presas palestinas temprano por la mañana, atacaron a las presas, hicieron registros en las celdas y las obligaron a desnudarse, a sentarse en cuclillas en posturas humillantes durante cuatro horas bajo el pretexto de una inspección. Además, las Autoridades Penitenciarias israelíes prohíben a las presas adquirir más de un libro, no les dejan enviar o recibir ningún bordado o revistas, y deciden el número de prendas de vestir que puede tener cada presa. Las celdas son pequeñas, están abarrotadas, son húmedas, faltas de higiene, no entra ni el sol ni el aire fresco y están infestadas de insectos y ratones. Son frías en invierno y calientes en verano. Como no se permite a las presas recibir ningún artículo de sus familiares, se ven obligadas a comprarlos en las cantinas cuando los necesitan. El agua está muy sucia y es imbebible, y la comida incomible, con lo que las presas se ven obligadas a comprar la comida y la bebida en la cantina de la cárcel a precios muy altos. Los precios no sólo son altos sino que además las cantinas carecen de muchos artículos que necesitan las presas. Algunos presos políticos están encerrados con criminales israelíes que abusan regularmente de ellos mientras observan los carceleros. Un método de castigo empleado por las autoridades penitenciarias israelíes es reducir el tiempo de la visita familiar de 45 a 15 minutos, o cancelar todas las visitas a pesar de las dificultades que tienen las familias para llegar a las cárceles. Du’a’ Al-Jayyousi de Tulkarim fue detenida en 2002. No se permite a su único hermano visitarla y cuando él se casó, las autoridades penitenciarias le negaron el permiso para llamarlo por teléfono. Los principales problemas a los que se enfrentan las presas son el aislamiento y la negligencia médica. Por el menor motivo son castigadas con el aislamiento y algunas presas han estado sometidas más de una vez al confinamiento en solitario, como Latifa Abu Thra’, Abeer Amro, Abeer Odeh, Amnah Muna y Mariam Tarabeen. El 3 de marzo de 2003 las autoridades penitenciarias israelíes condenaron a seis presas palestinas a confinamiento en solitario porque habían pedido a las autoridades penitenciarias que les proporcionaran agua caliente para bañarse durante la estación fría. Latifa Abu Thra’ fue aislada más de una vez después de que las autoridades penitenciarias israelíes «anunciaran» en 2007 que era «peligrosa para la seguridad del Estado de Israel». Padece fibras en el útero y le iban a realizar unas pruebas médicas, pero como tenía los pies y las manos encadenadas, la enfermera no pudo hacerlas. Cuando la mujer policía que la acompañaba se negó a desatarle los brazos, ella misma se desató, tras lo cual los guardias de la prisión la atacaron y calificaron de «peligrosa». Posteriormente la castigaron a confinamiento en solitario durante dos meses y diez días en la cárcel de Ramle, después de lo cual volvió a la cárcel de Hasharon donde fue aislada. No recibió ningún tratamiento médico. En otra ocasión, Abu Thra’ vio como las fuerzas especiales israelíes para la «Represión de prisioneros» golpeaban a Sanabil Breek de Nablus. Cuando Abu Thra’ les dijo que dejaran de pegarla, las fuerzas especiales empezaron a pegarla a ella. Se defendió y golpeó a uno de ello. Fue castigada a cuatro meses de aislamiento en la cárcel de Ramleh y a otros dos en la de Hasharon en una celda diminuta en la que las cámaras la observaban las 24 horas del día. La presa palestina Nili As-Safadi fue encerrada en una celda de aislamiento durante más de 45 días en el centro de detención israelí de Bet Hatikva. La celda era oscura, no recibió una alimentación adecuada ni se le permitió cambiarse de ropa durante todo el tiempo que estuvo en aislamiento. Durante