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Segunda parte de la entrevista a Rogelio Polanco, Jefe del Departamento Ideológico del Partido Comunista Cubano

«Las transformaciones tienen que ser profundas» (II)

Fuentes: Rebelión [Foto: Jóvenes cubanos (Anabel Díaz, Granma)]

KD : El desafío con la juventud es grande. Hay un grupo de jóvenes que está emigrando. ¿Significa eso que ya no ven perspectivas en su propio país y piensan que van a estar mejor en otra parte?

RP : Estados Unidos ha utilizado históricamente la cuestión migratoria de una manera manipulada para provocar un ataque a la esencia de nuestro sistema socialista. Recordemos que esto ocurre desde los inicios mismos de la Revolución. En su inicio Estados Unidos recibió a los principales personajes de la tiranía de Batista. Los protegió y después de eso intentó generar acciones de desestabilización cuyo elemento esencial era la migración. Recordemos aquella operación denominada “Peter Pan” que provocó la salida de 14.000 niños de Cuba con la propaganda de que la Revolución iba a retirar la patria potestad, una perversa maquinación. Y después, en varios momentos Estados Unidos y el gobierno estadounidense utilizaron la cuestión migratoria para generar desestabilización dentro de Cuba y mostrar, además, la Revolución y el socialismo cubano como fallidos, para presentar a cubanos que huían de una supuesta persecución política. A partir de esos fundamentos manipulados establecieron normas legales en Estados Unidos con unas facilidades migratorias exclusivas para los cubanos que no se otorgan a ninguna otra nación de América Latina, como, por ejemplo, la Ley de Ajuste Cubano del año 1966 por la que cualquier cubano, por el solo hecho de llegar a territorio de Estados Unidos, sin presentar siquiera una tarjeta de identidad, diciendo exclusivamente que es cubano, se le admite y al año se le dan facilidades para residir de manera legal en el país. Como sabemos, todo eso generó en diferentes momentos confrontaciones sobre el tema migratorio. Cuba ha decidido flexibilizar sus leyes migratorias y facilitar que todo aquel ciudadano cubano que desee viajar a otro país, permanecer durante determinado periodo de tiempo o incluso establecerse en otro país, pueda hacerlo. La condición misma de nuestro socialismo solo es posible sobre la base de la participación voluntaria de quienes desean llevar adelante nuestra sociedad y además vivir en Cuba o, a su vez, permanecer en otro país y mantener vínculo con su nación.

Hoy miles de cubanos viven fuera de Cuba, mantienen un vínculo normal con su patria y vuelven sistemáticamente. Incluso muchos participan activamente en acciones de solidaridad con su país de origen. Vamos a lo que los analistas de la ciencia social y de la demografía denominan una migración de circularidad que hará cada vez más normal que los ciudadanos cubanos e incluso de otros países permanezcan durante períodos de tiempo en otras naciones y vengan a su país de origen, y puedan tener una relación cada vez más normal. Esto lo está impidiendo el gobierno de Estados Unidos, que usa la cuestión migratoria y la existencia de un sector que tiene amplia influencia en los resortes del poder político en Estados Unidos para mantener una política migratoria que va contra la migración legal, ordenada y segura, porque lo que, precisamente, provoca todo lo que sea impedir una migración normal es estas acciones de desestabilización.

En el último período Estados Unidos cerró su consulado en La Habana y, por tanto, obligó a los cubanos a ir a un tercer país para solicitar un visado para viajar a Estados Unidos. Durante estos años el gobierno estadounidense ha limitado la concesión de visados y ha creado mayores dificultades para las relaciones normales entre los cubanos que viven en Cuba y los que residen en territorio estadounidense. Es una tremenda contradicción, porque al facilitar que cualquier cubano que llegue a territorio de Estados Unidos pueda entrar sin necesidad de trámites legales o consulares normales, estimula la salida por vía no legal, desordenada e insegura. Y entonces exacerban mediáticamente cualquier incidente de esta naturaleza; realmente es muy perverso. Y solo se explica por el hecho de que estén subordinados a un núcleo político que, particularmente en Florida, influye de manera muy negativa en la toma de decisiones del gobierno por supuestos intereses electorales o polítiqueros en relación con Cuba. Así que hay que denunciarlo porque están castigando a la familia cubana. Están castigando las relaciones entre los miembros de la familia. Están castigando a toda una nación por mezquinos intereses políticos. Estados Unidos siempre ha manipulado la cuestión migratoria entre Cuba y Estados Unidos en el período revolucionario.

