Martxelo Otamendi, Iñaki Uria, Xabier Oleaga, Joan Mari Torrealdai y Txema Auzmendi se sientan desde ayer en el banquillo de la Audiencia Nacional española acusados de «pertenencia» a ETA sólo por dirigir el primer diario en euskara. Se enfrentan a 70 años de cárcel. La vista oral arrancó hacia las 10.40, después de que el […]
Martxelo Otamendi, Iñaki Uria, Xabier Oleaga, Joan Mari Torrealdai y Txema Auzmendi se sientan desde ayer en el banquillo de la Audiencia Nacional española acusados de «pertenencia» a ETA sólo por dirigir el primer diario en euskara. Se enfrentan a 70 años de cárcel.
La vista oral arrancó hacia las 10.40, después de que el juez rechazara los recursos previos. El primero en declarar fue Iñaki Uria, quien anunció que no iban a responder a las preguntas de las acusaciones de la AVT y Dignidad y Justicia.
El fiscal Miguel Ángel Carballo renunció a interrogarle, ya que había pedido el archivo de la causa.
En respuesta a su abogado, el zarauztarra ha repasado su trayectoria profesional, desde que comenzó en «Argia», luego en «Egunkaria» y en la actualidad en Hamaika Telebista. Uria ha subrayado que su labor siempre se ha ceñido al ámbito cultural y del euskara, y que nunca ha trabajado en el ámbito político.
Explicó que en la década de los 80 y tras el nacimiento de ETB en la sociedad vasca era creciente la demanda de un diario en euskara, por lo que se llevaron a cabo numerosas reuniones para abordar el asunto. De ahí surgió un grupo dinamizador, Sortzen, integrado por unas 70 personas de diversas ideologías, que acordó los principios básicos del futuro diario en euskara: euskaltzale, nacional, amplio, plural e integrador. Según ha recordado, tenía que ser un diario independiente de instituciones y partidos políticos, moderno y profesional.
Uria dijo que fue el fallecido Joxemi Zumalabe quien le propuso ser subdirector de «Egunkaria» y que había unos diez candidatos a la dirección. Ha subrayado que las propuestas las hacía el Consejo de Administración de Sortzen, y que el dinero necesario se recaudó pueblo a pueblo.
También precisó que fue el Consejo de Administración el que eligió a Martxelo Otamendi como director del primer diario en euskara, que «Egunkaria» recibía subvenciones de las instituciones y que su línea editorial se regía por los diez principios fundacionales y por su libro de estilo.
Negando tajantemente que ETA ordenara o tuviera algún tipo de influencia en «Egunkaria», ni que la organización armada fuera la que propuso su candidatura.
En la parte final de su intervención, relató las torturas a las que fue sometido tras ser detenido por la Guardia Civil. Ha recordado que le colocaron la bolsa en la cabeza una y otra vez hasta casi producirle la asfixia, que le pusieron una pistola en la cabeza y simularon un disparo, que le apuntaron con armas infrarrojas y le golpearon con un listín telefónico.
El presidente del tribunal ordena no preguntar sobre torturas
Tras Uria ha llegado el turno de Xabier Oleaga y la defensa le ha preguntado sobre las torturas que denunció Uria, pero el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, no la ha aceptado y ha ordenado que no se hagan cuestiones de ese tipo, alegando que en este juicio no se analiza si hubo torturas o no.
A preguntas de Iñigo Iruin, Oleaga contó cómo fue su detención y traslado a Madrid y los tormentos que padeció allí, y ha explicado que efectuó la declaración policial después de que la Guardia Civil le asegurara que le dejarían «en paz» si contestaba a dos preguntas. Querían que dijera que en 1993 estaba en «Egunkaria», y que fue Iñaki Uria el que le propuso como redactor jefe.
Oleaga explicó que fue en 1995 cuando le propusieron trabajar en el diario euskaldun, una vez que dejó «Egin», y que asumió el puesto de redactor jefe en febrero de ese año. Al igual que Iñaki Uria, ha asegurado que nunca ha actuado o trabajado bajo las órdenes de ETA.
