Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis
Bil’in 4-11-2005
Direcciones dónde enviar cartas de protesta por la detención del menor Abdullah Yassin, de 14 años de edad y de otros 17 jovenes palestinos:
http://www.geocities.com/keller_adam/gov_addr.txt
Modelo de carta al final del artículo
Una información de Adam Keller
Después de un largo día, me encontré una cantidad considerable de mensajes de apoyo y solidaridad de todo el mundo al regresar tarde, por la noche, muy conmovido, pero también un poco avergonzado puesto que me permitieron salir tras unas pocas horas de detención mientras que los dieciocho palestinos arrestados en las redadas nocturnas de Bil’in a lo largo de la última semana permanecen en el Campo de detención de Ofer, sin señal alguna de que el ejército piense soltarlos en un tiempo cercano. Ni siquiera Abdullah Yassin, de 14 años, por quien una campaña especial está lanzándose.
Para mí y un grupo de otros activistas, principalmente Anarquistas Contra Muros, esto comenzó el jueves por la noche. Tomamos automóviles privados en el centro de Tel-Aviv, nos encaminamos por una oscura carretera a la frontera de Cisjordania, atravesamos a pie varios campos y entramos en un pueblo palestino cercano. Tuvimos que esperar media hora en un punto de encuentro discretamente mientras dos helicópteros del ejército pasaron sobrevolando en misión de reconocimiento, pero finalmente nos recogió una furgoneta palestina de mudanzas y fuimos conducidos a Bil’in.
Allí, nos encontramos al grupo de activistas que llego temprano y a algunos de los palestinos de Bil’in ocupados practicando con una nueva «arma», a menudo empleada en varias luchas no-violentas en Europa, pero raramente, si alguna vez, vista en Israel o en los Territorios Ocupados: dos tramos de cañería, unidas por ángulos rectos. Cuando envuelves cadenas de acero alrededor de ambas muñecas, insertas ambos brazos dentro y cierras las cadenas con un candado, es casi irrompible, un dolor de cabeza de una hora de duración para el ejército y la policía.
«Cuando nos atáramos con estas cañerías a los pilares triangulares preparados para el Muro, la única manera de desalojarnos sería deshacer su propio trabajo y romper sus propios pilares» dijo L. que nos presentó el nuevo dispositivo. Todos nosotros nos pusimos a practicar con entusiasmo; y todos cometimos el pequeño error del principiante, que mirado con retrospectiva debe de haber sido obvio y fácilmente corregido y qué en el acto hizo la tarea del ejército mucho más fácil.
Después de varias horas de sueño en un dormitorio improvisado en una casa de Bil’in, su suelo apiñado de colchones, nos levantamos y rápidamente nos equipamos con cadenas y cañerías. A las 8.00, un paseo corto nos llevó a una sección de la construcción del Muro lejos de las patrullas del ejército. Sus vigilantes fueron alertados y los jeeps estaban en escena en unos minutos – pero nosotros ya estábamos firmemente encadenados, cada uno a su pilar triangular escogido, y con varios representantes de los medios de comunicación probando sus cámaras en nosotros y esperando acontecimientos.
Ver fotografías en http://gush-shalom.org/pics/wall-chain.jpg
Sufrimos un susto fuerte cuando, debido al error, los soldados tuvieron éxito en dejarnos sueltos, empujando fuertemente y sacando nuestros brazos de las cañerías. Los más persistentes de nosotros no duraron más de cinco minutos. Nos llevaron en un jeep. Pero no había bastantes soldados para montar una guardia eficaz, y la mayoría de los otros tuvo éxito regresando al pueblo, algunos incluso guardaron las cañerías para otro intento. Una consulta urgente localizó pronto el problema, y sobre las 10 horas, regresaban para otro intento más exitoso. (Nosotros, los detenidos, dimos una breve vistazo a través de las ventanillas del coche policial, a los soldados tirando y tirando de ellos sin ningún efecto.)
El lugar original de la detención de tres de nosotros estaba bajo un alto olivo al otro lado del Muro; parte de los olivares que se están quitando a los lugareños de Bil’in.
Después de una hora, un cuarto prisionero llegó – un activista que había gritado «sucio bastardo» a un soldado que pegaba a un niño palestino. Entonces los soldados trajeron a un fotógrafo de Al-Jazeera Televisión, con su cámara voluminosa , que fue acusado de «asaltar a un soldado». Su arresto, fue de hecho, el problema principal tratado por los medios de comunicación, como en;
http://www.haaretzdaily.com/hasen/pages/ShArtVty.jhtml?sw=four+others+also+arrested&itemNo=641748
Los efectivos del ejército y de la policía, estaban visiblemente frenéticos y caóticos en sus esfuerzos por disponer el transporte para llevarnos a la comisaría de policía. Nuestros guardias fueron varias veces cambiados, por ninguna razón que nosotros (o en cuanto al asunto , ellos) pudimos ver. Los oficiales iban y venían, algunos refunfuñando y replicando airados, otros bastante cívicos.
A lo largo de estas horas tuvimos la oportunidad de entrar en un diálogo de una clase más bien extraña.
¡- Eh, guarden estos teléfonos móviles! ¡Ustedes son prisioneros!
– Usted no conoce la ley. Mientras estemos custodiados por soldados no somos legalmente prisioneros. Sólo después de que policía de uniforme azul venga y oficialmente nos diga que estamos arrestados.
¿- Dime, sólo parecéis homosexuales, o realmente lo sois?
¿- Por qué lo pregunta usted? ¿Está interesado?
(Prolongado silencio).
¿- Sólo dime, qué quieres con todos estos árabes? Es nuestra tierra, si no les gusta se pueden ir con sus hermanos árabes a Jordania.
¿- Cómo sabe usted que es nuestra tierra?
