Traducido del inglés por Carlos Sanchis
En los recientes años ha habido un crecimiento gradual en el movimiento BDS (boicot, desinversión y sanciones), convocando a ejercer presión económica sobre Israel hasta que reconozca los derechos del pueblo palestino ocupado y poner fin a la ocupación de Cisjordania y de la Franja de Gaza.
El ataque israelí a la Franja de Gaza, que empezó el 27 de diciembre de 2008 y que duró casi un mes ha dado una poderosa razón a este movimiento para reduplicar sus esfuerzos. Las docenas de campañas BDS han ganado velocidad adquirida y publicidad; docenas de nuevas fueron lanzadas durante o inmediatamente después del ataque de Israel a la Franja de Gaza.
Estas campañas van desde convocar al boicot de los productos procedentes de los ilegales asentamientos israelíes en Cisjordania, a llamamientos a suspender completamente todos los contactos económicos con Israel. Incluyen protestas en los actos deportivos, dos países que han cortado las relaciones diplomáticas con Israel (Bolivia y Venezuela) y muchas manifestaciones por todo el mundo a las que han asistido centenares de miles de manifestantes.
La creciente protesta contra las atrocidades cometidas por el ejército israelí en la Franja de Gaza ha empezado a cambiar algo en el discurso político israelí y la primera indicación de esto ya puede verse en los medios de comunicación económicos israelíes.
Aunque los medios de comunicación económicos israelíes no tienen relación con la dimensión moral de los ataques a Gaza, la dimensión económica de los hechos recientes ha creado un nivel creciente de preocupación. Para demostrar esta tendencia, aquí están los resúmenes de cuatro artículos que aparecían en la revista israelí de noticias económicas, The Marker:
1. El 2 febrero, Guy Grimland advirtió sobre un fenómeno creciente de boicot a compañías israelíes de alta tecnología, y varias compañías israelíes recibieron cartas de empresas europeas y estadounidenses explicando que no pueden invertir en Israel por razones morales.
2. El 3 de febrero, Nehemia Strassler, uno de las corresponsales económicos más famosos de Israel, atacó al Ministro israelí de Industria, Comercio y Trabajo, Eli Yishai, por llamar al ejército israelí a «destruir cien casas en Gaza por cada cohete que caiga sobre Israel». Strassler no tenía nada que decir sobre los palestinos que viven en estas casas o sobre la pérdida de vidas, pero advirtió:
«Siquiera entiende [el ministro] cómo la operación en Gaza hiere la economía. El horror se ve en la televisión y las palabras de los políticos en Europa y Turquía cambia la conducta de los consumidores, hombres de negocios y potenciales inversores. Muchos consumidores europeos boicotean los productos israelíes en la práctica. Los intelectuales exigen una guerra económica contra nosotros y dar fuerza a un oficial y pleno boicot del consumidor.
Se oyen llamamientos en las reuniones directivas de corporaciones económicas para boicotear las relaciones comerciales con Israel. Hasta ahora se han cancelado tratos con Turquía, el Reino Unido, Egipto y Los Estados del Golfo, y visitas de delegaciones han sido canceladas. Ahora es mucho más fácil cambiar de proveedores al tiempo que se abandonan los proveedores israelíes. En muchas direcciones de compañías se exige tener en cuenta consideraciones con respecto al bien de la sociedad y el medio ambiente, y también pusieron consideraciones políticas en esa ranura.
Hay también por supuesto un costo económico al romper relaciones diplomáticas. Qatar cortó sus relaciones comerciales con Israel, Venezuela y Bolivia cortaron relaciones diplomáticas. Mauritania retiró su embajador y las relaciones con Turquía empeoraron considerablemente; y este mal ambiente se rezuma en las decisiones del sector comercial. Aquí, justo ayer, Dudi Ovshitz que cultiva pimientos para la exportación dijo que «hay un boicot disimulado a los productos israelíes en Europa. ‘»
3. El 6 de febrero, Shuki Sadeh escribió sobre aun más compañías que han decidido boicotear relaciones con Israel. Una compañía turca exigió que las compañías israelíes firmen un documento que condena la matanza israelí en Gaza antes de que puedan ofrecer sus servicios para ellas. Sadeh citó la reciente llamada de Naomi Klein al boicot, el llamamiento de 2005 de la sociedad civil palestina al boicot y las organizaciones israelíes que lo apoyan y proporcionan información al movimiento global BDS. El artículo de Sadeh también implicaba citas de hombres de negocios israelíes que pedían la intervención gubernamental para protegerlos del creciente boicot.
4. El 11de febrero, Ora Koren informó que sectores comerciales israelitas notan los efectos del ataque a Gaza. Informaba ella, que hombres de negocios israelíes en Turquía están ocultando sus nombres para que organizaciones BDS locales no supieran de sus actividades, y que la situación es aun más penosa en el Reino Unido.
Estos cuatro artículos son una señal de que hay un cambio en la efectividad del movimiento BDS contra Israel, y que si la velocidad adquirida se mantiene y se fortalece, los hombres de negocios israelíes pueden decidir mover sus oficinas principales de Israel, o empezar a presionar al gobierno israelí para que comience a respetar ley internacional, y acabar con la ocupación. (Voz Judía por la Paz)