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Lo que se puede esperar de las nuevas relaciones entre Cuba y EEUU

Fuentes: Público

La apertura de embajadas es un hecho simbólico pero tendrá pocos efectos prácticos porque sus respectivas Oficinas de Intereses en Washington y La Habana funcionaban como sedes diplomáticas y consulados desde hace ya muchos años. Lo más importante es que ambos gobiernos están dispuestos a conversar directamente sobre temas políticos y al más alto nivel. […]

La apertura de embajadas es un hecho simbólico pero tendrá pocos efectos prácticos porque sus respectivas Oficinas de Intereses en Washington y La Habana funcionaban como sedes diplomáticas y consulados desde hace ya muchos años. Lo más importante es que ambos gobiernos están dispuestos a conversar directamente sobre temas políticos y al más alto nivel.

Cuba y EEUU han dado el primer paso en el largo camino hacia la normalización pero los próximos años serán de un negociación intensa y el camino avanzado hasta ahora no la hará menos compleja. Aún quedan pendientes asuntos tan importantes como el del embargo económico que pesa sobre la isla desde hace medio siglo. Barack Obama no puede cambiar las leyes del Congreso pero parece dispuesto a utilizar todas las prerrogativas del poder ejecutivo para debilitar el bloqueo.

El hecho de que a partir de ahora la negociación sea pública facilitará la acción de aquellos que quieren sabotear el proceso. Sin embargo, como contrapartida, las empresas estadounidenses apoyarán a Obama en busca de un mercado que podría alcanzar los 5.000 millones de dólares en una situación de normalidad plena.

Las relaciones económicas siguen lastradas por el embargo, una ley que sólo pueden revocar los legisladores de EEUU. Además de ser el principal obstáculo, lo utilizarán para cuestionar la legalidad de cada una de las acciones presidenciales hacia Cuba. A pesar de ello, el optimismo se ve en las calles de la isla. Muchos creen que es el principio del fin del embargo económico, como el historiador Eusebio Leal: «El bloqueo fue dinamitado en su base, el bloqueo se derrumba solo», declara a Público.

Lista de países terroristas

Tampoco desaparece la prohibición de viajar a Cuba. La Casa Blanca flexibilizará las licencias pero la ley sigue prohibiendo el turismo en la isla. Seguramente llegarán más visitantes pero no es previsible una avalancha mientras haya que pedir permiso a Washington para viajar. De todas formas este crecimiento gradual le permitirá a Cuba preparase mejor para recibirlos. Los turistas estadounidenses gastan mucho pero también son más exigentes por lo que los cubanos se verán obligados a mejorar la atención y el servicio.

Tal vez el cambio más importante será cuando saquen a Cuba de la lista de países terroristas. Julia E. Sweig, experta en estudios latinoamericanos del influyente Consejo de Relaciones Exteriores de EEUU, lo valora como «el paso más importante que puede dar la administración Obama previo a la restauración plena de relaciones económicas». Y agrega: «Pondría a Cuba en un escenario normal en el cual sus vínculos financieros en todo el mundo, y con Estados Unidos, no estarían ya sujetos a las sanciones y el escrutinio de los mecanismos contra el terrorismo implementados tras el 11-S». El fin de la persecución de las transacciones internacionales de Cuba, la posibilidad de utilizar el dólar en sus negocios y la ampliación del límite en el envío de remesas familiares le dará bastante oxígeno a las arcas del Estado cubano.

