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Las semejanzas entre el Estado de Israel y el Estado Islámico

Fuentes: Rebelión

Además de sus iníciales (EI), ambos «estados» comparten muchas características comunes, que intentaremos desarrollar en este artículo. Fundar estados con fundamentos religiosos exclusivamente -sin nada más- es bastante mitológico. Si el «estado islámico» puede competir con el «estado judío» en sus pésimas cualidades «democráticas», también lo pueden hacer en atrocidades a las poblaciones civiles autóctonas […]

Además de sus iníciales (EI), ambos «estados» comparten muchas características comunes, que intentaremos desarrollar en este artículo.

Fundar estados con fundamentos religiosos exclusivamente -sin nada más- es bastante mitológico. Si el «estado islámico» puede competir con el «estado judío» en sus pésimas cualidades «democráticas», también lo pueden hacer en atrocidades a las poblaciones civiles autóctonas que han invadido. Aunque, seamos justos, los mercenarios «musulmanes» tienen mejor prensa. Las masacres de Israel son, en el mejor de los casos, tibiamente criticadas. Puede que entre el cuchillo de unos y las bombas atómicas de otros, se explique el péndulo ético de los medios de comunicación de siempre. También podemos suponer que con más de medio siglo de guerra y terrorismo sionista, los medios busquen algo nuevo.

Analicemos juntos estos puntos de coincidencia entre estos dos «estados» sin constitución ni fronteras declaradas, con permiso de torturar, y al parecer, con muchos seguidores de toda Europa. Pero siendo justos, es verdad que los ricos europeos no viajan a Turquía y de ahí ingresan a Siria o Iraq. Según nos cuentan, de Francia a Turquía el vuelo con 50 euros se financia. En eso, el «estado islámico» es más popular (favor de notar la ironía!).

Vayamos a los puntos:

1-Ambos estados reciben armamento de la OTAN

Conocido es que Israel recibe por parte del Pentágono armas de última generación. La base de la OTAN en el corazón del mundo árabe-islámico compra armamento de la Unión Europea, como los nuevos submarinos que Alemania fabricó con capacidad nuclear, entregado en plena masacre de Gaza [1].

Hasta se sabe -por denuncias de organismos internacionales como Médicos sin Fronteras- que los pobres palestinos padecen, en cada masacre sionista, heridas nunca antes vistas, producto de sustancias prohibidas (uranio empobrecido, fósforo blanco, etc.) y de nuevas tecnologías que «científicos» israelíes y norteamericanos desarrollan en conjunto. Es que los neocon de EE.UU. e Israel son aliados estratégicos, y su cooperación en Medio Oriente es innegociable. Por eso, comparten ejercicios militares, y también, el «arte» de generar nuevas armas de destrucción masiva.

Vale la pena mencionar que Israel genera muchos recursos económicos en la venta de armas, siendo actualmente el cuarto vendedor en el mundo. Los sionistas muchas veces se han encargado de suministrar armamento a dictaduras de África y América Latina, haciendo el «trabajo sucio» para el consuelo de sus aliados.

Lo que se sabe, pero no se dice demasiado, es que el Estado Islámico también recibió armamento gracias a la OTAN: había que derrocar a Bashar Al Asad. Es Turquía, país que forma parte de la misma, la que ha permitido suministrar armas y municiones a los mercenarios, con la colaboración económica de las petro-monarquías del Golfo, en especial Arabia Saudí, Kuwait y Qatar [2]. Muchos de estos mercenarios recibieron entrenamiento por parte de la CIA en Jordania y, otra vez, en Turquía. Los mercenarios, bien pagados por las monarquías, ya venden petróleo iraquí de «contrabando», asesinan al mejor estilo israelí, con un pizca de propaganda al estilo Hollywood, demostrando que han aprendido bien sus lecciones.

Para ser más específicos con la OTAN, citamos:

«El EI ha obtenido tanques, vehículos blindados, armas antitanque, morteros, cohetes, equipos de comunicaciones y chalecos antibalas de Bulgaria, Croacia, Rumania y Ucrania.

‘El EI ha utilizado armas norteamericanas capturadas en Iraq, pero la mayor parte de su material fue suministrado por países de Europa Oriental y fue pedido hace más de un año´, según afirmó una fuente diplomática a Middle East Newsline.

