En Siria continúan los negocios. A pesar del océano de ruinas sembradas por las fuerzas lealistas y las sanciones votadas por los países occidentales, un puñado de empresarios en la órbita del poder sigue acumulando beneficios. Testimonios recogidos por Le Monde entre buenos conocedores del régimen sirio, desvelan una parte del sistema oculto y depredador […]
En Siria continúan los negocios. A pesar del océano de ruinas sembradas por las fuerzas lealistas y las sanciones votadas por los países occidentales, un puñado de empresarios en la órbita del poder sigue acumulando beneficios. Testimonios recogidos por Le Monde entre buenos conocedores del régimen sirio, desvelan una parte del sistema oculto y depredador que permite al presidente Bachar Al Assad mantener la lealtad de sus fieles y financiar su guerra contra la oposición.
A unos días de las pseudoelecciones presidenciales del 3 de junio, que deberían ofrecer al jefe del estado su tercer mandato consecutivo, la explotación del país y la dependencia de Damasco de sus aliados, en particular de Irán, no han sido nunca tan fuertes. «No hay casi ni un solo dólar que entre legalmente en las arcas del estado, constata un antiguo íntimo del clan Assad. Los pozos de petróleo han pasado a control de los rebeldes o de los kurdos. La gente no paga ya ni sus impuestos, ni sus facturas de agua o de electricidad. Todo lo que queda al régimen para pagar los salarios de los funcionarios son los chanchullos y la ayuda directa de Irán e Irak «.
En materia de chanchullos, el rey sigue siendo Rami Makhlouf. Este primo de Bachar Al-Assad, que controla sectores enteros de la economía siria, como la telefonía móvil (Syriatel) ha sabido, según fuentes convergentes, mantener su posición dominante. Con Ayman Jaber y Abdel Kader Sabra, dos hombres de negocios de la costa, y Samir Hassan, antiguo hombre de Nestlé, ha invertido en la importación de productos alimentarios, en particular el trigo, el arroz, el azúcar y el té. Un nuevo mercado, originado por las malas cosechas del año 2013 y por la caída de numerosas zonas rurales en manos de la rebelión. Contrariamente al petróleo, los productos alimentarios escapan al embargo europeo.
Una multitud de pantallas
Otra bicoca creada por la crisis: la importación de petróleo, una actividad delegada al sector privado desde que los lugares de extracción de Deir ez-Zor y Hassaké dejaron de ser controlados por el régimen. Este mercado atrae más aún las miradas codiciosas en la medida que Teherán ha concedido a Damasco, en agosto de 2013, un crédito de 3.600 millones de dólares (2.600 millones de euros), destinado específicamente a la compra de bruto y de productos petroleros. Los afortunados elegidos se abastecen en Irán y en Irak, pero también entre los grupos rebeldes que se han apoderado de los pozos. A comienzos del año, algunas cancillerías occidentales afirmaban que emisarios del régimen habían comprado petróleo al Frente Al-Nosra, un grupo yihadista presente en Deir ez-Zor.
«El conflicto ha barajado las cartas desde un punto de vista económico, analiza Peter Harling, del International Crisis Group. Ha forzado a grandes familias a exiliarse o a cerrar el negocio y ha permitido emerger a una nueva generación de negociantes«. Uno de los intermediarios en boga en el mercado del trigo es la familia Foz, de Lattaquié, que actúa por cuenta del general Dhou Al-Himma Chalich, primo de Bachar Al-Assad y jefe de su guardia privada, afectado por las sanciones occidentales.
Para escapar a las sanciones internacionales, quienes se benefician de la guerra se abrigan detrás de una multitud de pantallas. «Rami Makhlouf tiene una oficina de abogados a sus órdenes que dedica la mayor parte de su tiempo a crear sociedades pantalla«, asegura un miembro de la élite económica damascena. Una parte de esas pantallas ha sido identificada por los sabuesos del Tesoro americano y de la Comisión europea. Un fondo de inversión en las islas Caimán y un holding en Luxemburgo, Drex Technologies, fueron añadidos, en 2012, a la lista negra de las sociedades y empresarios acusados de financiar al régimen Assad.
