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Entrevista a Marc Balaguer, director del documental "Por qué?! Una crisis endémica"

«Los culpables ya están claros, ahora tenemos que intentar hacer algo»

Fuentes: La Marea

Se lo ha calificado como el Inside Job español. El documental Por qué?! Una crisis endémica traza un diagnóstico de la crisis española a partir de las entrevistas a una treintena de catedráticos, pensadores, y protagonistas de la esfera económica del país. La idea de realizar la película, explica su director, el profesor de economía […]

Se lo ha calificado como el Inside Job español. El documental Por qué?! Una crisis endémica traza un diagnóstico de la crisis española a partir de las entrevistas a una treintena de catedráticos, pensadores, y protagonistas de la esfera económica del país. La idea de realizar la película, explica su director, el profesor de economía Marc Balaguer, surgió de la necesidad de tener un relato propio de la crisis española, caracterizada por el estallido de la burbuja inmobiliaria y cuyas consecuencias se han extendido al ámbito político y social.

La película, estrenada en la plataforma online Filmin, pretende ser un relato «no crispado» del origen y la evolución de la crisis. Señalar culpables, defiende Balaguer, dificulta el consenso, y así «difícilmente se generan propuestas», asegura. Ya no hay margen para la inacción, apunta el profesor, «ni de aquí ni de la Unión Europea». Y si gobiernos y mercados no toman medidas, mantiene Balaguer, estas deberán venir de la mano de la ciudadanía.

¿Por qué es una crisis endémica?

Estamos en 2013, han pasado siete años de esta crisis y no hay un diagnóstico común. La izquierda tiene muchos diagnósticos, con distintos culpables, la derecha también, pero nadie se ha puesto de acuerdo. Esto es como ir al médico, si no sabes por qué tienes una enfermedad difícilmente encontrarás la cura. Si no sabemos lo que nos ha pasado y por qué nos ha pasado difícilmente encontraremos una solución. De aquí viene el título.

Tampoco existía hasta ahora un trabajo audiovisual que buscase un diagnóstico a la crisis española….

Parece que en el mundo audiovisual se ve la crisis como una sucesión de elementos, como si fuéramos espectadores pasivos de una serie de acontecimientos. Un día es el paro, el otro son los datos de morosidad, los problemas de la arquitectura europea… Documentales como Inside Job te explican la evolución de la crisis en Estados Unidos, desde un punto de vista, con un enfoque, y en cambio aquí no teníamos nada de esto. Esto es lo que quisimos hacer: tener un diagnóstico común de lo que nos ha pasado.

Porque caso español tiene sus propias características dentro de la crisis global…

Sí, el relato que hace Inside Job, El Capital, u otras películas no nos encajaban. Nosotros lo que teníamos era una burbuja inmobiliaria de narices, y al petar ha ido afectando, primero, al sector inmobiliario, después al sector financiero, a los bancos, después al mundo económico, perjudicando mucho al sistema productivo y a la base económica del país; después a las personas y al paro; y a la pobreza y la desigualdad. Y finalmente a la esfera política, porque esfera económica y esfera política y social están relacionadas, y así lo muestra el documental.

Así que es una concatenación de distintas crisis…

Sí. En EEUU, por ejemplo, la crisis no ha afectado tanto a la clase política como aquí, que se ha producido una crisis de legitimidad. En cambio, en todos los países del sur de Europa sí. Portugal, Grecia, Italia, España, son países en los que la crisis ha traspasado del mundo económico para ir al ámbito social y político. Este es seguramente el mayor problema que tenemos en estos países y también en el conjunto de Europa. Lo que hicimos nosotros, seguramente sacrificando otras cosas que también son interesantes, es intentar explicar esta concatenación. No aportamos explicaciones nuevas, pero las ponemos en común y las relacionamos las unas con las otras.

 

¿Dónde sitúa el documental las responsabilidades de la burbuja inmobiliaria?

Es una responsabilidad muy compartida por casi todos los agentes económicos. Bancos, gobiernos, incluso las personas. Todos estos agentes económicos se beneficiaban de la burbuja, y cuando esta petó aun hizo más grande el perjuicio, porque todos salieron perjudicados.

¿No tuvieron algunos de estos agentes una mayor incidencia en que esto continuase así?

Hay una reflexión del filósofo Josep Ramoneda en la película que dice que todos tenían responsabilidad, pero que no es la misma la del empresario que la del trabajador, y tampoco la de la persona que da la hipoteca como la que la recibe, eso también debe quedar claro.

