Traducido del francés para Rebelión por Susana merino
Siria, epicentro de un enfrentamiento planetario
Nunca desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial se ha producido en el mundo un ataque de estas dimensiones contra un Estado miembro de las Naciones Unidas. Una coalición de bloques internacionales, regionales y locales con una cantidad de recursos sin precedentes tratando de desmembrar el Estado sirio y de apropiarse de su soberanía. Se puede reivindicar el estado de derecho sin recurrir a intervenciones extranjeras que como lo ha demostrado regularmente la historia no están exentas de dobles intenciones.
Hace seis años todo el mundo se hallaba entusiasmado con la «Primavera árabe» creyendo que produciría un soplo de libertad y de prosperidad en la región. Sin embargo ya se han comprobado en esos países terribles regresiones tanto en el terreno de la libertad de pensamiento como en el de los derechos de las mujeres en particular y del ser humano en general.
Esta primavera, en cambio, anuncia el caos. Diez mil años de historia. Cuna de la civilización, del primer alfabeto, de las religiones monoteístas. Símbolo de la vida en comunidad. Siria sufre la amenaza de una implosión. La situación es crítica y lamentablemente todavía no hemos llegado al final del caos que se anuncia, con las enormes preocupaciones de un pueblo actualmente diezmado por los desbordes que lo superan.
Luego de seis años de guerra Siria constituye hoy más que nunca el epicentro de un enfrentamiento planetario en múltiples niveles. Una guerra política. Una guerra económica, con un primer embargo. Una guerra mediática alimentada con mentiras. Una guerra destructiva militar y terrorista.
En el plano nacional, en el terreno, el Gobierno legal enfrenta una oposición fanática armada predominantemente terrorista.
En el plano regional el enfrentamiento implica a los aliados de Siria (Irán, Hizbulá y cada vez más también a Irak) y a enemigos encarnizados en su destrucción como Arabia Saudí, Catar y Turquía. En el panorama mundial entre el área atlántica (Estados Unidos y sus aliados) y Rusia fuertemente apoyada por su socio chino
Es necesario ser ingenuo o tener una buena dosis de mala fe para creer en el origen confesional y religioso de la tragedia y de los conflictos que se suceden en el Levante. Reducirlos a una lucha entre suníes y chiíes o entre el islam y el cristianismo pone de manifiesto la clase de manipulaciones y de terrorismo intelectual que padecemos.
Siria es parte de una guerra geoestratégica anunciadora del fin del mundo unipolar
El origen de problema está en su carácter puramente político y profano. Una guerra geoestratégica que anuncia el fin del mundo monopolar Una guerra geopolítica en la que Siria es la puerta de entrada para terminar con Irán. No es azar que desde Irak al Yemen, desde Libia hasta Siria, desde el Sinaí en Egipto hasta Ersat en el Líbano, desde Sudán hasta Túnez… todo suceda al mismo tiempo, con el objeto de crear nuevas realidades en la región
Siria es un Estado laico. La nacionalidad siria trasciende la pertenencia religiosa. Rechazo aceptar que las reivindicaciones tienen por objeto instalar un estado religioso.
El conflicto en Siria, un negocio del gas
La raíz del conflicto armado en Siria tiene en gran parte su origen en el rechazo del presidente sirio Bachar-al-Assad a aceptar el paso de un gasoducto desde Catar hasta Europa. Queda claro que la clave del éxito económico y del dominio político reside principalmente en el control de la energía del siglo XXI. Es decir, que huele a gas.
En 2009 Catar ofreció construir un ducto de 10.000 millones de dólares que atravesaría Arabia Saudí, Jordania, Siria y Turquía. Dicho proyecto habría aportado una decisiva ventaja para los países árabes del Golfo sobre los mercados mundiales del gas y habría fortalecido a Catar, un aliado muy cercano a Washington en la región.
El presidente sirio Bachar.al-Assad lo rechazó debido a que ese proyecto entorpecería los intereses de su aliado ruso, el mayor proveedor de Europa de gas natural.
Un año más tarde Al-Assad comenzó a tratar con Irán la construcción de otro gasoducto que transportaría el gas de Irán hacia el Líbano de modo que el país persa se habría convertido así en el mayor proveedor de gas a Europa.
