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Los terroristas del Templo de la Montaña

Fuentes: Rebelión

Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis

El Servicio de Seguridad está embrujado por un terrible miedo: que otro Primer Ministro Israelí sea asesinado. La extrema derecha, que no oculta su admiración por Yigal Amir (1) y su proeza, protegerá a quién sueñe con una acción similar. Después de todo, si Amir tuvo éxito en asesinar el proceso de Oslo, ¿ por qué otro Amir no iba a tener éxito asesinando el proceso de desmantelamiento de los asentamientos de la Franja de Gaza?

 Pero el Servicio de Seguridad también considera un temor aún mayor: que un grupo terrorista judío bombardee las mezquitas en el Templo de la Montaña.

 Hace años, una organización clandestina judía se estaba preparando para hacer exactamente eso. Fue descubierta antes de que pudiera llevar a cabo sus planes. Ahora un complot similar está en marcha.

 El servicio de seguridad cree que esta acción se propone poner fin al plan de desconexión de Ariel Sharon. Bombardeando la mezquita de al-Aqsa y/o el Domo de la Roca se inflamaría por completo el mundo árabe y musulmán. Causaría profundos levantamientos, derribando regímenes árabes, quizá encendiendo una revolución fundamentalista por toda la región. En una situación semejante, ¿quién iba a pensar en evacuar asentamientos?

 Todo eso es cierto, pero no llega a las raíces de la conspiración. La voladura de las mezquitas de Haram al- Sharif es una empresa que va mucho más allá de cuestiones tópicas. Es un acto revolucionario que cambiaría la religión Judía en sí misma. Desde el punto de vista de los terroristas potenciales, esta es la cuestión principal. En Israel, la historia Judía se divide en tres» casas», significado los tres templos: El Primero Templo fue presuntamente construido por el rey Salomón en el siglo diez AC y destruido por el rey babilonio Nabuconodosor en el año 568 AC. La población de Judea fue tomada como cautiva en Babilonia cerca de 50 años pasaron antes de que se les permitiera volver a Jerusalén y construir el templo otra vez. El edificio del Segundo Templo fue terminado en el 516 AC y que fue renovado y ampliado por el rey Herodes el año 20 AC y destruido posteriormente por el general Romano Tito en el año 70 DC. El Tercero Templo no existe, pero la nueva comunidad judía que empezó a establecerse en Palestina en el año1882 frecuentemente se llama a sí misma la » Tercera Casa». ( Cuando Moshe Dayan se puso histérico al el comienzo de la guerra del Yom Kippur, empezó por lamentar la » Destrucción de la Tercera Casa»). Pero este es solamente un término simbólico – ninguno de los padres fundadores del movimiento sionista ni cualquiera de los que fundaron el Estado de Israel, soñaron construir un templo nuevo.

 La razón para ello radica en los sucesos de 1934, hace años.

 Cuando los Romanos sitiaron Jerusalén, antes de que la ciudad cayera y fuera destruida, un destacado rabino, Yokhanan Ben-Zakkain, fue, a escondidas, sacado fuera en un ataúd. Se acercó al comandante romano y logró conseguir permiso de él para establecer un centro religioso judío en Yavneh, entre Jaffa y Asdod. Esto fue el comienzo de una revolución en la religión judía. «La Primera Casa» fue más bien un insignificante edificio. Contrariamente a la Biblia, no hay evidencia histórica alguna de que el imperio de David y Salomón existieran jamás. Jerusalén fue una mera aldea, Judea una entidad insignificante. La religión Judía como nosotros la conocemos vino a darse solamente en el exilio babilónico, y desde entonces dos tercios de los judíos ( como fueron llamados desde entonces) vivieron fuera de Palestina.

La » Segunda Casa», también, comenzó más bien como un insignificante asunto, como atestiguó un profeta coetáneo, pero que se extiende en el transcurso del tiempo. El rey Herodes, un gran constructor, trató de ganar los corazones de sus detractores convirtiendo el Templo en una estructura magnífica. Siquiera antes de esto, una aristocracia sacerdotal hubo afluido alrededor el Templo y establecido su posición en la comunidad judía de Judea. Su expresión política fue el partido saduceo. Contra él, un partido de oposición, los Fariseos, se formó. Tomaron en consideración una interpretación mucho más ancha de las santas escrituras y creyeron en otro mundo. En el tiempo de esta lucha, floreció de creatividad religiosa judía y la Biblia fue escrita. Desde que la clase sacerdotal se hace con el poder, el Templo juega un papel central en la Biblia. El sacrificio ritual de animales acompañó otras prácticas conectadas con el Templo, la simbólica morada del Todopoderoso. Jesús, un judío revolucionario, se rebeló contra la comercialización del Templo, como hicieron muchos de los fariseos. La dinastía Hasmonita, en la estaba basada la aristocracia sacerdotal, consideró a los Fariseos sus enemigos y ejecutó a muchos de ellos.

