Traducción para Rebelión de Loles Oliván
Una edulcorada aunque a pesar de ello enérgica declaración política emitida esta semana por los ministros de Asuntos Exteriores de la UE ha generado reacciones ambivalentes tanto por parte de Israel como de los palestinos, con estos últimos reclamando a la UE a que actúe sobre la base del documento y no permita que se hunda en la irrelevancia.
Adoptado por los cancilleres europeos en Bruselas el 8 de diciembre, el documento reafirma la solución de dos Estados e insta a Israel a que permita la creación de un Estado palestino viable y territorialmente contiguo en Cisjordania y la Franja de Gaza, con Jerusalén Oriental como su capital futura.
Aunque reconoce a regañadientes la «posibilidad» de un Estado palestino de algún tipo, Israel insiste en que aquél estará sujeto a estrictas limitaciones que según los palestinos lo privarán de fundamento.
Reafirmando el no reconocimiento europeo de la anexión por parte de Israel de la mayor parte de Jerusalén Oriental árabe, los ministros acordaron que la verdadera paz entre las dos partes exige que el estatuto de la ciudad se resuelva mediante negociaciones. Rechazan el mantra de que Jerusalén Oriental es la «capital unida e indivisible» de Israel.
«La UE no reconocerá ningún cambio en las fronteras anteriores a 1967, incluida Jerusalén, distinto de lo convenido entre las partes», se dice en la declaración de los ministros.
La declaración también insta a Israel a detener la construcción de asentamientos y a poner fin el trato discriminatorio de los palestinos en Jerusalén Oriental.
Los dirigentes palestinos de Cisjordania y de la Franja de Gaza han reaccionado con cautela aunque de manera positiva a la declaración de la UE. En Ramala, el primer ministro de la Autoridad Palestina (AP) Salam Fayad, incluso parecía algo eufórico. «Creo que es un buen día para el Derecho Internacional, para la legitimidad internacional, para la justicia, para que nuestro propio pueblo comience a tener un sentido de esperanza en el futuro.»
En declaraciones a periodistas, Fayad ha expresado la esperanza de que «este camino nos lleve a la libertad y nos permita ser capaces de vivir como otros pueblos del mundo, como un pueblo libre con dignidad en un país propio, en los territorios ocupados en 1967, incluida Jerusalén Oriental. »
Fayad, que goza de fuerte respaldo occidental debido a su reputación en la lucha contra la corrupción y en la promoción de una gestión pública transparente, ha descrito la posición de la UE como una «importante coyuntura» hacia la realización de un Estado palestino. Ha elogiado la afirmación de la UE de que la resolución definitiva del conflicto tendría que basarse en las resoluciones del Consejo de Seguridad de NN.UU., la iniciativa árabe y la de paz por territorios.
Otros políticos palestinos se han mostrado más cautelosos. Abdullah Abdullah, un ex director general del Ministerio de Relaciones Exteriores palestino y miembro del Consejo Revolucionario de Fatah, ha descrito la declaración como importante sólo «si se pone en práctica y se traduce en políticas concretas». Se trata de una declaración aguada, más rebajada de lo que nos gustaría ver. Pero es diez veces mejor que las anteriores posiciones europeas caracterizadas por la vacilación, la ambigüedad y la indecisión».
Abdullah ha señalado que Europa parece cada vez más dispuesta a adoptar políticas distintas e independientes respecto a la cuestión palestina. Esto, ha dicho, constituye una salida de la anterior sumisión europea a Washington.
«La otra cosa es que la Administración de Obama parece que se ha abstenido de ejercer presión sobre la UE para que adoptase una postura más pro-israelí. Y ello ha sido así a pesar de la fuerte presión israelí ante EE.UU. para que lo hiciera».
El veterano diplomático palestino no obstante, ha advertido que la transformación de la declaración política de la UE en una realidad política concreta dependerá tanto de lo que haga la parte árabe-palestina como de las propias acciones de la UE.
«Tenemos que hacer enormes esfuerzos para conseguir que la UE, tanto como bloque como también como Estados individuales, traduzca esta importante declaración en un manual para la acción. A Israel le traen sin cuidado las declaraciones que no están respaldadas por actos. De ahí la urgente necesidad de una ejecución inmediata y pro-activa de esta política en las relaciones de la UE con Israel «.
Un funcionario de Fatah, Taleb Abdel Rahim, ha fustigado al ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, por adoptar una «posición vaga» respecto a las fronteras de cualquier Estado palestino. Abdel Rahim, citado por la agencia local de noticias Maan, ha declarado que la posición de Kouchner en Bruselas es incompatible con la política tradicional francesa de apoyo a la creación de un Estado palestino en las fronteras de 1967.
Enfurecido por la postura pro-israelí de Francia, el jefe negociador de la AP, Saeb Ureikat ha pedido a los Estados árabes que adopten una posición en contra de París por su oposición al reconocimiento incondicional de la UE de Jerusalén Oriental como capital de un Estado palestino.
Israel, que ha llevado a cabo una amplia campaña diplomática contra el borrador de Suecia tanto en Bruselas como en Washington, ha insistido que los «daños» causados por la declaración de la UE serán limitados y contenidos.
Un alto funcionario israelí no identificado ha elogiado a los Estados de Europa Oriental que ayudaron a «moderar y debilitar» el borrador sueco original.
«La única gracia que ha salvado a la UE es que algunos de sus miembros son naciones responsables y moderadas que no apoyaron el borrador sueco, el cual parecía como sacado de la plataforma de Fatah en la Conferencia de Belén». El mismo funcionario ha declarado que «un grupo [moderado] de naciones han salvado a la UE de sí misma puesto que cualquier otra decisión habría dañado gravemente las relaciones entre Jerusalén y Bruselas, y habría impedido que la UE se convierta en un socio importante en el proceso de paz».
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman ha hecho pública una declaración en la que deplora la declaración política de la UE diciendo que Israel lamenta que la UE haya decidido adoptar un texto que, aunque no contiene nada nuevo, no contribuye a renovar las negociaciones.
Lieberman, rehuido en gran parte del mundo por sus actitudes racistas, ha expresado su satisfacción parcial porque la UE no haya aprobado la propuesta original de Suecia que reclamaba el reconocimiento de la UE de Jerusalén Oriental como capital de un futuro Estado palestino.
«A la luz del extremo proyecto presentado originalmente por la Presidencia sueca en el inicio de los debates, Israel acoge con satisfacción el hecho de que al final del proceso la voz de los Estados responsables y razonables de la UE haya prevalecido, equilibrando y mejorando el texto.»
Fuente: palestinethinktank.com