¿- Cómo lo sé yo? Siempre fue nuestra tierra, incluso en el tiempo de Rey Salomón.
– En el tiempo del Rey Salomón este área era judía, es verdad, pero la llanura costera era Filistea. ¿Tiene usted la intención de dejar Tel-Aviv?
– Bien, yo no sé sobre eso, pero ésta todavía es nuestra tierra. Nosotros la necesitamos por seguridad. Mi oficial superior nos dijo que estamos haciendo un trabajo vital para el país, nosotros impedimos a los atacantes suicidas pasar.
– Lo que su oficial le dijo a usted son todo mentiras. ¡Usted no está protegiendo nuestra seguridad aquí, usted simplemente está preparando el odio robando la tierra de los palestinos que es el que está causando los atentados suicidas!
¿- Robando? ¿Quién está robando algo? Yo solo hago mi trabajo. ¿Piensa usted que me gusta estar en este condenado agujero? Estoy contando los días que me faltan para salir del ejército.
– Usted no tiene por que estar aquí si no quiere. Hay otras maneras. Hay objetores…
¿- Objetores? ¿Objetor yo? ¡Nunca! ¡ Conozco mi deber y lo hago!
¿- Y si su comandante le dice que vaya al Banco Leumi en Tel-Aviv y monte guardia fuera mientras que los ladrones rompen la cámara acorazada, lo haría?
¿- Que? ¡Por supuesto no! ¡ Vaya pregunta más estúpida! ¡Y mi oficial nunca me diría que hiciera tal cosa!
– Sí lo habría, él se lo está diciendo y usted lo está haciendo. Usted está guardando la construcción del Muro que va a robar más de la mitad las tierras de Bil’in, de hecho, es peor que robar un banco, porque el banco no ira a la quiebra porque usted robe una de sus sucursales, pero las familias de Bil’in no tienen otro sustento que estos olivos de aquí, de alrededor nuestro. ¡Y usted está ayudando a robarlos, ése es su trabajo!
– Eso no es verdad, el Muro es legal, el gobierno dio autorización al ejército para construirlo.
– El propio gobierno está actuando ilegalmente, es ilegal bajo la ley Internacional.
En este punto, la llovizna que sentíamos desde hacía un cuarto de hora se convirtió en un verdadero diluvio. Nosotros y nuestros guardias corrimos al único resguardo a la vista – un camión blindado estacionado a varios centenares de metros. Cuando llegamos allí todos estábamos empapados. Y pese a proporcionar resguardo de los elementos, era un refugio muy dudoso – puesto que dentro se abarrotaban unos veinte soldados que no les gustaba nada la idea de apiñarse todavía más para hacer lugar para «prisioneros izquierdistas».
La mayoría de ellos era más hostil que los guardias con quien nosotros habíamos tenido alguna clase de conversación. Pronto, ellos empezaron a cantar sus propias versiones burlonas de los lema que deben de haber oído en la innumerables manifestaciones de Bil’in: «¡Largo vida a la Ocupación! ¡El Muro Nunca Caerá»!. Aquellos que estaban más cerca hacían comentarios cada vez más Esos comentarios más obscenos, y el fotógrafo de Al-Jazeera recibió varios golpes en la espalda de culata de rifle.
Afortunadamente, poco después, el automóvil de la patrulla policial, largamente esperada, llegó para llevarnos a todos a la comisaría de policía del asentamiento de Giv’at Ze’ev al norte de Jerusalén.
Algunos de nuestros amigos ya estaban esperando allí para proporcionarnos ropa seca. No nos pusieron en celdas, sino que nos retuvieron en una especie de club donde varios policía estaban bebiendo café y mirando en un viejo televisor una película norteamericana indeterminada sobre dos boxeadores vagabundos. Allí siguieron varios horas de una nueva ronda de extraño diálogo, interrumpido al ser llamados para interrogatorios superficiales, tomarnos fotografías de las caras y las huellas digitales. Después de los interminables procedimientos burocráticos, nos soltaron justo antes de la puesta del sol, y nos prohibieron mostrar nuestras caras en Bil’in durante los próximos quince días.
Abdullah Yassin y los otros palestinos arrestados permanecen en Ofer.
Vínculos al relato de Ilan Shalif de cómo pasó el dia para los no arrestados:
Inglés
http://ainfos.ca/05/nov/ainfos00056.html
Hebreo
https://israel.indymedia.org/newswire/display/3850/index.php
Los website de Ma’ariv (en hebreo) + fotografías:
http://www.nrg.co.il/online/1/ART1/003/434.html
Por favor haga oír su voz de protesta enviando la cartas como la que se adjunta o (aun mejor) su propio texto
Estimado Señor
Por la presente manifiesto mi más enérgica protesta por la serie de redadas nocturnas llevadas a cabo por las IDF en el pueblo Cisjordano de Bil’in. Teniendo dificultad para tratar con protestas no-violentas contra la injusticia, las IDF prefirieron levantar a dieciocho jóvenes palestinos de sus camas, y mantenerlos encarcelados en el Campo de Detención de Ofer. El único crimen de éstos muchachos del pueblo, es su modo de oponerse al robo de más de la mitad de las tierras del pueblo para la construcción del llamado «Muro de la Separación», pero que como todos saben es para la ampliación del cercano asentamiento de Modi’in Illit.
En particular exijo la inmediata liberación de Abdullah Yassin de 14 años de edad, despertado y arrestado en medio de la noche después que los soldados irrumpieran en la casa de sus padres. Traumatizar a un muchacho que está durmiendo en su cama, y mantenerlo en un campo de detención es un acto inhumano.
Envíela a todo aquel que usted considere pertinente y a (algunas de) las direcciones en el eslabón siguiente:
http://www.geocities.com/keller_adam/gov_addr.txt