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Más de 140 civiles han muerto asesinados en las últimas horas en los renovados combates en la zona oriental de la ciudad

Los civiles huyen de Alepo a medida que las tropas del régimen sirio avanzan sobre los rebeldes

Fuentes: Middle East Eye y agencias

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


Voluntarios de la defensa civil siria, conocidos como Cascos Blancos, rescatan a una mujer
de un edificio tras los ataques aéreos sobre el distrito rebelde de al-Hamra, Alepo (AFP)

Hoy martes 22, las fuerzas del gobierno sirio avanzan sobre los rebeldes, provocando la huida de los civiles mientras el gobierno refuerza el ataque para recuperar toda la ciudad.

Una semana después de la última ronda de combates por la ciudad, las tropas del gobierno sirio han tomado el control de la tercera parte de la barriada clave de Masaken Hanana, según el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos.

Las tropas de Asad, con el apoyo de las fuerzas rusas e iraníes y del grupo libanés chií Hizbolá, combaten a los rebeldes en varios frentes dentro de los distritos controlados por la oposición, declaró Rami Abdel Rahman, director del Observatorio, con sede en Londres.

Los duros bombardeos han dejado fuera de servicio a todos los hospitales del este de Alepo, incluido el único hospital infantil que quedaba en la zona. El equipo médico tuvo que evacuar a los bebés de las incubadoras.

La renovación de los combates ha matado a más de 140 civiles en la zona este de Alepo, en medio de la preocupación internacional [?] por el destino de los más de 250.000 civiles atrapados en las zonas sitiadas.

A pesar de las condenas de Washington y de la ONU, hay pocos indicios de que el avance del gobierno sirio vaya a detenerse. Recuperar el este de Alepo, que los rebeldes tomaron en 2012, sería la mayor victoria del gobierno en el conflicto y asestaría un golpe potencialmente decisivo a la oposición.

La ciudad fue una vez el centro neurálgico económico del país pero ha quedado arrasada por una guerra que ha matado a más de 300.000 personas desde que empezaron las protestas contra el gobierno en marzo de 2011.

La zona de Masaken Hanano ha sido duramente bombardeada durante la guerra. Una gran parte de sus vecinos tuvieron que abandonar sus hogares hace mucho tiempo, pero los recientes combates han hecho que tuvieran que huir los últimos que quedaban.

Milad Shahabi, miembro del consejo local, dijo a AFP la pasada noche que «los civiles habían empezado a escapar de la ciudad», dirigiéndose a la parte sur del este de la ciudad que aún controlan los rebeldes.

«Estamos buscando casas vacías para poder acogerles», dijo.

La barriada es simbólicamente importante porque fue el primer distrito de la ciudad en caer en manos de los rebeldes en 2012, pero también es clave a nivel estratégico.

«Si toman Masaken Hanano, el gobierno tendrá el control de la línea de fuego sobre varias barriadas rebeldes y podrá aislar las partes septentrionales de la zona rebelde de Alepo del resto de los distritos controlados por la oposición», dijo Abdel Rahman.

Los avances del gobierno se suman a una creciente sensación de desesperación en el este de la ciudad, que lleva aislada del mundo exterior desde que el ejército progubernamental estableciera un cerco a mediados del pasado mes de julio.


Restos de la munición de racimo lanzada por aviones de combate rusos sobre Kafr Halab, Alepo (21 noviembre 2016)

«Nada que comer»

Desde ese fecha no entrado ayuda alimentaria alguna, lo que ha provocado gran escasez de alimentos y combustible, mientras que los suministros de electricidad y agua se producen de forma errática.

Los rebeldes han intentado en varias ocasiones romper el asedio por el este, sin éxito, y un diplomático europeo, hablando bajo anonimato, dijo que era sólo cuestión de tiempo que la ciudad cayera en manos de las fuerzas del gobierno, dependiendo de lo que las fuerzas rebeldes pudieran aguantar.

«No hay nada que comer, no funciona ningún hospital y los bombardeos son continuos. Están bajo una presión muy fuerte.»

El Observatorio dice que desde el último ataque que comenzó el 15 de noviembre, han muerto 141 civiles, entre los que había 18 niños. Y que otros 16 civiles, incluidos 10 niños, murieron bajo fuego rebelde en la zona oeste de Alepo.

El martes, el ejército sirio acusó a los rebeldes del este de Alepo de tener almacenados alimentos y que les había dicho que distribuyeran raciones para aliviar las carencias.

Pero la existencia de tales almacenamientos no ha podido verificarse. El 10 de noviembre, la ONU dijo que los trabajadores de la ayuda humanitaria estaban distribuyendo las últimas raciones de comida que quedaban en el este de Alepo.

«El mando general de las fuerzas armadas llama a los combatientes de las barriadas del este de Alepo para que abran almacenes de racionamiento y distribuyan alimentos a aquellos que lo necesiten», decía un comunicado del ejército de Asad.

Una estrategia de «guerra total»

El ataque del ejército del gobierno ha motivado las críticas internacionales, con el embajador de Francia ante la ONU, François Delattre, acusando a Damasco de «estrategia de guerra total».

«La situación es horrenda, catastrófica», dijo el lunes.

El responsable para la ayuda humanitaria de la ONU, Stephen O’Brien, criticó duramente el uso de asedio en Alepo y en otros lugares en declaraciones efectuadas ante el Consejo de Seguridad el lunes, diciendo que casi un millón de sirios estaban viviendo bajo bloqueo.

«Los civiles están aislados, muertos de hambre, bombardeados, sin atención médica ni ayuda humanitaria, para obligarles a someterse o a huir», dijo.

O’Brien condenó esta «táctica deliberada de crueldad» y dijo que los asedios habían sido mayoritariamente impuestos por las fuerzas del gobierno contra los civiles.

El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, estuvo en Damasco durante el fin de semana discutiendo un plan humanitario y una propuesta de tregua para Alepo, pero el gobierno sirio rechazó ambas cosas.

El plan humanitario intentaba evacuar a los enfermos y heridos de la zona este, así como entregar ayuda humanitaria y permitir la entrada de doctores.

El plan de tregua pide la salida de la zona este de los combatientes, pero permitiendo que allí permanezca, al menos temporalmente, la administración creada por la oposición.

El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid Mualem, dijo el domingo que el plan de tregua «premiaba a los terroristas» e insistió en que el gobierno recuperaría la zona este.

La situación en Alepo es de tal gravedad que muchos analistas consideran inevitable que las fuerzas rebeldes acaben aplastadas.

«En este momento, a nivel operativo, hay muy poco que pueda hacerse para evitar la caída de Alepo», dijo Emile Hokayem, miembro destacado del Institute for International and Strategic Studies.

«Ya no se puede enviar más armamento, todas las carreteras están cortadas y no se puede intervenir desde el aire debido a los costes y a los riesgos», dijo a AFP.

Aunque ha habido expresiones de indignación, la comunidad internacional ha dado pocas señales de estar dispuesta a intervenir, comportándose como un «espectador impotente», dijo Karim Bitar, investigador del mencionado Instituto.

A pesar de oponerse al gobierno de Asad, Occidente parece ahora sentirse impotente frente a sus avances.

«Hubo un tiempo en que pudo hacerse algo respecto a Alepo… pero ahora es demasiado tarde», añadió Hokayem.

Fuente: http://www.middleeasteye.net/news/civilians-flee-syria-regime-advances-rebel-aleppo-173716023

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a las fuentes originales, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.