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Los dos polos de la oposición siria acuden a Túnez

Fuentes: Tlaxcala

Traducido por Guillermo F. Parodi, revisión de Manuel Talens


El pasado mes de diciembre, el Consejo Nacional Sirio, presidido por Bourhan Ghalioun, tuvo su primer congreso en Gammarth, un elegante suburbio balneario del norte de Túnez. La apertura del Congreso estuvo a cargo de Moncef Marzouki, el presidente provisional de la República de Túnez. La clausura del congreso se celebró con una escena espectacular: en el balcón de la habitación que ocupaba en el hotel, Bourhan Ghalioun esgrimió sus zapatos en dirección a los manifestantes tunecinos, que se habían reunido para expresar su desacuerdo con la elección del Consejo Nacional de internacionalizar la revolución siria para acelerar una intervención militar extranjera con la excusa del rescate de los civiles.

El congreso culminó con una conferencia de prensa el 19 de diciembre, en la que Ghalioun, el presidente del CNS, atacó la iniciativa árabe y restó importancia a la misión de observadores enviada por la Liga Árabe a Siria, al considerar que se trataba de una decisión del régimen sirio para liberarse de sus responsabilidades. Indicó que el CNS había puesto a punto un proyecto de creación de una «zona de seguridad» (un «corredor humanitario») que iba a presentar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Durante la rueda de prensa, Ghalioun afirmó que Moncef Marzouki había declarado a los miembros del Congreso que iba a reconocerlos como representantes oficiales de la oposición siria y ¡que iba a expulsar al embajador sirio! Esta declaración de Ghalioun suscitó numerosas reacciones de otras fuerzas de la oposición siria, las cuales que consideraron que la posición adoptada por Marzouki era una injerencia en los asuntos internos de Siria. Sobre todo si se tiene en cuenta que existen serias divergencias entre las fuerzas revolucionarias sirias, sobre todo en lo relativo a una intervención extranjera, en particular si es de la OTAN a través de Turquía.

Marzouki es consciente de las diferencias entre el Consejo Nacional de Siria -que incluye a los hermanos Musulmanes- y el Comité Nacional de Coordinación para el Cambio Democrático -compuesto por 17 partidos activos sobre el terreno y considerados como los más populares en Siria- ¿O acaso lo que está en juego no es más que un simple apoyo de principio a la revolución siria?

¿Cuál es la principal fuerza política de oposición favorable a la intervención extranjera y quién sueña en llegar al poder incluso con una cobertura aérea de la OTAN y con el apoyo de las monarquías del Golfo, en particular de Qatar, de Francia y de USA…?

 

La situación de la oposición revolucionaria siria se resume a lo siguiente: a partir del desencadenamiento de la revolución, las fuerzas políticas empezaron a trabajar en la creación de un frente para que continúe con las reivindicaciones revolucionarias y obtenga la adhesión del pueblo a esa dinámica. El trabajo culminó con la creación de una coordinadora nacional, elegida por un congreso, que contó con la mayoría de los grupos políticos sirios. Esta coordinadora estableció delegaciones en el interior y el exterior del país. Uno de los principios que guiaban la acción de la coordinadora era el rechazo del recurso a las acciones armadas y la obligación de preservar el carácter pacífico del movimiento. Otro principio cardinal era el rechazo de toda intervención militar extranjera. En un principio Bourhan Ghalioun formó parte de la coordinadora, hasta que la dejó para fundar el CNS en Estambul, con el apoyo del gobierno turco. El CNS defiende el principio de la revolución armada y apoya a las fuerzas que denomina «ejército libre», constituidas por desertores del ejército sirio. Y Ghalioun empezó a maniobrar con el fin de acelerar una intervención extranjera. No es necesario precisar que la mayoría de los militantes activos del CNS viven en el extranjero, en particular, los miembros de los Hermanos Musulmanes.

Durante un mes, bajo los auspicios de la Liga árabe, se celebraron negociaciones en El Cairo entre los dos polos de la oposición con vistas a adoptar una posición común sobre lo que llamaron el «período de preparación de una nueva Siria después del régimen de Assad». Siete personas representaban a la coordinación y quince -por rotación- al CNS. Las negociaciones se vieron retrasadas por dos interrupciones, la primera de ellas cuando el CNS viajó a Estambul y la segunda cuando celebró su congreso en Gammarth. Por fin llegaron a un acuerdo el 30 de diciembre sobre una declaración, uno de cuyos artículos insistía en el rechazo de toda intervención extranjera. Al día siguiente, tras rechazo por parte de los Hermanos Musulmanes del CNS del punto relativo a la no intervención, Bourhan Ghalioun publicó un comunicado en el que negaba la declaración consensuada. Los Hermanos Musulmanes precisaron que estaban en contra de una intervención terrestre, pero aprobaron la idea de una intervención aérea y marítima.

El Comité Nacional de Coordinación para el Cambio Democrático visita Túnez

Presidida por Haytham Manna, una delegación del CNCCD visitó Túnez el 7 de enero y se reunió con Moncef Marzouki y con el ministro de Relaciones Exteriores, Abdessalam Bouchlaka. La delegación presentó sus puntos de vista sobre el cambio en Siria. Declararon que querían evitar que Siria dé un «salto al vacío» y que la internacionalización del caso conduciría al país a la destrucción. Mohamed Hijazi, miembro de la Coordinación, nos ha confiado el 8 de enero que el presidente Marzouki no parecía estar al corriente de las divergencias entre el CNS y el CNCCD, ¡a pesar de que había asistido hacía menos de un mes, como presidente de su país, al congreso del CNS!

Por su parte, Haytham Manna nos confió el mismo día que Marzouki se comprometió a enviar cien tunecinos para que formaran parte de la misión de observadores de la Liga Árabe en Siria. Y el presidente de Túnez, de acuerdo con Hijazi, dijo que estaba convencido de la exactitud de las posiciones del CNCCD e incluso llegó a proponer a sus visitantes que instalasen la sede principal del CNCCD en Túnez.

En menos de un mes, el Presidente Marzouki ha logrado la proeza de apoyar dos visiones divergentes del mismo problema. ¡Bravo por el artista!

Según Haytham Manna, el CNS está apoyado por las monarquías del Golfo, por las fuerzas extranjeras -Francia, Turquía, USA- y, sobre todo, por el emir de Qatar, que se opuso a las posiciones defendidas por el CNCCD en las negociaciones de El Cairo. El CNS, añade Manna, está financiado por la cadena Al Jazira, que le presta además cobertura mediática. Bourhan Ghalioun se ha metido en un lío político complejo y ha adoptado un discurso populista. Su único objetivo el poder.

Nota de nawaat.org

En sus encuentros con la oposición siria, el presidente Marzouki insistió en la importancia de la unidad entre los dos polos revolucionarios, el CNS y el CNCCD. Si bien se reunió con representantes de ambos grupos, insistió en su rechazo de toda intervención extranjera en Siria y en la importancia de mantener el carácter pacífico de la resistencia a la dictadura siria.

 

 Gracias a: Tlaxcala Fuente: http://tinyurl.com/782ns8o Fecha de publicación del artículo original: 11/01/2012 URL de esta página en Tlaxcala: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=6591

 

Traducido del árabe al francés: Tafsut Aït BaamraneEs posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.

Fuente: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=6591