Reconfigurar la región en varios micro estados débiles y dependientes, la teoría del caos contribuye a darnos la absoluta medida del desastre. Vuelta a decenios de masacres en Irak, Libia, Siria, Yemen, Sudán. Un caos que avanza hacia quienes lo iniciaron los EE.UU. y sus aliados europeos y mediorientales.
El conflicto ha entrado en Siria en su sexto año. ¿Cuál será su salida, puesto que se enfrentan el bando de la guerra cueste lo que cueste, el de la paz cueste lo que cueste y los partidarios de una solución moralmente justa?
Todavía encontramos actualmente necios que quieren persuadirse y persuadirnos de que existirían opositores moderados entre los terroristas, «demócratas» entre los 2.000 grupos de yihadistas registrados, nobles patriotas entre los mercenarios de 100 nacionalidades que siembran la muerte y la destrucción en Siria, en Irak, en Libia y más allá.
En los lugares en que se enamoraron de las «primaveras» del jazmín o del ibiscus, el extravío en los callejones sin salida del potencialmente agradable pasado lleva a evocar sollozando interminablemente a los pioneros de la cyberrevolución del invierno de 2010-2011, pero ignoran el caos generalizado que va ganando país tras país en el conjunto del Gran Medio Oriente.
La fórmula es cínica pero bien vista: mientras que en nuestro institutos y otros «tanques del pensamiento» los intelectuales y los bienpensantes de Francia y de Navarra siguen filosofando sobre «las primaveras árabes» y considerando que ha habido una falta de citas con la democracia, sus colegas think tanks angloestadounidenses proveen argumentos, ideas y proyectos a la empresa de deconstrucción y de deslocalización lanzada por el imperio atlántico sobre el mundo árabe musulmán luego de que la desaparición del URSS le dejó el campo libre al eje del bien.
Seis años de una propaganda demelenada, deformante y especialmente desinformante en lo que atañe a la situación que prevalece en Siria y en la subregión. Digamos humildemente que el porvenir de Siria depende en primer término de los sirios, que serán quienes se pronuncien una vez que su territorio se haya desembarazado de miles de mercenarios chechenos, chinos, magrebíes y europeos pagados por Arabia, Catar y otras democracias de entre las más ejemplares del mundo. Un diluvio de propaganda acosa diariamente nuestros oídos, nuestros ojos y nuestra inteligencia colectiva. Es la fabricación de un discurso mediático destinado a obtener ventajas geopolíticas.
He aquí que durante seis años se nos ha venido imponiendo una mentira. Se trata de un lavado de cerebro sin precedentes en el que han participado todos los medios dominantes, la izquierda y la derecha mezcladas llevando siempre agua al molino de la intoxicación permanente. Las voces diferentes son ahogadas, obligadas a refugiarse en los sitios alternativos de la web.
En este contexto es forzoso constatar que las posiciones de unos y otros no han cambiado desde hace seis años, por parte de los grupos armados apadrinados y conducidos desde el extranjero y por extranjeros, argumentando que se está combatiendo a un «régimen asesino y se pide ante todo la renuncia del presidente Bachar al Assad como condición sine qua non de cualquier arreglo político. Por la parte legal siria se estima -con razón- que toda transición debe producirse bajo el control del pueblo sirio que es quién detenta la soberanía de decidir cuál será su destino y la elección de sus dirigentes. En todo caso se considera que la erradicación del terrorismo manejado desde el exterior es un requisito absolutamente previo. El Consejo de Seguridad parece hallarse al margen admitiendo casi su total impotencia.
Durante todo este tiempo la población siria se halla bajo un embargo asesino, agotada por esos seis años de prueba vive un verdadero calvario, tratando de sobrevivir en condiciones cada vez más precarias, en un ambiente arrasado, dividido entre la decisión de dejar el país y el deseo de emigrar en pos de una vida mejor. La desesperación de los sirios es tanto mayor que la desgracia que se oculta en Occidente y en los países musulmanes que han tomado partido por la «revolución»
La enorme omertá que alía medios intelectuales y clase política alrededor de una negación de la verdad y de la justicia, que invierte o mezcla los papeles a sabiendas de un evidente apoyo fijado de los enemigos de la Siria legal, no debe conducir a la resignación a los hombres y mujeres de buena voluntad.