los interrogatorios fue sometida a todo tipo de torturas psicológica y física para obligarla a confesar. Como no confesó, detuvieron a toda su familia y a la de su marido. Después la trasladaron a la cárcel de Hasharon en un viaje que duró 12 horas con las manos y piernas atadas, y durante el cual no le dieron ni comida ni bebida. Como a todos los presos palestinos en las cárceles israelíes, a las presas palestinas que necesitan tratamiento médico se les niegan los cuidados médicos apropiados y que necesitan mucho. Son constantes los retrasos a la hora de recibir los tratamientos. A las presas palestinas sólo les permite ver a un médico de cabecera y no a especialistas, y a menudo sólo cuando su estado se deteriora. En los casos en que las organizaciones de derechos humanos mandan a un médico para examinar a las presas enfermas, las autoridades penitenciarias israelíes retrasan la concesión del permiso necesario poniendo obstáculos. La presa debe solicitar una «autorización de seguridad» para que el médico pueda entrar en la cárcel y esto puede costar más de seis meses, durante los cuales la salud de la presa se puede deteriorar. Si se concede la autorización, las organizaciones humanitarias tiene que solicitar un permiso para que el médico o la médica pueda ver a la presa. En caso de que le concedan la autorización para examinar a la presa, no puede extender ninguna receta médica. Las autoridades penitenciarias israelíes también chantajean a las presas palestinas, por ejemplo, pidieron a Amnah Muna, que necesita una operación, que firmara un documento en el que rechaza el tratamiento médico a cambio de no ser aislada. Amal Jum’a, del campo de refugiados de Askar, estuvo sangrando durante seis meses, después de lo cual descubrieron que era un cáncer de útero. Las autoridades penitenciarias israelíes «le denegaron el tratamiento médico necesario y no se le concedió una camilla. Esto significó que otras presas tenían que llevarla a la espalda para moverla de un sitio a otro porque de había deteriorado tan dramáticamente que ya no podía moverse» [1]. Cuando finalmente fue operada en la cárcel para extirparle el útero una asociación de presos palestinos le envió un médico privado debido a la poca atención médica que estaba recibiendo de las autoridades penitenciarias israelíes. Las presas palestinas también tienen que dar a luz en condiciones inhumanas. Sólo durante la Intifada de al-Aqsa Intifada no menos de cuatro persas palestinas fueron obligadas a dar a luz en el hospital de la prisión israelí con las manos y piernas atadas, como Mirvat Taha, Manal Ghanim, Samar Sbeih y Fatima Az-Ziq. No recibieron un tratamiento médico adecuado antes, durante y después de dar a luz y no se les permitió tener a familiares a su lado mientras estuvieron en el hospital de la cárcel. Actualmente, al menos 14 presas palestinas necesitan tratamiento médico urgente:[2] 1 Abeer Amro, de Hebrón, padece dolor de espalda, alergia de la piel y una grave perdida de peso. 2 Wurud Qasim, de At-Tira, padece inflamación de las amígdalas. 3 Sumoud Karajeh, de Ramala, padece graves problemas y dolores dentales. 4 Su’ad Nazzal, de Qalqilia, padece rotura de mandíbula e inflamación de las encías. 5 Iman Ghazzawi, de Tulkarim, padece reumatismo, artritis y alergias. 6 Latifa Abu Thra’, de Nablus, padece fibras en el útero. 7 ‘Aisha ‘Ibayyat, de Belén Bethlehem, necesita una operación de mandíbula, padece una inflamación del nervio del oído que amenaza a su capacidad auditiva, y dolor de columna. 8 Wafa’ Al-Bis, de Gaza, padece quemaduras en el 50 % del cuerpo. 9 Raja’ Al-Ghoul, del campo de refugiados de Jenín, padece deficiencias en las arterias cardíacas y tiene dificultades para respirar. 