Los servicios de inteligencia de la OTAN facilitaron el pago y el envío de armas desde Europa bajo la cobertura de suministros humanitarios a Siria.

Según la agencia RIA-Novosti, el EI comenzó a pedir armas y equipos militares a principios de 2013. La agencia señala que Croacia proporcionó vehículos blindados y lanzacohetes, mientras que Rumania vendió tanques y Ucrania más vehículos blindados. Bulgaria suministró municiones.» [3]

Por supuesto, Israel también entrega armas a los mercenarios takfiríes:

«El semanario francés [Le Canard Enchainé] ha desvelado en los últimos meses que el Ejército israelí ha ampliado su ayuda militar en el marco de un programa conjunto que incluye a EEUU, Jordania y Arabia Saudí y que busca incrementar la ayuda a los grupos rebeldes sirios que combaten al Ejército de Bashar al Assad.

Una parte de esta ayuda ha terminado en manos del Frente al Nusra, cuyos combatientes están mezclados con los rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL).» [4]

No hay dudas de que el Mossad colabora con información que comparte a los terroristas del «estado islámico». En rigor, esta actitud también la encontramos en el pasado:

«El Mossad, servicio de inteligencia israelí, estableció un diálogo con los talibán por medio de las oficinas de enlace que éstos tenían en Estados Unidos y con las compañías petroleras.» [5]

Paradoja hoy, el Estado Islámico empieza a entrometerse con los intereses petroleros norteamericanos [6], y amenaza abiertamente a las monarquías que financiaron su creación. Desde Siria, donde eran fichas manejables y tuvieron que retirarse luego del abandono de sus progenitores [7]; a Iraq, intentando tener agenda propia -aunque «coordinando» con Obama la retirada del primer ministro Nur Al Maliki [8]-, el Estado Islámico fantasea como el «Gran Israel».

 

2-Ambos estados justifican su existencia y accionar desde fundamentalismos religiosos

Así como Israel se sustenta ideológicamente con el sionismo, también es cierto que la religión judía ha sufrido una seria tragedia al querer justificar su vinculación con los proselitistas sionistas. La actual crisis en Israel por imponer «un estado judío» es señal de lo que mencionamos.

El mito de «la tierra de Israel», utilizando forzosamente al Antiguo Testamento, sumado el acompañamiento de las masacres sionistas de gran parte de los judíos, se explica por la fusión de las ideas sionistas con el Judaísmo. Las barbaridades doctrinales de los rabinos fundamentalistas tienen su razón de ser: los «gentiles» palestinos merecen ser asesinados y masacrados por el «pueblo elegido»:

«Hemos visto en la Halaja [ley religiosa judía] que incluso existe causa para matar a los bebés de gentiles que no violan las siete leyes otorgadas por Dios a Noé por la futura amenaza que causarán si son criados por gente malvada como sus padres» [9].

Más arriba hablábamos de la misma agenda entre los neocon de Israel y los republicanos de la Casa Blanca; como ambos promueven el sionismo, por eso vamos a encontrar a cristianos sionistas -siempre muy bien financiados- que acompañan y promueven sin discusión el apoyo incondicional a Israel. Esto tiene su correlato con muchos «intelectuales» -otra vez, bien pagos y conocidos- que insisten en las raíces comunes del «pueblo judío» con la civilización occidental, esta hija de la cultura «judeo-cristiana». En fin, Occidente es todo judío, incluso los cristianos, así que es natural que luchen contra la barbarie musulmana.

Sabemos que desde el «choque de civilizaciones» [10] en adelante, el Islam es el nuevo enemigo: atrasados, subdesarrollados, fanáticos, fundamentalistas, terroristas, ultra-islámicos, integristas…y la lista sigue. Todos sin excepción, desde la izquierda a la derecha, desde el progresismo a los conservadores, señalan a los musulmanes como un problema a resolver.

Edward Said dirá:

«Para la derecha, el islam representa barbarismo; para la izquierda, una teocracia medieval; para el centro, una especie de exotismo desagradable. A pesar de que se sabe muy poco sobre el mundo islámico existe un acuerdo de que allí no hay demasiado que se pueda aprobar.» [11]

Las soluciones van desde la integración a la modernidad, o lo que es lo mismo, reducir el rol del Islam a una moral individual, pasando por el genocidio para aquellos que ven en cada turbante o velo a un Bin Laden.

