Hace casi una semana, los líderes políticos de Medio Oriente e importantes empresarios del mundo se reunieron en el Foro Económico Mundial en Jordania. La comunidad internacional presionó al gobierno israelí para que avanzara en la política económica de la región. Luego quedó demostrado que a pesar del amistoso abrazo del inicio, el vice Primer […]
Hace casi una semana, los líderes políticos de Medio Oriente e importantes empresarios del mundo se reunieron en el Foro Económico Mundial en Jordania. La comunidad internacional presionó al gobierno israelí para que avanzara en la política económica de la región. Luego quedó demostrado que a pesar del amistoso abrazo del inicio, el vice Primer Ministro israelí Ehud Olmert solo tenía malas noticias para Palestina.
El vice Primer Ministro Israelí aseguró a la comunidad internacional que su gobierno no permitiría de ninguna manera que Palestina reabriera el Aeropuerto Internacional en Gaza, y que tampoco le daría a los palestinos «privilegios» en los viajes, por trabajar en Israel. De manera que además de ocupar su tierra, negar acceso a una atención médica adecuada, destruir la tierra de cultivo y contaminar su medio ambiente y sus fuentes de suministro de agua, con esta afirmación, Israel garantizó limitar una vez más el derecho humano fundamental de los palestinos.
Dejemos lo obvio de lado, y concentrémonos en algo que quizá ignoremos. El tema del agua.
Los palestinos, a pesar de tener suministros de agua en su territorio, no tienen acceso a los servicios de agua limpia y de saneamiento, en especial en las zonas rurales y semi rurales. Según el Dr. Ayman Rabi, director del Grupo Palestino de Hidrología (PHG, por sus siglas en inglés) los palestinos gastan grandes sumas de sus limitados salarios en comprar agua, que es distruibuida en los pueblos mediante camiones cisterna.
«En nuestros relevamientos, y desde luego en el monitoreo que estamos llevando a cabo, descubrimos que algunas familias pagan más 15% de sus ingresos mensuales, solamente en agua. Y es sabido que el agua es un elemento clave para la supervivencia de las personas, de modo que estamos obligados a pagar este precio», dice el Dr. Rabi.
Las investigaciones del PHG en la región demuestran que los servicios de agua y saneamiento en la Ribera Occidental y Gaza están «extremadamente subdesarrollados»; los datos son elocuentes: 20 % de los habitantes carecen de acceso al agua y más del 99 % de los cuales no cuentan con servicios de saneamiento. El Dr. Rabi dice que ese es tan solo uno de los problemas que enfrenta Palestina.
«La situación, desde luego, empeora en el verano debido a que disminuye la cantidad de agua vendida a las comunidades palestinas para satisfacer el uso de las colonias israelíes dentro de la Ribera Occidental. Lo mismo sucede en Gaza. La situación en Gaza es aún peor, la calidad del agua está muy deteriorada,» agregó.
El agua suministrada a los palestinos es de muy baja calidad, en algunos casos ni siquiera sirve para la agricultura. La contaminación de nitrato es 10 veces mayor de la recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, no tienen otra opción debido a la falta de alternativas.
El funcionario israelí prometió allanar el camino para el retiro programado de Israel de la Franja de Gaza en agosto, y entregar a los egipcios el control del cruce de Rafah entre Egipto y la Franja de Gaza, algunos meses después de la evacuación de Israel de la zona fronteriza. Sin embargo, todo eso realmente no importa si se tiene en cuenta la dura realidad diaria que enfrentan los palestinos.
*Articulo orijinal ha escrito en ingles.