Otamendi
A Oleaga le ha seguido Martxelo Otamendi, a quien el fiscal tampoco interrogó. El ex director de «Egunkaria» recordó que antes de ocupar ese puesto trabajó y colaboró en otros medios de comunicación como ETB, Euskadi Irratia o «Egin», y que en los diez años que dirigió el periódico en euskara actuó con absoluta libertad, sin que nadie ajeno al diario le ordenara nada.
Como sus compañeros, afirmó que nunca recibió directrices de ETA y ha negado que la organización armada hubiera propuesto a los miembros de la dirección. «No lo habría aceptado», ha indicado.
El tolosarra también relató las torturas que padeció en manos de la Guardia Civil.
Torrealdai
Joan Mari Torrealdai tomó el relevo de Otamendi en la sesión de la tarde, respondiendo a las preguntas de su abogado. Ha detallado el maltrato que sufrió mientras estuvo incomunicado tras la detención, por lo que tuvo que recibir tratamiento sicológico durante un año.
El de Forua explicó que se animó a sumarse a Egunkaria Sortzen tras conocer que los euskaltzales Karlos Santamaria y Martin Ugalde andaban en ese proyecto.
Torrealdai explicó cómo se eligió al primer director del diario, para reiterar que ETA no tuvo participación alguna. Ha indicado que el proceso fue largo, que se llegaron a barajar 16 nombres y que finalmente fue nombrado Pello Zubiria tras la renuncia de varias personas.
«Egunkaria Sortzen era muy plural, había ideologías muy diferentes. Y si hubiera habido injerencias externas, no hubiésemos estado en ese proyecto», ha señalado. «Con esta edad y esta trayectoria, no estamos para juegos».
El último en declarar fue Txema Auzmendi, quien ratificó las declaraciones de sus compañeros, ha indicado al juez que no sufrió torturas pero sí trato vejatorio, y que sería conveniente que el magistrado conociera lo que ocurre durante la incomunicación.
En cuanto a la supuesta relación con ETA, negó que hubiese tenido contacto alguno con esta organización y que si Egunkaria Sortzen no hubiera sido un grupo independiente, no hubiese ingresado en él.
La declaración de Auzmendi finalizó a las 20:45 y la vista continuará mañana con la declaración de los testigos y de los guardias civiles que intervinieron en las investigaciones, tras lo que el juicio quedará aplazado hasta el 12 de enero.
Amplio apoyo social, político, cultural y sindical
Los cinco procesados, que partieron el lunes a Madrid desde Andoain entre aplausos de sus allegados y compañeros de trabajo, han recibido el apoyo de representantes políticos, sociales, sindiclaes y culturales vascos y catalanes en la capital española. Adolfo Muñoz (ELA), Ainhoa Etxaide (LAB), Xabier Zubizarreta, Amparo Lasheras y Miren Legorburu (izquierda abertzale), Jon Abril y Mikel Basabe (Aralar), Josu Erkoreka y Markel Olano (PNV), Pello Urizar (EA), Iñaki Galdos (Hamaikabat), representantes de ERC, Xabier Mendiguren (Kontseilua), Koldo Tellitu (Ikastolen Konfederazioa), Joan Mari Irigoien, Josu Juaristi (director de GARA), Jabier Muguruza, Mariano Ferrer, Edurne Brouard y Mertxe Mujika (AEK) y Paul Bilbao (Behatokia) son algunos nombres de la larga lista de agentes sociales que han arropado a los procesados en las puertas del tribunal especial.
La Policía española sólo dejó entrar a la sala de vistas a doce personas, y ha comenzado a identificar a todos los demás, alegando que habían tomado parte en una concentración «no autorizada».
Además de la causa por «pertenencia a organización terrorista», en el caso «Egunkaria» se sigue también un proceso por presuntos delitos económicos como alteración de las cuentas e impago de impuestos «en relación con organización terrorista». Hay ocho procesados. Entre ellos se encuentran también Torrealdai, Uria y Auzmendi, junto con Joxe Mari Sors, Ainhoa Albisu, Mikel Sorozabal, Begoña Zubelzu y Fernando Furundarena.
Las peticiones son aún más graves, ya que se proponen condenas de hasta 26 años, además de más de 30 millones de euros de multa.