Pero según un hombre de negocios sirio muy bien informado, el primo Rami ha logrado poner una buena parte de su fortuna al abrigo, en particular en Dubai. El emirato del Golfo, donde vive Bouchra Al-Assad, la hermana del presidente sirio, se enorgullece de haber acogido, tras el comienzo de las primaveras árabes, una parte de los haberes de las élites del Cercano Oriente que busca confidencialidad. «Desde 2011, Dubai juega en nuestra región el mismo papel que jugó Suiza durante la Segunda Guerra Mundial en Europa«, confía la fuente siria.
Por medio de su padre, Mohammed, que vive entre Damasco y Moscú, el dirigente de Syriatel dispone también de facilidades en Rusia. Es por otra parte en ese país donde se imprime la moneda siria desde que Austria tuvo que renunciar a ese contrato en aplicación de las sanciones europeas, decididas en el otoño de 2011. En diciembre de ese año, el Kremlin, indefectible protector de Damasco /1, había autorizado al banco central sirio a abrir cuentas en rublos en bancos rusos. Una estratagema destinada a esquivar las sanciones occidentales, que prohíben a los sirios realizar transacciones en dólares.
Millones de dólares por valija diplomática
El imperio Makhlouf dispone también de contactos en Rumanía, donde el suegro de Rami, Walid Othman, es embajador. «Las actividades de sus hijos en Europa, en particular en Viena y Bucarest, generan millones de dólares de dinero en metálico, que son enviados a Siria por valija diplomática «, acusa Ayman Abdel Nour, redactor jefe de la página All4Syria, un antiguo consejero de Bachar Al-Assad que pasó a la oposición.
La banda de los oligarcas sirios comprende también a Maher Al-Assad, el hermano del presidente, y sus hombres de confianza: Mohammed Hamsho, Samer Debs y Khaled Qadour. El primero, que posee el muy rentable mercado del VOIP (Voice Over Internet Protocol), un sistema de comunicaciones a bajo precio desde el extranjero hacia Siria, se dispone a obtener del ministerio de turismo una licencia para desarrollar un proyecto de isla artificial cerca de Tartous.
En contrapartida de las prebendas que les concede el estado, esos industriales le entregan una parte de sus beneficios. Con dinero de Syriatel se financian los salarios del servicio público, incluso el sueldo de los chabbiha, los milicianos prorégimen. Según el economista Jihad Yazigi, autor de un informe sobre la economía de guerra siria, algunas compañías de autobuses han puesto su flota al servicio del ejército. Signo de la capacidad de adaptación de esta casta, ninguno o casi ninguno de los hombres de negocios inscritos en la lista negra se ha sumado a la oposición. Algunas personas han obtenido que su nombre fuera borrado, tras haber señalado el error de identidad ante los tribunales americanos o europeos.
Pero no hay que equivocarse, para la inmensa mayoría de los empresarios sirios el conflicto es una calamidad. Según han calculado los expertos de la ONU, incluso con un crecimiento anual del 5% serán precisos treinta años para que el Producto Nacional Bruto sirio vuelva a su nivel de antes de la guerra
Notas
1/ Seguida como su sombra por China, la Rusia de Vladimir Putin ha opuesto su veto de nuevo, el 22 de mayo, a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, sobre Siria. Ciertamente, dicha resolución propuesta por Francia preveía denunciar ante el Tribunal Penal Internacional los crímenes de guerra cometidos en Siria. Pero, para hacer este texto aceptable para el conjunto de los miembros del Consejo, sus redactores lo habían hecho apadrinar también por 65 países miembros de la ONU y obtener el apoyo de 116 ONGs. Sobre todo, habían puesto en pie de igualdad, con riesgo de crear malestar en el seno de la oposición y entre los revolucionarios, «todos los crímenes cometidos en Siria, cualquiera que sea su autor» (Nota de red A l´encontre).
Fuente original: http://alencontre.org/moyenorient/syrie/syrie-bachar-le-gang-des-oligarques-la-russie-de-poutine-et-liran-de-khamenei.html
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR