«A veces me pregunto si el mundo está siendo gobernado por personas inteligentes que nos están fastidiando o por imbéciles que hablan en serio». Mark Twain Siria es el territorio donde varios países dirimen desde hace siete años sus apetencias geoestratégicas por vía militar. Un conflicto interno, que derivó en la intervención abierta de Estados […]
«A veces me pregunto si el mundo está siendo gobernado por personas inteligentes que nos están fastidiando o por imbéciles que hablan en serio». Mark Twain
Siria es el territorio donde varios países dirimen desde hace siete años sus apetencias geoestratégicas por vía militar. Un conflicto interno, que derivó en la intervención abierta de Estados Unidos, apoyado por sus aliados y varios países árabes. Su argumento: frenar el avance del Daesh, el islamismo extremista que aprovechando el caos originado por la intervención en Irak ocupa parte del territorio de ese país y también se extiende en Siria.
Pero EEUU también armó a varios de los grupos rebeldes sirios y les dio apoyo logístico. Por su parte, Rusia intervino con el doble propósito de combatir al Daesh pero también a los rebeldes sirios. De una manera directa también lo hace Turquía, a quien le interesa frenar el avance de los kurdos en la región y de paso, facilitar la caída del gobierno sirio de Al Assad. Y de otras formas, abiertas o encubiertas, también se implican Irán a favor de Siria y Arabia Saudita en contra.