Israel confirmó ayer su disposición a respetar la tregua acordada con Hamas gracias a la mediación egipcia y que entrará en vigor hoy a las 6.00 locales [5.00, en Euskal Herria]. Pese a ello, varias voces del Estado sionista mostraron su malestar hacia esta iniciativa. Así, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, señaló que «no […]
Israel confirmó ayer su disposición a respetar la tregua acordada con Hamas gracias a la mediación egipcia y que entrará en vigor hoy a las 6.00 locales [5.00, en Euskal Herria]. Pese a ello, varias voces del Estado sionista mostraron su malestar hacia esta iniciativa.
Así, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, señaló que «no nos podemos hacer ilusiones. Esta tregua es frágil y podría ser breve. Hamas no ha cambiado».
«Si el terrorismo continúa, Israel deberá trabajar para eliminar la amenaza», añadió Olmert durante una conferencia en Bet Yehoshua, al norte de Tel Aviv.
Olmert subrayó que la liberación de Gilad Shalit [soldado israelí en manos de Hamas en Gaza] está íntimamente relacionada con el acuerdo de alto el fuego que se ha alcanzado con la formación islamista.
Más duro aún fue el viceprimer ministro, Haim Ramon, que rechazó el acuerdo de alto el fuego. «Yo estoy en contra de una tregua, porque es otro triunfo para el islam radical. Ganó en Líbano y ahora está a punto de ganar en Gaza», señaló en declaraciones recogidas por el portal sionista Aurora Digital.
Ramon fue uno de los miembros del Gobierno de Olmert que se abstuvo de votar la autorización para suspender las operaciones militares en Gaza, tal y como establece el acuerdo de El Cairo. El ministro de Transportes, Shaul Mofaz, y el de Justicia, Daniel Friedman, también se abstuvieron.
Ramon fue más allá y pidió que la tregua sea sometida a referéndum. «El Gobierno debe alcanzar el marco de un acuerdo y, a continuación, llamar a votar. Cualquier acuerdo importante con los palestinos requiere de un referéndum», declaró.
Zevulun Orlef, diputado del ultraortodoxo Ichud Leumi-Mafdal, calificó el acuerdo de «globo que va a reventar» y añadió que «un acuerdo de alto el fuego sin Gilad Shalit es un crimen moral que transmite el mensaje de abandonar el soldado secuestrado a su destino».
Arieh Eldad, también diputado de Ichud Leumi-Mafdal, declaró que «debido a un corrupto primer ministro y a un ministro de Defensa inseguro, Israel capitula con Hamas y acepta un alto el fuego que permitirá a los terroristas atacar Ashdod y Kiriat Gat más tarde. Los residentes de Israel deben tomar notar que hoy todo el centro del país se convierte en una zona de guerra debido a Olmert y Barak».
Uno de los escasos apoyos al anuncio de tregua desde Israel llegó de la mano del izquierdista Meretz, cuyo presidente, Haim Oron, mostró su esperanza en que el alto el fuego cuaje, ya que «es la mejor solución a fin de lograr la calma en el cinturón de comunidades que rodean Gaza».
Apoyo de EEUU
Otro de los apoyos al anuncio de alto el fuego llegó desde Washington, ya que la Casa Blanca señaló que «todo aquello que haga bajar el nivel de violencia es una buena cosa», según declaró el portavoz Gordon Johndroe.
«Esperemos que esto signifique que Hamas deja de lanzar cohetes sobre israelíes inocentes y que esto conduzca a un mejor clima en las conversaciones entre Israel y la Autoridad Palestina», añadió Johndroe, que reconoció el papel de intermediario de Egipto.
Desde el lado palestino, las brigadas al-Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, se comprometieron a respetar el alto el fuego, pero anunciaron que responderán a cualquier agresión israelí, tal y como ha hecho Hamas, según señaló su portavoz, Abú Ahmad.
El FDLP, por su parte, pese a valorar positivamente el acuerdo, expresó sus reservas ante el mismo, ya que no tiene en cuenta a Cisjordania, según señaló Saleh Nasser, miembro del Comité Central de esta formación.
Abú Mujahid, portavoz del brazo armado de los Comités de Resistencia Popular, por su parte, señaló que no obstaculizarán el acuerdo, aunque responderán a cualquier violación israelí del mismo.
Ayer, víspera de la entrada en vigor de la tregua, 38 cohetes artesanales golpearon posiciones sionistas en el Neguev, mientras que el Ejército israelí llevó a cabo dos ataque aéreos contra casas de Gaza.
Los ultraortodoxos quieren «importar» 300.000 etíopes
El parlamentario de Shas (ultraordoxo sefardí y mizrahim) Mazor Bahyna destacó que en Etiopía existen más de 300.000 personas que podrían emigrar a Israel, puesto que «son judíos que padecieron conversiones forzosas» al cristianismo, según publicó ayer el diario «Haaretz».
«Tenemos pruebas históricas y cartas de kessims [líderes religiosos de los judíos etíopes] que muestran que hace 40 años hubo más de 50.000 judíos que fueron obligados a cambiar de religión», señaló Bahyna, nacido en Etiopía.
Sin embargo, otro parlamentario nacido en Etiopía, Shlomo Molla (Kadima), señaló que es necesario detener el flujo de etíopes supuestamente judíos convertidos al cristianismo (falashmura), al considerar que es muy complicado determinar quiénes tienen realmente orígenes judíos y quiénes buscan únicamente emigrar por motivos económicos.
El Gobierno israelí busca que los judíos dispersos por el mundo emigren a Israel para poder mantener controlada a la población palestina. Para ello, subvenciona los viajes y busca judíos en diversas zonas del mundo.