(10 de enero) Helicópteros israelíes irrumpieron esta tarde en ciudad de Gaza para soltar miles de hojas volantes en las que anuncian una «intensificación» de sus ataques en territorio palestino, pero el único indicio de que las fuerzas armadas de Tel Aviv se preparan para una nueva ofensiva se registró este sábado cuando una columna […]
(10 de enero) Helicópteros israelíes irrumpieron esta tarde en ciudad de Gaza para soltar miles de hojas volantes en las que anuncian una «intensificación» de sus ataques en territorio palestino, pero el único indicio de que las fuerzas armadas de Tel Aviv se preparan para una nueva ofensiva se registró este sábado cuando una columna de tanques avanzó de las inmediaciones de Jabaliya hacia los límites de la capital regional.
Las aeronaves dejaron caer miles de octavillas en las que advirtieron que sus ataques se centrarán en la destrucción de arsenales y túneles para el contrabando de armas, por lo que pidieron a los habitantes de Gaza «mantenerse alejados de esos objetivos y cooperar con nosotros».
La aparición de los helicópteros -que en los 15 días que lleva la operación Plomo Endurecido han participado en persecución de vehículos y disparo de misiles- estuvo antecedida horas antes por enfrentamientos en las localidades del frente norte, Jabaliya y Beit Hanun, en un día de menor actividad militar respecto de la que hubo en las dos últimas semanas.
En Beit Lahiya, cerca de la frontera noreste de la franja de Gaza con Israel, la artillería móvil israelí disparó contra una casa y mató a tres miembros de una familia; casi al mismo tiempo, en Jabaliya, otros tanques lanzaron obuses contra una vivienda y dieron muerte a ocho personas, también de la misma familia.
También en Jabaliya, la aviación bombardeó presuntas posiciones de las milicias de Hamas -el partido político que en 2006 se hizo del control del gobierno palestino por la vía electoral- y, según el Ministerio de Defensa israelí, en el ataque falleció Amir Mansi, comandante de alto rango del movimiento de resistencia islámica, cuyos voceros no confirmaron la versión.
Poco después de registradas las hostilidades en Jabaliya, una columna de tanques se abrió paso desde esa localidad, entre escombros y caminos polvorientos, para avanzar hacia las inmediaciones de ciudad de Gaza, en un aparente fortalecimiento del sitio militar en el frente norte.
Además de esta movilización y del lanzamiento de octavillas, las fuerzas armadas de Tel Aviv no han dado más señales sobre una incursión en el centro de la capital regional, donde vive la mayoría del millón y medio de habitantes de la franja, donde no hay electricidad ni agua corriente y 750 mil personas dependen de la ayuda alimentaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Un total de 40 blancos fueron bombardeados por aviones de Israel, según información oficial, que no precisó los puntos geográficos, aunque el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, estaba en la ciudad de Rafah -en la frontera de la franja con Egipto- cuando la aviación israelí bombardeó blancos palestinos, ubicados a unos 500 metros de donde se encontraba el funcionario alemán.
Israel suspendió las hostilidades para permitir la atención de heridos y la recuperación de cadáveres -por cuarto día consecutivo-, pero según un despacho de la agencia Reuters, que citó a testigos, al menos dos tanques dispararon hacia objetivos en las inmediaciones de ciudad de Gaza.
Tras recoger cadáveres en Jabaliya y Beit Hanun, los servicios de urgencia de la franja costera informaron que el saldo de la invasión israelí es de 854 muertos, incluidos 270 niños, 93 mujeres y decenas de hombres civiles, así como 3 mil 350 heridos.
Según fuentes del Ministerio de Defensa de Israel, en las dos semanas de guerra han muerto 300 combatientes palestinos, supuestamente miembros de Hamas, mientras que del lado israelí han fallecido 10 soldados y tres civiles.
Tras dos semanas de ofensiva sobre territorio palestino, tanto funcionarios del gobierno israelí como dirigentes del movimiento de resistencia islámica mantienen sus posiciones sobre el conflicto.
La canciller Tzipi Livni -en entrevista publicada por el diario estadunidense The Washington Post– dijo que la ofensiva militar no terminará hasta que el Estado israelí logre asegurarse de que el movimiento Hamas quedará imposibilitado de rearmarse, por lo que «pedimos tiempo».
A su vez, Jaled Meshaal, el líder en el exilio de Hamas, en un mensaje televisado este sábado en los territorio palestinos y países árabes, dijo que la agresión a Gaza acabó con «la posibilidad de negociar» y sostuvo que «el enemigo quería invadir la franja para poner fin al poder que ejerce Hamas, hacer cesar los disparos de cohetes e imponer una nueva realidad que le abra la vía a la exterminación de la causa palestina».
Agregó: «¿Qué queda de esos objetivos hoy? El enemigo ha fracasado al cometer un verdadero holocausto en el suelo de Gaza».
A las denuncias realizadas en la semana por la ONU y la Cruz Roja Internacional sobre violaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel al derecho humanitario establecido en la Convención de Ginebra (un texto de jurisprudencia internacional que desde mediados del siglo XIX ha incluido elementos para atenuar las consecuencias de las guerras entre civiles y combatientes), se sumó hoy la acusación de la organización Human Rights Watch, en el sentido de que la aviación israelí ha utilizado fósforo blanco en la franja de Gaza, una sustancia considerada arma incendiaria y prohibida por otro documento de validez jurídica internacional, la Convención de Armas Convencionales de 1980.
En El Cairo, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas -quien es miembro del partido Fatah, fundado por el líder histórico Yasser Arafat-, y representantes de Hamas sostuvieron contactos con miembros del gobierno de Egipto, que junto con Francia tratan de impulsar un plan para detener la guerra.
Uno de los puntos centrales de la negociación es la posibilidad de que una fuerza internacional garantice la paz entre Israel y Palestina, pero faltaría determinar si ésta se ubicaría en territorio de Palestina o de Egipto.
Otros puntos del plan de paz pretenden acabar con el bloqueo económico y militar israelí sobre la franja de Gaza y el fin del contrabando de armas por Rafah.