La fuerza de los medios masivos de comunicación es acompañada, desgraciadamente, por expresiones del Islam que son repugnantes. Es el caso de los mercenarios del Estado Islámico. Su corriente Wahabí-Salafí-Takfirí [12] es, indudablemente, el enemigo interno dentro de los musulmanes. Esta ideología, financiada por Arabia Saudí por ser su doctrina nacional, es un virus que se expande dentro de los musulmanes de la corriente sunní. El Sunnismo, doctrina mayoritaria dentro del Islam, debe resolver con urgencia su compromiso con una adecuada compresión de sus enseñanzas [13]. Es penoso ver incluso a muchos musulmanes sunníes que se desentienden con ligereza de esta tendencia, pero que sin embargo, en su accionar y pensar, se perciben rastros penosos de estas ideas.

Es interesante marcar de pasada que tanto el Sionismo como el Wahabismo estuvieron muy vinculados en sus comienzos al Reino Unido, y luego a EE.UU, ya consolidados. También es necesario denunciar la actual hipocresía de ambos países junto con el resto de la Unión Europea, quienes permiten la difusión de un islam mutilado a cambio de seguir recibiendo gran cantidad de dólares en sus bancos internacionales:

«El año 2008 marcó un hito en la aparición de instituciones islámicas, productos financieros islámicos y en la participación de los capitales árabes en el sistema financiero internacional. Los analistas de los mercados hablan de «transformación geo-económica» para retratar las mutaciones que se operaron desde ese entonces.

En plena tormenta financiera, Merryl Lynch, tercer banco de inversiones de Estados Unidos, tuvo que recurrir a fondos de Kuwait y Singapur para sobrevivir. A su vez, el primer banco norteamericano, Citigroup, siguió el mismo método y buscó su rescate en los Fondos Soberanos de Kuwait y Singapur. Citigroup recibió un total de 22 mil millones de dólares oriundos de Asia o Medio Oriente (el príncipe saudita Salid Ben Talal ya era accionista de este banco). Otro Fondo soberano de Abu Dhabi adquirió, en 2007, el 5 por ciento del constructor de automóviles italiano Ferrari. Ni siquiera una institución tan venerada como la Bolsa de Londres escapa a ese movimiento. La Bolsa de Dubai y el Qatar Investment Autority (QIA) adquirieron la mitad del London Stock Exchange, es decir la Bolsa londinense.

Las cifras gigantescas testimonias un lenguaje doble: Occidente cierra los ojos ante los capitales provenientes de los países sospechosos de estar en el entorno del Islam radical, pero aprueba leyes y disposiciones administrativas agresivas en contra de los musulmanes. La discriminación apunta al color de la piel y a las costumbres, no al origen del dinero.» [14]

 

3-Los mismos amigos, los mismos enemigos.

Las imágenes de Netanyahu visitando en los hospitales de Israel a los mercenarios takfiríes ha sido difundida por los mismos medios sionistas. Que Israel ha bombardeado Siria cuando Bashar Al Asad se encontraba en plena crisis con los terroristas también es sabido. Los gestos de amistad entre Arabia Saudí e Israel fueron públicamente anunciados por ambos gobiernos… y la enemistad de los sionistas y los takfiríes hacia el «Eje de la Resistencia» es evidente.

Ambos, los israelíes y los mercenarios wahabíes, tienen una guerra declarada contra Irán. Si los primeros sufren el apoyo incondicional de la nación persa a Hezbollah y a Hamas (sunní, vale mencionar!); los segundos ven en los shiítas la representación del mal absoluto. Quieren desesperadamente hacerlos desaparecer del mundo islámico, porque saben, intuyen, reconocen, que sus mentiras no merecen el menor análisis histórico-teológico (y no al revés, pues su formación ideológica nace de circunstancias concretas de injusticia), y ven en los shiítas la posibilidad de aplicar la «solución final»: como no pueden en el debate, quieren exterminar a los seguidores de Karbalá.

Si el musulmán europeo, ingenuo, viaja pensando en luchar contra los «herejes» del Islam, las monarquías saben bien que toda la pantalla de guerra «sunní-shií» es útil porque esconde las profundas raíces del verdadero conflicto. Se trata de liberar a los pueblos árabes-musulmanes de la OTAN, y de expulsar a su base sionista de la región. Los cipayos de siempre se hacen presentes para retardar la batalla que, desgraciadamente, llegará.