Esto ha llegado ahora a determinado niveles debido a estos elementos que he mencionado antes: al cierre del consulado, a las limitaciones de concesión de visados y al hecho de que durante varios años se han limitado los viajes normales y el número de visados acordado en los acuerdos migratorios entre ambos países. En el caso de Estados Unidos era de al menos 20.000 anuales, pero durante estos años la cantidad ha sido muy inferior. Y, por otro lado, recordemos que hemos tenido dos años de pandemia en los que, además de eso, se han limitado los vuelos internacionales y la salida por fronteras de diferentes países. Estados Unidos limitó extraordinariamente la cantidad de vuelos desde su territorio y estableció restricciones extraordinarias a las líneas aéreas, a las agencias de viajes, con el objetivo de generar irritación, de crear descontento dentro de Cuba. Lo que estamos viendo es la aplicación metódica del llamado Memorándum de Lester Mallory, que era un Secretario de Estado estadounidense que en el año 1960 escribió a sus superiores para describir cómo debía ser la política del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba con el fin de lograr sus objetivos. De forma muy general, el memorándum afirmaba que en Cuba no hay oposición política. La mayoría de la población apoya al gobierno. Sin embargo, hay que hacer todo lo posible para reducir el acceso a ingresos. Reducir el impacto que puedan tener los salarios para generar descontento, para generar hambre y desesperación en el pueblo, y que con eso se derroque al gobierno. Ahora se ha exacerbado a unos niveles extraordinarios porque además de todos los instrumentos de carácter económico, tiene el impresionante poder mediático.

Efectivamente, nosotros tenemos un potencial migratorio y el objetivo principal de que Estados Unidos acuda a ese potencial migratorio, relacionado fundamentalmente con la juventud, es también que esa fuerza joven, preparada gracias a la Revolución, con capacidad para el desarrollo intelectual, no se quede en el país, sino que emigre fuera de él. Por una parte, nuestra nación está en proceso de envejecimiento, que es el proceso natural de las sociedades desarrolladas. En el caso de Cuba, un país subdesarrollado, se logra gracias a los altos índices de salud, de atención médica y atención social. Por otra parte, hay un decrecimiento poblacional y vamos a tener un mayor porcentaje de habitantes en la tercera edad. Vamos a tener que dedicar cada vez mayores recursos económicos a atenderlos. Menos integrantes de la población económicamente activa van a tener que generar un mayor porcentaje del Producto Interno Bruto para atender al bienestar de esa población que no participa directamente en la producción de bienes y servicios. Así que, si a eso se le suma la idea de estimular la migración, particularmente de la juventud y de las personas más preparadas, de las que tienen estudios universitarios, por supuesto es también una manera de incidir negativamente en la economía del país.

Tenemos que lograr que la realización personal y profesional de nuestros jóvenes se produzca en Cuba y para eso tenemos que garantizar cada vez más las condiciones de vida, y las políticas dirigidas a la juventud que faciliten que ese proyecto de vida personal se pueda realizar de manera más efectiva en su patria. Sin negar, por supuesto, que todo aquel que desee emigrar lo pueda hacer porque está en su derecho. El objetivo debe ser que logremos el aporte de la inmensa mayoría de la juventud a la sociedad y que, desarrollando su capacidad individual, su desarrollo profesional, pueda aportar al interés colectivo. El gobierno revolucionario ha estado especialmente dedicado en los últimos tiempos a estimular que se diseñen políticas públicas dirigidas a la juventud. Se han creado grupos de trabajo del gobierno que, con la participación de expertos y con diferentes disciplinas y estructuras del gobierno, puedan a corto plazo presentar algunas proyecciones de esas políticas en el ámbito del empleo, de la superación, de la vivienda y de otras facilidades especialmente dirigidas a la juventud.

