El último movimiento geopolítico ruso se puede considerar una verdadera jugada maestra. Justo en el momento en el que Estados Unidos participa proporcionando apoyo aéreo en la batalla por la liberación de Mosul de manos del Daesh, una ciudad en la que permanecen sitiadas alrededor de un millón de personas, Rusia deja de bombardear Alepo […]
El último movimiento geopolítico ruso se puede considerar una verdadera jugada maestra. Justo en el momento en el que Estados Unidos participa proporcionando apoyo aéreo en la batalla por la liberación de Mosul de manos del Daesh, una ciudad en la que permanecen sitiadas alrededor de un millón de personas, Rusia deja de bombardear Alepo para abrir posteriormente corredores humanitarios de evacuación de la ciudad.
Ya hemos hablado muchas veces que las treguas firmadas con Estados Unidos en Alepo, no era sino auténticas trampas para permitir el abastecimiento y el reagrupamiento de las milicias terroristas. Ninguna de ellas se implementó por motivos humanitarios, el humanitarismo en boca del Pentágono es una simple excusa para lograr imponer su agenda político-militar. No obstante, cuando la potencia de fuego mediático está toda de tu contra, a veces se hace necesario hacer ciertas concesiones al enemigo en forma de aceptación de acuerdos envenenados.
Pero esta vez es diferente. No va a ser otra pérdida de tiempo en el terrible juego contra el reloj que tiene lugar en la ciudad mas importante de Siria, convertida también coyunturalmente en la ciudad más importante del mundo. Rusia va a demostrar que, sin la ‘colaboración’ de Estados Unidos, es capaz de implementar acciones de protección de la población civil mantenida como rehén y como escudo humano en el este de Alepo. Por cierto, tras intoxicar con unas estimaciones de habitantes de alrededor de un cuarto de millón de personas para magnificar el impacto del cierre del cerco a los terroristas que lo mantienen invadido a sangre y fuego, ya se admite que no superan los 60.000, frente al millón de personas que habitan la zona liberada de la ciudad, absolutamente olvidados por la prensa occidental aunque sufran bombardeos indiscriminados por parte de los rebeldes -supuestamente moderados- apoyados por EEUU y sus aliados.
Además del impacto mediático y político de este hecho, dos de los corredores se van a habilitar especialmente para que los terroristas, recién afeitados, se marchen desarmados a áreas rurales ocupadas por sus correligionarios. Si, como se prevé, alrededor del 20% de los rebeldes se va a marchar del sector oriental de Alepo y lo haga también buena parte de la población civil, la toma de los distritos ocupados será cuestión de días. Pero, si por el contrario, los yihadistas siguen asesinando a todos aquellos que quieren abandonar la ciudad, ya nadie dudará de que se trata de meros terroristas indignos de la más mínima consideración como opositores armados ante la opinión pública mundial.
Así que es el momento para que los que quieren optar al título de ‘rebelde moderado’ del año se lo ganen a pulso. Ya que al Qaeda ha manifestado que jamás va a abandonar Alepo, los que deseen diferenciarse de ellos tienen la ocasión de partir a campo abierto. Al Qaeda no está presente en todos los barrios y distritos de la urbe, por lo que quien quiera lograr ese marchamo, debería permitir marchar a los civiles por alguno de los corredores específicamente preparados para la población.
Como decía, la jugada es redonda, aunque Rusia no juega sola. Quizá todo se traduzca en un reparto de cromos. Mosul para EEUU y Alepo para Rusia, aunque dudo que el imperio renuncie tan fácilmente a su bocado, aunque mantener su hegemonía global unipolar sin tener que provocar una guerra mundial, tampoco es cosa simple…
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