Quien siembra vientos cosecha tempestades Hemos advertidos que la cruenta guerra mercenaria promovida por la OTAN en Irak, Libia y Siria ha escapado de control, y lejos de alcanzar los objetivos geopolíticos planteados, comienza a volverse contra sus propios patrocinadores llevando el caos dentro de sus fronteras. La crisis de los refugiados en 2015 revivió […]
Quien siembra vientos cosecha tempestades
Hemos advertidos que la cruenta guerra mercenaria promovida por la OTAN en Irak, Libia y Siria ha escapado de control, y lejos de alcanzar los objetivos geopolíticos planteados, comienza a volverse contra sus propios patrocinadores llevando el caos dentro de sus fronteras. La crisis de los refugiados en 2015 revivió los viejos lastres de la xenofobia en Europa, despertó las contradicciones por las desigualdades internas y las restricciones de paso en el viejo continente. En 2015, dos atentados terroristas sacudieron al pueblo francés, cuyo gobierno ha venido apoyando a los mismos grupos terroristas en Libia y Siria. Esta vez, el terrorismo tocó a las puertas del Estado turco, cuyo régimen dirigido por un sanguinario con aspiraciones imperiales, Tayyip Erdogan, ha patrocinado abiertamente a los mismos grupos sirviendo sus fronteras con Siria para el entrenamiento y posterior entrada y salida de terroristas venidos de muchos países.
E l 17 de febrero se produjo la explosión de un automóvil cargado de explosivos en un concurrido lugar de la capital turca, en las proximidades al Parlamento, del Estado Mayor y de viviendas militares, causando la muerte de 28 miembros de las fuerzas armadas y dejando cerca de 61 personas heridas. Seguidamente, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, declaró que el ataque terrorista había sido perpetrado por elementos «terrorista»: el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) en Turquía y un miliciano de las YPG (Unidades de Protección del Pueblo kurdo-sirio), esta última organización que combate a los grupos terroristas del Daesh-ISIL y Al-Nushra en Siria. Estas acusaciones tuvieron respuesta inmediata el día 18 de febrero por parte de Salih Muslim, líder del principal partido kurdo sirio del Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo) rechazando las acusaciones de Davutoglu, manifestando: «Les puedo asegurar que ni una sola bala ha sido disparada por el PYD en Turquía. No consideramos a Turquía como un enemigo», asegurando también que el régimen turco estaría justificando así sus campañas de bombardeos e intervención en Siria. Por su parte, las YPG emitieron un comunicado descartando toda implicación en actividades militares contra Estados vecinos. «A pesar de sus provocaciones y ataques en la frontera de Rojava (la región kurda siria), hemos actuado con responsabilidad histórica y nunca contra Turquía. Durante los últimos 4 años, no ha habido ninguna acción militar llevada a cabo por nuestra parte (…) Nos gustaría reiterar nuestro mensaje a los pueblos de Turquía y del mundo; no tenemos vínculos con este incidente. No es específicamente solo en este caso: nunca hemos estado involucrados en ningún ataque a Turquía», rezaba el comunicado [1]. Sin embargo, el grupo kurdo Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK) asumió la responsabilidad por el atentado en Ankara, alegando venganza ante los crímenes cometidos por las fuerzas oficiales turcas contra la población kurda, según una declaración en su sitio web del mismo grupo [2].
En los años de gobierno del Partido Justicia y Desarrollo, de derecha islamista (AKP), partido de Erdogan, el pueblo turco ha visto desaparecer la seguridad y la aparente prosperidad que hasta 2011 brindó su Estado. El terrorismo de Estado, la crisis económica y la anarquía interna se apoderó de la sociedad turca en el mismo momento que el gobierno de Erdogan decidiese servir a la estrategia de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) para acabar con los gobiernos de Libia y Siria en la mal llamada «Primavera Árabe». Fue cuando el gobierno del déspota turco Tayyip Erdogan decidió romper las relaciones de «buena vecindad» y no injerencia con países como Siria, Irak y Libia para apoyar a los «muchachos buenos», «luchadores por la libertad» o «terroristas moderados» (Al-Qaeda y Daesh-ISIL) que tenían la misión de derrocar al gobierno sirio de Bashar Al Assad.