Foto: Jóvenes de la UJC, la asociación juvenil comunista de Cuba (Granma)

Una labor esencial es la que tiene que realizar el movimiento juvenil para lograr una mayor participación de la juventud en la toma de decisiones, para lograr que esté cada vez más representada en todos los ámbitos de la vida económica y social del país. Que se tengan en cuenta sus consideraciones, sus criterios, sus propuestas. Que cada vez los jóvenes puedan transitar de manera más expedita en las organizaciones económicas de empresas estatales socialistas para asumir cargos de dirección. Que cada vez estén más representados en las principales órganos de toma de decisiones del país. Tenemos que acelerar esas acciones dirigidas a los jóvenes y en particular a los jóvenes universitarios. Y empezando desde las edades más tempranas, tenemos que lograr, por ejemplo, un esfuerzo para que los estudiantes de la enseñanza media estén mejor preparados, que logren transitar por los diferentes niveles de estudios, ya no solo preuniversitarios, si no técnicos, profesional. Que encuentren empleo y encuentren además facilidades de estudio para continuar su preparación hacia el futuro.

Esos son los grandes desafíos, también dirigidos a nuestras generaciones mas jóvenes. Sin embargo, hay conciencia de la necesidad de trabajar mucho mejor. Trabajar mucho más con los jóvenes, involucrarlos activamente en los principales procesos y transformar, además, todo el entorno relacionado a nuestra juventud.

KD : ¿Se hace un trabajo específico en las redes sociales para llegar a la juventud?

RP : Yo creo que es todavía muy incipiente. Todavía estamos todos en un proceso de aprendizaje de lo que es el espacio publico digital. Recordemos que Cuba llegó tardíamente a todo el desarrollo tecnológico debido al bloqueo de información y comunicación, lo que ha limitado nuestra propia capacidad para generar contenidos, para comprender ese ecosistema comunicacional.

El acceso a Internet en los celulares y los teléfonos móviles se inició hace menos de cuatro años. Hoy más de 7 millones de cubanos tienen ya acceso por esa vía a Internet. La capacidad para acceder a cada nueva tecnología ha sido bastante acelerada desde el punto de vista tecnológico. Y, a su vez, se va ganando en conciencia, incluso promovido por la dirección del Partido y de las organizaciones de la sociedad, de que no es posible mantener una dicotomía entre el espacio físico y los espacios digitales. Tenemos que lograr que se comprenda que ambos espacios hoy tienen una relación dialéctica y que todo aquello que se realiza en el espacio físico ha de tener un correlato en el espacio público digital, porque si no, estaríamos autoexcluyéndonos de un ámbito esencial para el desarrollo, incluso del ser humano. Hoy buena parte del desarrollo del conocimiento humano, del acceso a información y de todos los procesos tecnológicos ocurre en el ámbito digital. Va a ser cada vez más así. En la medida en que logremos acelerar el proceso de transformación digital de la sociedad, vamos a tener una economía más eficiente, procesos tecnológicos más eficientes y procesos sociales más eficientes.

La pandemia nos obligó en corto tiempo a desarrollar unos métodos de enseñanza en los que no habíamos avanzado mucho. Sin embargo, durante buena parte del desarrollo del método de enseñanza y aprendizaje en el período de la pandemia tuvimos que incursionar en entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje creados para ello, con la dificultad de la conectividad y del acceso a tecnología de buena parte de nuestra población. Aún así, cada vez se avanza más en la transformación digital de la sociedad. Todavía a un ritmo que está muy lejos de ser lo que necesitamos. Requerimos transformar buena parte de nuestros procesos para ir a una mayor eficiencia en apropiarnos de esa verdadera transformación digital. Hoy podríamos tener mucho mejor rendimiento en áreas diversas de la economía y de los servicios si hubiéramos podido avanzar más rápidamente en el desarrollo de las transformaciones digitales en el país. Lo vamos a ir logrando. Vamos a tener cada vez mayor capacitación, superación. Y cada vez vamos a tener nuevas generaciones que vienen ya, como decimos de manera coloquial, con el chip digital incorporado. O sea, que viene de los llamados nativos digitales, no los que nacimos en una edad analógica.