Paradójicamente, las repercusiones económicas más positivas podrían ocurrir en los negocios de Cuba con terceros países, el riesgo de invertir o negociar con La Habana se ha reducido sustancialmente y ha aumentado el valor de las acciones de algunas de las empresas extranjeras que trabajan en la isla. El propio vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas, explica a este diario que todavía «hay que esperar para ver cómo se comportan las inversiones de EEUU pero lo que estamos seguros es de que no abandonaremos a nuestros antiguos socios». El periodista económico Ariel Terrero agrega: «No somos bobos para privilegiar a EEUU por sobre quienes trabajaron con nosotros hasta ahora. Cuando lleguen a sectores como el turismo se encontrarán con que ya hay inversiones importantes y consolidadas como las de España».Funcionarios clave en las conversaciones

Antes de que Obama y Raúl Castro se decidieran a conversar telefónicamente hubo mucho que negociar, muchas posiciones que acercar y mucha confianza mutua que restaurar. Esa larga y secreta negociación diplomática fue posible gracias a la habilidad de dos funcionarios claves: Ricardo Zúñiga y Josefina Vidal. A pesar de su juventud, Zúñiga es un veterano del Departamento de Estado de EEUU.

En 2000 fue designado a la misión diplomática en La Habana. En 2012 reemplazó a Dan Restrepo como principal asesor de Obama para América Latina en el Concejo de Seguridad Nacional. El origen latinoamericano de Zúñiga, su experiencia diplomática, su discreción y el conocimiento de primera mano de la realidad cubana le facilitó la tarea de acercar posiciones con «el enemigo» tras medio siglo de confrontación. Tuvo que enfrentarse a Josefina Vidal, la Jefa de la División América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, una diplomática muy experimentada en las relaciones con EEUU. Vidal ha sido un hueso duro de roer porque cuenta con la rara habilidad de ser muy firme en algunos temas que su Gobierno considera imprescindibles a la vez que se muestra abierta a negociar sobre cualquier tema.

Pero Vidal es mucho más que una diplomática, es uno de los cien cubanos que forman parte del Comité Central del Partido Comunista, lugar donde se deciden los asuntos más importantes de la nación y de donde salen incluso las recomendaciones para el Gobierno. Se trata de una mujer joven, perteneciente a la generación de líderes a los que Raúl Castro aseguró que se les entregará el poder, como es el caso del Vicepresidente Miguel Díaz Canel, candidato del Partido Comunista a la presidencia de Cuba.

Largas negociaciones

Zúñiga y Vidal fueron capaces de acercarse caminando a través de un campo minado, eliminando los obstáculos que imposibilitaban la confianza mutua imprescindible para que sus respectivos presidentes pudieran conversar sin temor a ser utilizados políticamente.

Todo lo hicieron en el más estricto secreto, conscientes de que el acercamiento gradual había fracasado ya muchas veces al caer en emboscadas de fuego cruzado. Arreglaron todo para que en un mismo día se anunciara el restablecimiento de las relaciones, el inicio de conversaciones políticas y el canje que permitió un intercambio de prisioneros que llevó a casa, en Cuba y EEUU, a los últimos guerreros de la Guerra Fría. Antonio Guerrero, uno de los tres agentes cubanos recientemente canjeados a EEUU, valora que «el restablecimiento de las relaciones significa el reconocimiento de que, aunque seamos un país pequeño, tenemos derecho a decidir nuestras relaciones internacionales y el sistema (político) sin que nadie nos imponga nada».

Obama acaba de decir en una entrevista que «si nos acercamos, tenemos la oportunidad de influir en el curso de los acontecimientos en un momento en el que va a haber algún cambio generacional; creo que debemos aprovecharlo y tengo intención de hacerlo». Así deja claro que abandona la estrategia de bloqueo porque no sirve a los objetivos de su país y se arroga el derecho de seguir intentando influir en la política interna de Cuba con herramientas más efectivas.

Casi al mismo tiempo el presidente Raúl Castro advertía de que «no debe pretenderse que para mejorar las relaciones con los Estados Unidos, Cuba renuncie a las ideas por las que ha luchado durante más de un siglo, por las que su pueblo ha derramado mucha sangre y ha corrido los mayores riesgos». Las declaraciones de los mandatarios muestran que las bases del conflicto bilateral siguen en pie pero a la vez ambos abren la posibilidad de debatirlas en una mesa de negociación, cuyo encuentro al máximo nivel se podría producir en la Cumbre de las Américas en abril.

Fuente: http://www.publico.es/internacional/esperar-nuevas-relaciones-cuba-y.html