Mensajes como que la vivienda nunca bajaría de precio y que lo más inteligente era endeudarte se promovieron desde algunos sectores…

Quien tiene el poder tiene más facilidad de hacer girar la tortilla hacia sus intereses, en el caso de la burbuja es muy claro. José García Montalvo, catedrático de la UPF, dice que esta burbuja se alimentó por una serie de tópicos como que la vivienda nunca bajaría de precio, que no se rompería nunca porque los extranjeros que invertían lo hacían para venir a vivir aquí y no para especular… Después la realidad evidenció que esto no era así. Mucha de la inversión extranjera que venía, cuando comenzó a verse que esto petaría, se fue, lo que hizo que aun petase de forma más fuerte. En estos casos queda muy claro que los beneficiados son unos y los perjudicados son el conjunto de la ciudadanía.

¿Uno de los grandes errores fue dejar de lado la industria?

Seguramente fue el gran error. En el documental se dice que hubo algún momento en que casi dos tercios de los créditos que daban bancos y cajas eran al sector inmobiliario y a promociones inmobiliarias. Así que la industria recibía solo un tercio, y eso cuando en los momentos álgidos de la burbuja la construcción representaba menos del 15% de la economía española. Que se hiciese esto durante un ciclo largo hizo que mucha industria no se desarrollase, lo que provocó que en el futuro no tuviéramos industrias, que es lo que nos pasa ahora. La burbuja inmobiliaria antes de la crisis ya se cargó a la industria, y ahora la salida, que debería ser en manos de la industria, no se puede tener porque nos falta, y los trabajadores que trabajan en la industria ya no trabajan porque estaban en la construcción. Ahora tenemos que montar un modelo productivo nuevo, y eso es muy complicado.

¿La crisis ha afectado a todos por igual?

Hay una parte del documental en que hablamos de cómo la crisis llega a la sociedad, y explicamos, por ejemplo, que la dación en pago llega a los promotores pero no al conjunto de la ciudadanía. La película la empezamos a hacer hace un año y medio y este debate aun está de actualidad. También hay otros aspectos en que se ve esto: el más de 50% de paro juvenil que tenemos es en gran parte consecuencia de esta gran crisis de la construcción, y el 25% que tenemos de paro también. Son personas que estaban cobrando unos sueldos muy elevados en la construcción y ahora tienen grandes problemas de formación, de reciclaje para poder llegar a otras profesiones. Renunciaron a formarse, y su decisión era racional en aquél momento, porque lo que se cobraba en la construcción era mucho más de lo que se podía llegar a cobrar incluso con estudios.

Hay quien calificado el documental de «blando»…

Es un formato con un discurso no crispado. Lo que pasa mucho en este país es que la izquierda y la derecha no se ponen de acuerdo, y esto genera inacción. Y es seguramente lo que ha pasado también en esta crisis por parte de los gobiernos, ha habido una muy mala gestión. Creemos que esto es lo que no puede ser. Espectadores que han visto nuestro documental nos han dicho que no acusamos a nadie. ¡Es que es voluntariamente! Porque cuando tú estás acusando o cuando hay un debate crispado, difícilmente esto genera propuestas, y si no hay propuestas no habrá soluciones. Tratamos de señalar todo aquello que se ha hecho mal para que no vuelva a pasar, y buscar las herramientas para encontrar las soluciones, y encontrarlas ya.

¿Sin señalar a los culpables?

Está bien culpabilizar, pero ya es suficiente. Es una forma de flagelarnos, te quedas hecho polvo. Los culpables ya están claros, ya lo sabemos, ahora tenemos que intentar hacer algo. Nos dicen que es un poco blanda, pero es que no es el tema ir a cuchillo.

¿La película concluye sobre posibles soluciones?

El objetivo primordial era el de tener un relato propio de la crisis. A partir de aquí sí que se sacan algunas conclusiones de lo que se debería hacer. Una es que la inacción ya no es posible, ni de aquí ni de la Unión Europea. Ya que no tenemos dinero ni recursos, y eso lo apunta el profesor Martínez Abascal, pues como mínimo pactemos, pongámonos de acuerdo en las cosas básicas, porque sin acuerdo no saldremos de esta. Después, desde un punto de vista más conceptual, la película hace una reflexión sobre la ciudadanía. Si realmente los agentes empresariales, los gobiernos, no han hecho nada para dar solución a esta crisis, la ciudadanía debe recuperar su papel y debe hacerlo de alguna forma.

¿Iniciativas como la de la PAH irían en ese sentido?

La PAH en el fondo es eso, es decir: «Bueno, ya no podemos confiar más en los gobiernos ni en los mercados, vamos a asumir nosotros como ciudadanía ciertas cosas». Y se están impulsando, también desde el cooperativismo. La actividad económica también pasa por este tipo de iniciativas. Ahora estamos en un proceso de cambios muy importantes, son estas iniciativas las que deben generar una actividad económica que nos debe dar un nuevo modelo productivo y la manera de salir de la crisis.

Fuente: http://www.lamarea.com/2013/08/26/una-crisis-endemica/