Todo esto cambió cuando el Templo fue destruido. La estructura desapareció, junto con el culto de sacrificios. La aristocracia jerusalemita fue eliminada, los sacerdotes lo perdieron todo. La religión judía cambiaba de rumbo. De entonces en adelante, los rabinos, sucesores de los fariseos, fueron dominantes en la comunidad judía y en su religión. Mucho antes de la destrucción del Segundo Templo, la gran mayoría de judíos vivían fuera de Palestina. Después de la destrucción ( y la vana rebelión de Bar-Kokhba en el 135 AC), la comunidad judía en Palestina disminuyó. Jerusalén se volvió un sueño, y todos los sucesos significativos en el desarrollo de la religión judía ocurrieron lejos de allí. Después de la destrucción del templo, la religión judía se convirtió en un asunto de leyes y mandamientos inconexos con cualquier territorio en particular.

La Tierra de Israel y Jerusalén se hicieron más unos símbolos que una realidad territorial. El judaísmo siquiera exigió a sus creyentes hacer una peregrinación a Jerusalén, como el Islam requiere a sus creyentes viajar a Meca por lo menos una vez en su vida. Hasta el advenimiento del moderno sionismo, los judíos nunca, siquiera una vez, trataron de regresar en masa a Palestina; es más, esto fue explícitamente prohibido por su religión. Cuando medio millón de judíos fueron expulsados de la España católica en 1492, se dispersaron por todo el musulmán imperio otomano y solamente unos pocos fueron a Palestina la cual, también, era una provincia otomana. El llamamiento de Napoleón a los judíos para establecer un Estado Judío en Palestina cayó en oídos sordos. Los primeros proponentes del ideario del moderno sionismo, mucho antes de la aparición de Teodoro Herzl, fueron ingleses y americanos motivado por impulsos religiosos cristianos. Durante los últimos siglos, el judaísmo europeo-americano se convirtió cada vez más en una religión imbuida de un mensaje moral universal. Los pensadores judíos creyeron que era » misión» de los judíos proveer de una ética universal a las naciones del mundo, vista esta como la verdadera sustancia del judaísmo.

El sionismo vino a ser como una parte de la revolución nacionalista en Europa y como una reacción a su carácter generalmente antisemítico. Originó la teoría que los judíos son una nación como otras naciones europeas, y que esta nación debe establecer su propio estado en el país ahora llamado Palestina. No por accidente las enseñanzas de Herzl levantaron la oposición vocal y violenta de casi todos los grandes rabinos de su tiempo, ya fueran Hassidimitas o sus adversarios los Mitnagdimitas, ya fueran ortodoxos o reformistas. Pero cuando la comunidad sionista en Palestina estableció un estado, algo pasó al judaísmo de allí. La conexión con el territorio, la tierra, cambió la cara de la religión, como hizo con todas las otras partes de la vida nacional.

No es exagerado afirmar que la religión judía en Israel experimentó una mutación, la cual se ha hecho más y más extrema en los años recientes. Una religión con un universal mensaje se convirtió en un culto tribal. Una religión de ética se convirtió en una religión de lugares santos. Yeshayahu Leibowitz, un judío del viejo estilo, definió la religión de los colonos como un culto pagano de idolatría. El nuevo culto del templo es el clímax de este proceso. Las preparaciones prácticas para la destrucción de las mezquitas y la restauración del templo, junto con sacrificios de animales y otros cultos del templo, constituyen una ruptura con los últimos dos mil años de religión judía. Es una revolución religiosa de dimensiones históricas. Si esta tendencia se hace dominante en el Estado de Israel, esperemos que no, yo creo que llevaría a la construcción del Tercer Templo pero a la destrucción de la» Tercera Casa».

El Segundo Templo, junto con el pueblo judía en este país, tuvo un fin violento porque una pequeña minoría de fanáticos Zealotes, quienes fueron muy semejantes a los colonos extremistas de hoy, llegó al poder en la comunidad judía y la arrastraron a una demencial y desesperada guerra. Esto puede pasar otra vez. En la víspera del Yom Kippur, algo en lo que pensar.

(1) Yigal Amir , estudiante fundamentalista judío que disparó y mató al Primer Ministro Israelí, Yitzak Rabin el 4 de Noviembre de 1995.
18.9.04