EE.UU. con sus títeres regionales mantiene el «caos controlado», gana tiempo mientras nadie gane; hace ya más de tres años que tienen a Siria luchando mientras su país se desangra; los combatientes de Hezbollah también han entrado en la batalla. Incluso Irán -en plena negociación por su programa nuclear- interviene directamente en Iraq, país que quieren establecer como estado fallido y así impedir que siga el curso de la historia en su alianza con el «Eje de la Resistencia».

Pero los enemigos continúan… la baja del precio del petróleo, con Arabia Saudí a la cabeza, no sólo intenta presionar a las tecnologías nuevas que encarecen la producción y por lo tanto restan ganancias; también hay una declarada guerra económica contra Irán y Rusia, cuando ambos países sufren las sanciones económicas de Occidente.

Si el Medio Oriente no se explica sin las políticas de Israel, los sauditas e Irán, también es cierto que estos actores juegan sus fichas en la guerra entre EE.UU. y los BRICS, principalmente Rusia y China. Desde Ucrania hasta Hong Kong, pasando por el «estado islámico», todo es parte de lo mismo.

El mundo cruje por todos lados. Transitamos un profundo cambio. Todavía los pesos pesados discuten sus diferencias intentando arrebatarse piezas de sus respectivos tableros de influencia. La globalización se quiere imponer, sin dejar rastro de resistencia a su hegemonía; otros suspiran con ese mundo unipolar del pentágono, con un «nuevo siglo americano»…el resto, nosotros, seguimos apostando a un nuevo orden mundial multipolar.

@kamelmdp

Notas

[1] «Bien es verdad que desde el comienzo de los ataques del 8 de julio no se ha otorgado ningún permiso de exportación con destino Israel en base a la ley sobre el control de armamento bélico, pero ya se habían aprobado anteriormente exportaciones en el ámbito de los submarinos por valor de 599,24 millones de euros, así como detonadores de armas por valor de 908.150 euros», informó el Ministerio de Economía alemán. Véase http://www.dw.de/alemania-entreg%C3%B3-armas-a-israel-en-pleno-ataque-a-gaza/a-17861788

[2] Véase http://www.telesurtv.net/news/Quien-financia-al-Estado-Islamico-20140821-0026.html

[3] Al Manar (16/8/14) Véase también en:http://islammdp.blogspot.com.ar/2014/08/paises-de-la-otan-armaron-al-ei.html

[4] http://www.almanar.com.lb/spanish/adetails.php?eid=79737&cid=23&fromval=1&frid=23&seccatid=30&s1=1

[5] Ahmed Rashid, «Los Talibán», ed. Península, pág. 236.

[6] «El Kurdistán produce 43 mil 700 millones de barriles de los 143 mil millones de barriles que conforman las reservas iraquíes, además de 25 mil 500 millones de barriles de reservas no comprobadas y tres de los seis millones de metros cúbicos de gas que produce el país.» Robert Fisk en La Jornada, http://www.jornada.unam.mx/2014/08/13/opinion/026a1mun

[7] Mohamed Balut,en el diario libanés As Safir, (07/01/2014)

[8] Véase «Una interpretación del golpe en Mosul y sus consecuencias», en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=186133

[9] http://internacional.elpais.com/internacional/2009/11/19/actualidad/1258585205_850215.html

[10] «Mi hipótesis es que la fuente fundamental de conflicto en este nuevo mundo no será, principalmente, ideológica ni económica. Las grandes divisiones entre la humanidad, y las fuentes dominantes de conflicto, serán culturales. Los estados-nación seguirán siendo los actores más poderosos en los asuntos mundiales, pero los principales conflictos de la política global ocurrirán entre naciones y grupos de diferentes civilizaciones. El choque de civilizaciones dominará la política mundial. Las líneas de falla entre civilizaciones serán las líneas de batalla del futuro.» Samuel P. Huntington (1928-2008). The Clash of Civilizations? Para Foreign Affairs, 1993.

[11] Edward Said, Covering Islam. How the Media and the experts determine we see the rest of the World. Routledge & Kegan Paul, Londres 1985; pag. XV

[12] Aquí más información: http://islammdp.blogspot.com.ar/search/label/wahabismo

[13] http://www.elmundo.es/internacional/2014/06/30/53b18385268e3e1e1c8b4584.html

[14]  Por Eduardo Febbro, en http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-144412-2010-04-23.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.