10 Amna Muna, de Jerusalén padece problemas de espalada y necesita una operación. 11 Abeer Odeh, de Tulkarem, padece dolor de pecho. 12 Alia Al-Muhtasib, de Hebrón, está en malas condiciones de salud. 13 Amal Jum’a, del campo de refugiados de Askar, tiene cáncer de útero. 14 Kifah Jibril, de Ramalla, padece una enfermedad rara que le provoca un estrechamiento de las arterias e impide que la sangre fluya a los miembros lo que le provoca dificultades para respirar. Necesita tratamiento médico constante. La entidad sionista encarcela a las madres, hermanas e hijas, las tortura para obligar a sus familiares a rendirse al ejército israelí de ocupación o para obligar a su familiares encarcelados a confesar lo que no han hecho. Fathiya Swees, una madre de 57 años, fue detenida el 19 de julio de 2010. Su hermana Ikhlas, mujer de un preso, también fue sometida a interrogatorio. Cuando la liberaron el 1 de agosto de 2010, Swees dijo que había sido torturada, que le habían impedido dormir y la habían obligado a permanecer de pie durante horas a pesar de su mal estado de salud. La amenazaron con detener a todas sus hermanas si no daba información. Durante la primera Intifada y la Intifada de al-Aqsa el ejército israelí hizo frecuentes redadas en las casas palestinas y golpeó a madres e incluso a abuelas, y se las llevó. Se castiga a las madres palestinas que están en la cárcel prohibiéndoles todas las visitas familiares. Al menos siete madres palestinas están actualmente en las prisiones de la entidad sionista: 1 Iman Ghazzawi, de Tulkarem, detenida desde el 8 de marzo de 2001, madre de 2 hijos (condenada a 13 años). 2 Ibtisam Issawi, de Jabal Al-Mukabbir (al oeste de Sawahreh), detenida desde el 24 de octubre de 2001, madre de 6 hijos (condenada a 15 años). 3 Ireena Sarahna, del campo de refugiados de Dheisheh, detenida desde el 23 de mayo de 2002, madre de dos hijos (cadena perpetua). 4 Qahira As-Sa’di, de Jenín, detenida desde el 30 de mayo de 2002, madre de 4 hijos (tres cadenas perpetuas y 30 años). 5 Latifa Abu Thra’, de Nablus, detenida desde el 12 de septiembre de 2003, madre de 7 hijos (condenada a 25 años, en aislamiento). 6 Muntaha At-Tawil, de Ramala, detenida desde el 8 de febrero de 2010, madre de 4 hijos (en detención administrativa) 7 Kifah Jibril, de Ramala, detenida desde el 1 de agosto de 2010, madre de dos hijos (en detención adminsitrativa). Otras presas palestinas también tienen a sus maridos o hermanos en prisiones israelíes, pero no se les permite visitarlos : Ireena Sarahna (cadena perpetua) y su marido Ibrahim Sarahna (seis cadenas perpetuas), tiene dos hijos. Ahlam At-Tamimi (16 cadenas perpetuas y 20 años) y su marido Nizar At-Tamimi (una cadena perpetua). Iman Ghazzawi (condenada a 13 años) y su marido Shahir ‘Asha (condenado a veinte años), tiene dos hijos. Nili As-Safadi y su marido ‘Ubada Bilal (condenado a diez años y seis meses). Fatin As-Saadi y su hermano Shafi’ As-Saadi (condenado a cuatro años y medio). Abeer Odeh tiene tres hermanos detenidos por los israelíes: Siddiq en el hospital de la cárcel de Ramleh, Jasir y Saa’di. ‘Aisheh Ghneimat tiene dos hermanos detenidos por los israelíes: Mohammad (condenado a siete meses) y Anas (detención administrativa). Shireen Al-‘Isawi tiene cuatro hermanos en las cárceles israelíes. Las historias de los sufrimientos de estos presos, el método brutal de su detención, la tortura psicológica y física durante los interrogatorios y el trato inhumano recibido a manos de sus carceleros y presos comunes israelíes rara vez son objeto de titulares o es siquiera mencionado fuera de la ocupada Palestina. En su mayoría son las páginas web que se ocupan de cuestiones relacionadas con los presos palestinos las