Queremos que Francia escuche a la mayoría silenciosa siria y actué para lograr un desenlace pacífico. Creemos que la solución siria solo puede lograrse mediante decisiones políticas y Francia recuperaría su grandeza ante este drama si sus representantes trabajaran incansablemente por una salida no militar sino diplomática.
Es urgente aliviar el sufrimiento del pueblo sirio Es necesario analizar varios caminos:
– Levantar el embargo asesino e ilegal impuesto al pueblo sirio especialmente en lo referente a los productos de primera necesidad
– Restablecer los vuelos directos con Siria
– Reabrir la Embajada de Francia en Damasco y la embajada Siria en París
No se puede lograr ningún progreso social ni establecer la democracia si los sirios se hallan sometidos a fuerzas exteriores. La palabra de orden es defender la soberanía nacional del Estado sirio legal y las condiciones del pueblo sirio.
La principal manera de salir de la masacre siria pasa en primer término por una detención de las ayudas a los grupos armados de los países que los nutren. Una vez que se detengan las intervenciones terroristas del exterior se podrá poner término a todas las operaciones militares, incluidas las del Gobierno sirio. El lanzamiento de un proceso de reconciliación democrática con elecciones legislativas y reformas políticas, lo que es evidentemente imposible en esta fase de lucha armada.
El porvenir político de Siria será decidido por los mismos sirios y mediante elecciones. El umbral fundamental lo constituyen dos elementos esenciales, mantener Siria y la integridad territorial de la Siria laica y la detención de toda injerencia extranjera.
El Mediterráneo, pivote del nuevo mundo multipolar
Debería prestarse atención a los actuales intentos de desestabilización y sobre los riesgos inducidos por la laicidad, la integridad de los países del Cercano y de Medio oriente, el patrimonio cultural de la humanidad y sobre los grandes riesgos regionales y mundiales. El diálogo euromediterráneo se halla igualmente amenazado aunque no se halle actualizado. Sobre las bases del derecho de injerencia se ha creado y promovido un ámbito de guerra sin nombre. El uso del derecho de injerencia da lugar a una violación del derecho internacional y de la soberanía de los estados.
Si queremos evitar otras desagradables sorpresas asesinas debemos alentar el diálogo entre las civilizaciones de Oriente y de Occidente. Hoy en día fuerza es reconocerlo existe una urgente necesidad de intensificar ese tipo de acciones con el objeto de eliminar el profundo foso que existe entre las exigencias del presente y la realidad.
El diálogo de las civilizaciones que no parece estar de actualidad es ante todo un tema del futuro. Un debate sobre los valores básicos de una civilización universal debe desarrollarse con el objeto de construir una base común, un entendimiento entre las diferentes religiones y culturas que garantice la paz y la estabilidad a las generaciones futuras.
Está por nacer un nuevo mundo multipolar ante nuestros ojos. El Mediterráneo será su pivote. Un nuevo eje de intercambios Norte-Sur está en vías de definirse y pasará por Siria. Quienes no lo hayan comprendido así corren el riesgo de ser marginados o simplemente anulados.
Someter a debate los diferentes aspectos de la guerra siria no es ciertamente suficiente para imponer un alto el fuego. Pero deberá continuarse sacando a luz una injusticia y una inmoralidad que hasta ahora no han sido consideradas por las élites y sobre las que en nuestra opinión se deberá reflexionar bastante.
Si se logra habremos dado un gigantesco paso hacia la paz en Siria y en el mundo
La Doctora Verónica Bouté es radióloga, especialista en cáncer de senos en el Centro Francois Baclesse en Caen, consejera municipal de esa misma ciudad, presidenta de la Asociación Transmediterránea Mujer y Cáncer de Seno ASTARTE. Presidenta la Universidad Mediterránea y vicepresidenta de France Proche-Orient.
Fuente: http://www.renenaba.com/tribune-libre-enjeux-de-syrie-de-region/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.