El caos que reina en la región ha sido aprovechado a lo interno por el régimen turco para golpear a todas las formaciones políticas opositoras a su gobierno. La derecha kamelista-laicos, todos los partidos de la izquierda turca han sido objeto de persecuciones y varios de sus líderes encarcelados. También el gobierno de Erdogan ha reprimido fuertemente a la minoría kurda, especialmente en las provincias de Diyarbakir y Cizre, cuyos derechos han sido pisoteados por la tiranía turca. Cabe destacar que las diferentes fuerzas políticas kurdas (asimilacionistas, autonómicas y pro independentistas), así como todos los partidos de la izquierda turca han denunciado en varias oportunidades las implicaciones de los servicios secretos del régimen de Erdogan en varios crímenes terroristas y masacres.
El gobierno turco ha abierto todos los frentes de guerra, internos y externos, habidos y por haber, que nadie en su sano juicio se atrevería hacer. La locura de Erdogan lo ha llevado a actos de provocación contra Rusia, Grecia, Chipre, además de agredir militarmente a Siria e Irak, interviniendo, bombardeando sus territorios y apoyar a los grupos terroristas y chantajear a la Unión Europea (UE) con los refugiados sirios para presionar por una pronta intervención en Siria y por la aceptación de Turquía en el bloque. Sin embargo, el gobierno turco sabe que no está seguro por tantos conflictos generados, incluso, sus desastres políticos internos y sus relaciones con los terroristas del Daesh-ISIL (compra de petróleo) desenmascaradas por Rusia, comienza a incomodar a los aliados de la OTAN.
El pueblo turco tampoco merece tanto dolor generado por la codicia de un tirano que sueña con revivir el pasado Otomano (reconquistar todas las tierras árabes del Medio Oriente y Norte de África que hasta antes de la Primera Guerra mundial pertenecieron al imperio caído) y, al mismo tiempo, servir fielmente a los intereses geopolíticos de la OTAN. Pero, ¿hasta donde ésta última organización está dispuesta a soportar un aliado?
La locura maquiavélica del tirano-lacayo Erdogan ésta llevando a su pueblo al desastre, y también al gobierno. Una guerra civil en Turquía, y lo que es peor, una hipotética guerra contra Rusia, Irán y Siria resultante de sus constantes provocaciones podría resultar un caos mayor para toda la región, incluso, en una guerra mundial. Turquía es parte de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), y el califa Erdogan actúa con total apoyo de la misma organización para lograr sus fines últimos. Sin embargo, la locura también encuentra sus límites.
Más recientemente, el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, en declaraciones al semanario Der Spiegel en su edición digital declaró que «La OTAN no debe dejarse arrastrar a una escalada militar con Rusia por las tensiones recientes entre Rusia y Turquía», agregando que esta opinión es compartida por otros países miembros de la OTAN, y que la cláusula de solidaridad del Tratado de la OTAN es válida únicamente «cuando un Estado miembro es atacado de manera clara» [3]. El psicópata turco Erdogan había expuesto a la propia OTAN a una guerra contra la temida potencia rusa cuando autorizó a sus fuerzas armadas derribar el Su-24 ruso en territorio sirio, el 24 de noviembre de 2015. Rápidamente, Bruselas quiso desentenderse de la provocación turca, mientras Rusia actuó con templeza para evitar la guerra.
Nadie en Europa está dispuesto a provocar un enfrentamiento militar entre la OTAN y Rusia para promover los objetivos políticos de Erdogan, por cuanto todos saben que sería una guerra de carácter nuclear en la que todos perderían. Antes de llegar a esto, la OTAN habría terminado de enterrar a Erdogan en la tumba que él mismo cavó.
Fuentes
[1] Reacciones a las explosiones en Turquía. http://www.hispantv.com/newsdetail/turquia/215589/kurdos-siria-rechazar-turquia-explosion
[2] grupo kurdo asume la autora de los atentados. http://mundo.sputniknews.com/orientemedio/20160219/1056951574/kurdos-ankara-venganza.html?utm_source=https%3A%2F%2Ft.co%2Fq0ZROaFMSb&utm_medium=short_url&utm_content=aFbc&utm_campaign=URL_shortening
[3] La OTAN y Erdogan. http://mundo.sputniknews.com/orientemedio/20160219/1056937139/miembros-otan-turquia-conflicto-rusia.html#ixzz40dQYc5j1
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