Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis
Despojados por las pesadillas y el temor, los niños palestinos están sufriendo lo peor de la guerra psicológica israelí sobre los cielos de Gaza cuando los motores a reacción de los aviones de combate desencadenan estampidos sónicos, dicen tanto padres como médicos.
La campaña de bombardeos israelíes que se ha sostenido contra la infraestructura militante desde que extremistas empezaron un nuevo ciclo de ataques con cohetes el viernes, ha sido acompañada por estampidos rutinarios de motores de reacción que rompen la barrera del sonido.
«No hemos podido dormir durante cuatro días. Los ataques, tanto si son reales o no, tienen un efecto devastador en la salud mental de mis hijos,» dice Ibtissam Abu Hashem una madre de 32 años de edad.
«Si nos asustamos los, ¿ qué puedes decir de ellos?»
Toda la noche, durante el trayecto escolar y a la hora vespertina de la siesta, los aviones de combate israelíes rugen periódicamente por los cielos veloces y suficientemente bajos para causar estampidos sónicos que hacen añicos las ventanas y envían a los niños a correr para ponerse a cubierto.
Ahmed, de diez años de edad, ha padecido pesadillas desde que su escuela, dirigida por la poderosa organización islamista radical Hamas–responsable para la mayoría de los ataques con cohetes a Israel–fuera destruida durante un ataque aéreo israelí.
«Temo que los judíos bombardeen nuestra casa después de derribar la escuela,» dice.
El psicólogo Samir Zaqut trabaja para un programa de ayuda psicológica dirigido a clínicas de Gaza y qué ha tratado a docenas de personas, muchas de ellas jovenzuelos, alucinadas por los estampidos sónicos.
«Estos falsos ataques son muy malos para todos, jóvenes o viejos. Nadie puede dormir apropiadamente. Los niños, en particular, no se sienten seguros,» dice.
Dice que docenas de niños y adolescentes se han quejado de «problemas psicológicos» vinculados a los ataques como «sentimientos de inseguridad, incontinencia, pesadillas y desmayos.»
Desde la histórica retirada israelí de Gaza, el teniente coronel de la policía Mahmud al-Qazzaz acusa que los estampidos sónicos se han vuelto más altos, pues la fuerza aérea ya no se preocupa por perturbar a las tropas de tierra y a los colonos.
«El objetivo es asustar y aterrorizar a todos los palestinos,» dijo.
Aunque las incursiones no causan ninguna lesión física, han roto «ciento de ventanas y abierto grietas en las paredes de los edificios viejos,» dijo.
En la escuela, Zaqut dice que algunos niños no pueden concentrarse, escuchando nerviosamente, ansiosos si otro estampido está al caer.
El otro peligro, dijo, es que estos niños crecerán odiando a Israel y urdiendo embarcarse en ataques.
«El miedo y la conmoción de un niño provocan un deseo de venganza,» dijo.
Preguntado por los aviones que rompen la barrera del sonido, un portavoz del ejército israelí dijo que él recordaba los aviones rompiendo la barrera del sonido sobre Israel cuando estaba creciendo.
«La razón por la qué nosotros hacemos que eso es porque nuestros aviones a veces tienen que ir a la velocidad del sonido por razones operativas,» dijo sin complicarse.
El miércoles es el quinto aniversario del estallido del levantamiento palestino, o intifada, contra la ocupación israelí. Un total de casi 5.000 personas han muerto en ambos lados, incluyendo a muchos militantes palestinos, objetivo de ataques aéreos.