Yo creo que el país con la conducción de la dirección de la Revolución, que tiene un gran voluntad de que avancemos más rápidamente en este ámbito, vamos a lograr generar contenido y generar cambios trascendentes en poco tiempo en el ámbito digital. Esto va a requerir soberanía tecnológica, desarrollar nuestras propias aplicaciones, nuestras propias plataformas que nos den esa soberanía, y también va a requerir de todos nosotros un esfuerzo mayor para que transitemos de manera más acelerada hacia esos procesos de transformación, en todos los ámbitos, en lo político, en lo económico, en lo social, en lo cultural. Por ejemplo, el gobierno ha considerado que la informatización y ahora la transformación digital es uno de los pilares de la gestión de gobierno. Y el Partido también lo ha considerado. El Partido ha creado un grupo para su transformación digital. Ya no puede ser que estemos promoviendo esa transformación digital en todos los ámbitos de la sociedad y que nuestro Partido, fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado tal como establece el Artículo 5 de nuestra Constitución, no esté en la vanguardia de la transformación digital. Tenemos que lograrlo, y en el menor tiempo posible, que nuestros procesos políticos también asuman la transformación digital como algo esencial para una mayor eficiencia en el trabajo político e ideológico. Y así lo venimos haciendo también en todo lo relacionado con nuestra juventud, que asuma rápidamente estos códigos digitales.

Ya hay experiencias muy interesantes del uso por parte de nuestros jóvenes de importantes aplicaciones, formatos digitales. Queremos, por ejemplo, desarrollar cada vez más todo lo que son aplicaciones cubanas, aplicaciones relacionadas con mensajería instantánea o el uso audiovisual en la web o el uso de los videojuegos producidos por realizadores cubanos, con nuestros formatos, nuestra estética y también nuestros valores. El mundo digital es muy amplio. Hay un horizonte abierto que está ahí, a la espera de nuestra cada vez más intensa participación para su aprovechamiento y transformación.

Tenemos que generar contenidos hasta el infinito y de manera creativa. El consumo de audiovisuales en las nuevas generaciones es exponencial y por esa vía están llegando valores, esencias e identidades cuyos objetivos hoy son más fáciles de lograr que con la lectura de un libro. Aunque hay que seguir impulsando la lectura, pero hoy el consumo de audiovisual, el consumo de todos estos nuevos formatos del ecosistema digital se convierte en un elemento esencial del conocimiento humano y de la formación de valores. Tenemos que lograr apropiarnos de ese formato.

En el Congreso del Partido celebrado el año pasado se establecieron los tres pilares de la esencia de la labor del Partido y de la gestión de gobierno: informatización, comunicación y ciencia e innovación. Los tres están vinculados entre sí. En el caso de la comunicación también tenemos que dar un salto cualitativo superior. Acabamos de publicar un proyecto de Ley de Comunicación Social. Va a ser la primera Ley de Comunicación Social que haya tenido el país en la historia revolucionaria. Este anteproyecto de ley se va a debatir en debates especializados en diferentes instituciones, pero también está abierto a que la población y a todos los ciudadanos puedan expresar sus opiniones. Vamos a llevarlo a votación en la Asamblea Nacional este año, para lo cual vamos a tener una norma jurídica de nivel de ley que va a permitir desarrollar y ejecutar la política de comunicación del Estado y gobierno en los ámbitos institucionales, mediáticos y comunitarios. Son diferentes ámbitos en los cuales la comunicación se desarrolla.

