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Los asentamientos crecen en tierras árabes, a pesar de las promesas hechas a EE.UU.

Fuentes: El Corresponsal de Medio Oriente y Africa

Israel incumplió los compromisos asumidos por escrito con la Casa Blanca, que preveían detener la construcción de asentamientos ilegales en los territorios palestinos, según demuestra una investigación secreta desarrollada durante dos años. El material, considerado «dinamita pura», se mantuvo en reserva para no crear un conflicto con el gobierno norteamericano ni un escándalo político interno. […]

Israel incumplió los compromisos asumidos por escrito con la Casa Blanca, que preveían detener la construcción de asentamientos ilegales en los territorios palestinos, según demuestra una investigación secreta desarrollada durante dos años. El material, considerado «dinamita pura», se mantuvo en reserva para no crear un conflicto con el gobierno norteamericano ni un escándalo político interno.

Una investigación secreta de dos años ordenada por las autoridades de Defensa muestra que las construcciones ilegales en asentamientos de colonos han sido desmesuradas y que en muchos casos afectaron propiedades privadas palestinas.

La información del estudio fue presentada al ministro de Defensa, Amir Peretz, y a su predecesor en el cargo, Shaul Mofaz, pero no se hizo pública y muchos de los investigadores que trabajaron en el tema debieron firmar acuerdos de confidencialidad.

Según fuentes de seguridad familiarizados con el estudio, el material es «dinamita pura», tanto política como diplomáticamente.

En conversaciones con Haaretz, las fuentes consideraron que el informe no ha sido difundido para evitar una crisis con el gobierno norteamericano.

El responsable del trabajo fue el brigadier general Baruch Spiegel, asistente del ministro de Defensa, que se retiró del cargo este mes. Spiegel también estuvo a cargo de varios asuntos relacionados con los territorios que Dov Weisglass, jefe de personal de la oficina del ex primer ministro Ariel Sharon, había prometido por escrito a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que Israel evacuaría. Estos compromisos incluyeron la paralización de construcciones ilegales, mejoras en las condiciones de vida de los civiles palestinos y una vigilancia más estricta sobre la conducta de los soldados israelíes con los civiles palestinos.

Una de las tareas de Spiegel fue poner al día la base de datos de las actividades en los asentamientos. Durante conversaciones con funcionarios norteamericanos y organizaciones no gubernamentales como Paz Ahora, surgió que a la cúpula del Ministerio de Defensa le faltó actualización de la información sobre los asentamientos, basada principalmente en los datos proporcionados por la propia administración civil en los territorios.

La falta de información actualizada provino del hecho de que la conducción de Defensa prefirió no saber qué estaba pasando, pero también se sumó el hecho de que funcionarios importantes de la administración civil ocultó información deliberadamente, en obediencia ideológica con los colonos.

Spiegel y su equipo compararon los datos disponibles de la administración civil con los norteamericanos, y llevó a cabo docenas de vuelos de observación sobre los territorios, para poder completar la base de datos.

Los resultados del estudio, según afirman fuentes de seguridad, muestran una diferencia asombrosa entre los datos de la administración civil y la realidad en el terreno. Los datos de la investigación de Spiegel sirvieron de base para el informe sobre los enclaves ilegales preparado por el abogado Talya Sasson y hecho público en marzo de 2005.

«Todos estamos hablando sobre los 107 asentamientos ilegales», dijo una fuente con acceso a los datos, «pero ése es el vuelto. La realidad es más grave aún en los asentamientos más viejos, algunos de ellos ‘legales’. La construcción ha continuado durante años, en flagrante violación de la ley y las regulaciones del gobierno.»

Hace tres años, en las conversaciones con los norteamericanos, Israel prometió que toda nueva construcción en los asentamientos más antiguos sólo tendría lugar cerca de los barrios existentes. La idea era que esa construcción se limitaría a satisfacer las necesidades de crecimiento natural de los asentamientos, pero que se pondría fin a la expansión territorial.

En la práctica, lo que muestran los datos del informe es que Israel no cumplió ninguno de sus compromisos: se construyeron muchos nuevos barrios sistemáticamente afuera de la la jurisdicción de los asentamientos en territorios mucho más amplios que lo que muestran los mapas.

Los datos también muestran que en muchos casos la construcción se llevó adelante en tierras privadas de palestinos. En el plan maestro, la mayoría de las veces, las propiedades palestinas quedaron incluidas en los proyectos de construcción futuros. El Estado había prometido que los palestinos tendrían acceso a esas tierras.

Sin embargo, aprovechándose de la Intifada y con la excusa de que los colonos no debían ser expuestos a riesgos de seguridad, se impidió a campesinos palestinos el acceso a sus propiedades, que fueron anexadas por los asentamientos israelíes.

En muchos asentamientos, incluyendo a Ofra y Mevo Horon, se han construido casas en terrenos privados de palestinos.

«Los medios de comunicación están ocupados con los puestos de avanzada (muchas veces simples casas rodantes), pero ¿cuántos de éstos realmente extendieron los grandes asentamientos como Migron? El estudio de Spiegel muestra la situación real en los asentamientos y es mucho más serio de lo que nosotros supimos hasta ahora», dijo una de las fuentes.

Un alto funcionario de seguridad expresó la preocupación de que con la jubilación de Spiegel, la base de datos no se actualizará y que los datos se terminarán perdiendo.

«El establishment [en el Ministerio de Defensa] no tiene especial interés en que esta información se conserve. Puede causar un terremoto diplomático con los norteamericanos y un escándalo político. No es improbable que haya interesados en destruir esos datos», asegura el funcionario.

Otras fuentes dijeron que es necesario para que una comisión externa al Ministerio, como la oficina del fiscal de Estado, intervenga en el tema.

Una declaración emitida por el Ministerio de Defensa afirmó que el «tema está examinándose internamente y el informe se completará pronto, y partes de él podrán ser hechos públicos, luego de que el ministro discuta el asunto con el primer ministro, Ehud Olmert».

Entretanto, la construcción en los nuevos puestos de avanzada de los colonos se ha intensificado. Fuentes en el Consejo de Yesha dicen que desde la Guerra del Líbano, los funcionarios de menor rango «están de nuestro lado y en muchos casos hacen la vista gorda con las casas casas rodantes en el lugar.» La fuente: el autor es periodista de Haaretz (Tel Aviv, Israel). La traducción del inglés pertenece a Sam More para elcorresponsal.com.

http://www.elcorresponsal.com/modules.php?name=News&file=article&sid=4805