que informan de estos abusos y detenciones ilegales y hacen un seguimiento de ello. Un ejemplo es la abogada palestina Shireen Al-‘Isawi del Jerusalén ocupado, que fue detenida el 21 de abril de 2010. Los comités de presos palestinos afirman que la detención de Al-‘Isawi es un puro acto de venganza y de castigo por su actividad en defensa de los detenidos árabes y palestinos. Trabaja para Defence for Children International (DCI) Sección Palestina, que es una organización de defensa de los derechos de los niños, y está especializada en el seguimiento de los casos de niños detenidos. También es responsable de los casos de algunos dirigentes palestinos presos en cárceles israelíes y de los expedientes de presos jordanos en cárceles israelíes. Pero a pesar de la falta de pruebas y de que los servicios de inteligencia no han logrado hacer que confiese lo que no ha hecho, las autoridades penitenciarias israelies se siguen negando a liberar a Al-‘Isawi. Se informó de que en julio de 2010 Al-‘Isawi había sido atacada en su celda por presas comunes mientras las autoridades penitenciarias se limitaban a mirar. Actualmente se encuentra en confinamiento en solitario. Iman Badir Ikhlayyil, de 33 años, originaria de Beit Ummar, fue secuestrada en un checkpoint militar israelí el 20 de junio de 2010, torturada por los soldados israelíes durante los interrogatorios y tuvo que ser llevada dos veces al hospital. Debido a su deteriorado estado de salud, las fuerzas de ocupación israelíes se vieron obligadas a liberarla bajo fianza. Abeer Odeh from Tulkarim fue secuestrada el 22 de abril de 2006 y detenida durante 28 meses, seguidos de una detención administrativa de nueve meses. Fue liberada a principios de julio de 2009 y el 9 de julio de 2009, cuando se dirigía a Tulkarem, Abeer fue detenida en checkpoint militar israelí, la sacaron del coche, la registraron mientras la apuntaban una docena de rifles y después fue secuestrada apunta de pistola. Ahora se encuentra en aislamiento en una cárcel israelí. Sanabil Breek de Nablus fue llevada a un tribunal militar y la dejaron atada de pies y manos en una celda del tribunal desde las 8 am hasta 4 pm sin agua ni comida. Rawan Hasan Thawabteh de Abu Dees fue secuestrada de su casa la medianoche del 8 de agosto de 2010 y desde entonces su familia no sabe dónde está ni a qué centro de detención la han llevado, y a pesar de las preguntas de su abogado las autoridades penitenciarias israelíes se niegan a decir dónde está. Presas palestinas que están actualmente en cárceles israelíes: 1 Amna Jawad Ali Muna, de Jerusalén, detenida desde 20.01.2001 (cadena perpetua). 2 Abeer Isa Atef Amro, de Hebrón, detained since detenida desde 20.01.2001 (16 años). 3 Iman Mohammad Hasan Ghazzawi, de Tulkarem, detenida desde 08.03.2001, madre de dos hijos (13 años). 4 Ahlam Aref Shihadeh At-Tamimi, de Ramala, detenida desde 14.09.2001 (16 cadenas perpetuas y seis años). 5 Ibtisam Abdel-Hafith Faiz Issawi, de Jabal Al-Mukabbir (al oeste de Sawahreh), detenida desde 24.10.2001, madre de seis hijos (15 años). 6 Lina Ahmad Saleh Jarbuni, de Hebrón, detenida desde 18.04.2002 (17 años). 7 Sana’ Mohammad Hussein Shehadeh, de Qalandia, detenida desde 25.05.2002 (3 cadenasperpetuas y 31 años). 8 Ireena Pauli Shuk Sarahna, del campo de refugiados de Dheisheh, detenida desde 23.05.2002, madre de dos hijos (cadena perpetuas). 9 Qahira Said Ali As-Sa’di, de Jenín, detenida desde 30.05.2002, madre de cuatro hijos (3 cadenas perpetuas y 30 años). 10 Du’a’ Ziad Jamil Al-Jayyousi, de Tulkarem, detenida desde 06.06.2002 (3 cadenas perpetuas y 30 años, en aislamiento). 11 Latifa Mohammad Mahmoud Abu Thra’, de Nablus, detenida desde 12.09.2003, madre de siete hijos (25 años, en aislamiento). 