Además de eso, estamos creando un Instituto para la Comunicación Social, es decir, una entidad de gobierno que conduzca a los procesos de comunicación social del país. Estamos planteando que en todos los niveles e instituciones las estructuras que se encarguen de la comunicación tienen que estar jerarquizadas al máximo nivel de dirección, porque la comunicación es recurso estratégico de dirección. Tenemos que trascender la manera todavía muy limitada en que desarrollamos los procesos de comunicación dentro de la organización que incluye el Partido y lograr, además, una mejor comunicación externa, no solo con los militantes, sino con toda la población. Y así debe pasar con todas las instituciones y organismos de la Administración Central del Estado, con las organizaciones de masas. La comunicación se convierte en un instrumento esencial de la labor política. Tenemos que preparar mejor a nuestros recursos humanos en materia de comunicación.

Ahora estamos desarrollando una experiencia para la transformación del modelo de gestión económica, editorial y tecnológica de los medios de comunicación del país. Necesitamos darle una mayor capacidad para reflejar la realidad de Cuba y también que se permita a esos medios tener ingresos para su sostenibilidad, que garantice crear mejores capacidades tecnológicas para enfrentarse a este nuevo ecosistema digital. Estamos, además, fortaleciendo la formación de nuestros periodistas. Estamos desarrollando una experiencia nueva seleccionando a los futuros aspirantes a la carrera de Periodismo desde que comienza el grado dos para que puedan estar durante un año preparándose de manera especial y una vez ingresen a la carrera de periodismo puedan estar mejor preparados del punto de vista profesional y también en valores.

Son diferentes ideas que estamos desarrollando para darle cada vez más importancia a la comunicación digital, tanto a la informatización o transformación digital como a la comunicación y la ciencia, la innovación, buscando que más expertos en diferentes disciplinas participen de la toma de decisiones del gobierno y del Partido. Yo creo que en el menor tiempo posible nos va a dar más resultados para mejorar la acción de nuestras organizaciones.

KD: ¿Conoce a Vijay Prashad? Estuvimos en un encuentro con él en la Casa de Las Américas. Una de sus tesis es que no es suficiente la batalla de las ideas, también hay que tener una batalla de las emociones.

RP: Totalmente de acuerdo. Efectivamente, tenemos que ir a las emociones. No solo a la reflexión, al pensamiento, a las acciones en el ámbito teórico, sino que también hay que ir a la subjetividad humana, a las emociones, a encantar, enamorar, cautivar a los seres humanos. Buena parte de la labor que se realiza hoy por la vía de las redes sociales tiene un gran elemento de emotividad, a veces emotividad negativa, ya que genera odio, animadversión. Tenemos que ir al alma, al corazón, a los sentimientos, para también por esa vía lograr la movilización humana, la participación activa.

Es lo que uno hace cuando se enamora. ¿A qué otra cosa vamos sino a generar sentimientos de empatía, de emociones y a enamorar, a cautivar a la otra persona? Tenemos que hacerlo también en la política, Pero hacerlo bien, no puede ser ni manipulado ni fabricado, sino que tiene que fluir de manera natural. Nuestras organizaciones también tienen que fortalecer ese ámbito y para eso tenemos que lograr que nuestros mejores militantes, intelectuales, escritores y realizadores pongan en función de ese amor colectivo toda su profesionalidad y su talento. Hemos tenido experiencias recientes de series televisivas que han cautivado a parte de la población, en particular a la juventud, o a veces una canción, a través de la música, del baile o de una obra de teatro, a través del arte y la cultura en su expresión de carácter artístico se logra llegar a esos sentimientos. Y tenemos que tener en cuenta que la política también pasa por ese ámbito de las emociones, de cautivar al otro. Es esencial. Apartarnos de eso sería apartarnos de todo lo que hace la esencia del ser humano. También tenemos que enamorarnos.

Decía el Che que un revolucionario está motivado por grandes sentimientos de amor. Es el amor en toda su expresión, así que seguimos enamorados.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.