12 Rima Riyad Hasan Daraghmeh, de Jenín, detenida desde 28.07.2004 (25 años). 13 Amal Fayez Mahmoud Jum’a, del campo de refugiados de Askar, detenida desde 05.09.2004 (11 años). 14 Mariam Salem Suleiman Tarabeen, de Jericó, detenida desde 24.01.2005 (8 años y 6 meses). 15 Wafa’ Samir Al-Bis, de Gaza, detenida desde 20.05.2005 (11 años, es aislamiento). 16 Wurud Maher Qasim, de At-Tira, detenida desde 10.04.2006 (6 años). 17 Futna Mustafa Khalil Abu Al-Aish, de Nablus, detenida desde 21.07.2006 (15 años). 18 Nada Ata Saleh Derbas, de Jerusalén, detenida desde 01.05.2007 (4 años). 19 Fatin Bassam Shafi’ Al-Saadi, de Jenin, detenida desde 08.05.2008 (4 años). 20 Sanabil Nabigh Sleiman Breek, de Nablus, detenida desde 22.09.2008. 21 Randa Mohammad Yousif Shahateet, de Hebrón, detenida desde 03.01.2009 (4 años y dos meses). 22 Khadija Kayed Taha Abu Ayyash, de Nazaret, detenida desde 22.01.2009. 23 Hana’ Yahya Saber Ash-Shalabi, de Jenin, detenida desde 14.03.2009 (detención administrativa). 24 Raja’Nathmi Qasem Al-Ghoul, del campo de refugiados de Jenín, detenida desde 31.03.2009 (detención administrativa). 25 Abeer Mahmoud Hassan Odeh, de Tulkarem, detenida desde 09.07.2009 (en aislamiento). 26 ‘Aisha Mohammad I’bayyat, de Belén, detenida desde 13.08.2009. 27 Nisreen Atef Hassan Abu Zeinah, de Tulkarem, detenida desde 18.08.2009. 28 Suad Ahmad Abdel-Ra’ouf Nazzal, de Qalqilya, detenida desde 22.08.2009. 29 ‘Aisha Ghneimat, de Surif, detenida desde 02.09.2009. 30 Sumoud Yaser Hasan Karajeh, de Ramala, detenida desde 25.10.2009. 31 Nili Zahi As’ad As-Safadi, de Nablus, detenida desde 11.11.2009. 32 Muntaha Khlaid Rashid Al-Tawil, de Ramala, detenida desde 08.02.2010, madre de cuatro hijos (detención administrativa). 33 Shireen Tariq Al-‘Isawi, de Jerusalén, detenida desde 21.04.10 (en aislamiento). 34 Rawan Hasan Abdallah Thawabteh, de Abu Dees, detenida desde 08.08.2010. 35 Alia Abdel Majid Al-Muhtasib, de Hebron, detenida desde 12.03.2010, está en malas condiciones de salud. 36 Kifah ‘Awni Jibril, de Ramala, detenida desde 01.08.2010, madre de dos hijos (en detención administrativa). Linan Yousif Abu Ghalmeh y su hermana Taghreed, de Beit Fourik, fueron detenidas el 15.07.2010. No está claro si siguen detenidas o fueron liberadas. Todavía hoy, 17.08.2010, las fuerzas israelíes de ocupación detuvieron a Ayat Nasir Abu Markhiyyeh de Hebrón. Además de las presas palestinas en las cárceles israelíes, la entidad sionista encierra los cuerpos de siete palestinas mártires: 1 Dalal Said Mohammad Al-Mughrabi, asesinada el 11.03.1978 2 Darin Abu Eisheh, de Jenín, asesinada el 17.02.2002 3 Zeinab Isa Abu Aalim, del campo de refugiados de Askar, Nablus, asesinada el 22.04.2004 4 Hanadi Tayseer Abdel Malik, de Jenin, asesinada el 04.10.2003 5 Wafa’ Ali Khalil Idris, del campo de refugiados de Al-‘Am’ari, Ramallah, asesinada el 21.01.2002 6 Ayat Mohammad Lutif Al-Akhras, del campo de refugiados de Dheisheh, Belén, asesinada el 29.03.2002 7 Hiba Azim Daraghmeh, de Toubas, asesinada el 19.05.2003
Ahlam Tamimi
Amna Muna
Amal Jum’a
Du’a’ Jayyousi
Ireena Sarahna
Sana’ Shehadeh
Raja’ Al-Ghoul
Qahira As-Saadi
Shireen Issawi
Abeer Odeh
Nili As-Safadi
Wurud Qasim
Wafa’ Al-Bis
Sumoud Karajeh
Ibtisam Issawi
Kifah Jibril ** N. de la t.: La detención administrativa es la detención en prisión sin juicio, situación que suele durar por los menos seis meses pero en ocasiones llega a durar años. Véase «Ley y Orden: el uso sistemático de la detención administrativa por parte de Israel», http://www.rebelion.org/noticia.php?id=96029 [2] Entre otras fuentes: http://www.alasra.ps/news.php?maa=View&id=11826 Fuentes: www.ppsmo.ps www.alasra.ps www.sabiroon.org www.wofpp.org www.waed.ps |