Sigo en pie por amor, por cosas mías, con buena edad para cambiar, sereno, para enfrentarme ante el espejo, ameno y entrar a averiguar mis alegrías Sigo en pie por razones, por mis guías, por decirme que el mundo no es ajeno y que no hay que pedir un visto bueno para uno celebrar sus […]
Sigo en pie por amor, por cosas mías, con buena edad para cambiar, sereno, para enfrentarme ante el espejo, ameno y entrar a averiguar mis alegrías
Sigo en pie por razones, por mis guías, por decirme que el mundo no es ajeno y que no hay que pedir un visto bueno para uno celebrar sus cumpledías
Los versos tienen hoy los ojos fijos, los sueños el gemido de otros sueños, las palabras de amor, nuevos prefijos,
los latidos suenan de otra manera, pero no te preocupes de estos dueños porque yo sigo en pie hasta que muera.
Antonio Guerrero, 28 de diciembre de 1999
Cumplió el 16 de octubre 56 años, de los que ha pasado nada menos que 16 en cárceles estadounidenses. Antonio Guerrero fue uno de Los Cinco arrestados en septiembre de de 1988 en Estados Unidos por la peregrina razón de combatir a grupos «terroristas» que operaban desde Miami. Actualmente permanece entre rejas, al igual que sus compañeros Ramón Labañino y Gerardo Hernández. Antonio Guerrero ha dedicado una parte de la eterna espera a componer poesías, algunas recogidas en el disco de dos cantautores -el chileno Lucho Roa, y el cubano Ismael de la Torre- titulado «Seguimos en pie».
El trabajo, presentado en Valencia el 17 de octubre en un acto organizado por la Librería Primado y la Asociación Valenciana José Martí de Amistad con Cuba, se estrenó el pasado julio en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) de La Habana, con la presencia del expreso Fernando González Llort, y en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). El disco también se ha presentado en Madrid, en la Sala Moby Dick y en la fiesta del PCE, y en Bilbao (en la fiesta del 25 aniversario de Euskadi Cuba).
«Seguimos en pie» es el resultado de una obra colectiva que reivindica la libertad de Los Cinco cubanos presos (actualmente permanecen tres en la cárcel). Se compone de un primer disco con cinco poemas musicados de Antonio Guerrero, a cargo de Ismael de la Torre y Lucho Roa; y un DVD («Cinco palmas y un pincel») cuya autoría corresponde a Paco Bernal, miembro de la Asociación de Amistad con Cuba Camilo Cienfuegos de la Marina Alta (Alicante). Del diseño gráfico se ha hecho cargo Esther Jávega.
La intención política del trabajo figura claramente en el libreto que lo acompaña, donde se recuerda que el «injusto juicio (a los cinco cubanos) duró más de seis meses, convirtiéndose en el más largo en Estados Unidos hasta ese momento, y aunque jamás se probó, fueron acusados y condenados por conspiración para cometer espionaje. A pesar de las evidentes y múltiples violaciones legales cometidas durante todo el proceso, Los Cinco fueron sentenciados a condenas que sumaron 4 cadenas perpetuas de más de 77 años, confinados en diferentes cárceles de máxima seguridad, sin comunicación entre ellos e impidiendo en muchos casos las visitas de sus familiares».
El cantautor Lucho Roa nació en 1957 en San Bernardo, una localidad del área metropolitana de Santiago de Chile. Creció en una atmósfera de lucha política, efervescencia cultural y conflicto social, de hecho, vivió con su familia los tiempos de la Unidad Popular y el golpe fascista de 1973. Muy pronto, a los 8 años, sus padres ya lo matricularon en la escuela de cultura artística, donde guitarra, canto y música popular. En 1995 decidió abandonar su país y recaló en el estado español, donde actualmente reside. Lucho Roa no sólo musicaliza poesía. También recita y acompaña musicalmente los versos de Lorca, Miguel Hernández, Machado, Neruda o Alberti; o interpreta, además de canciones propias, a Víctor Jara, Violeta Parra, Víctor Heredia o Atahualpa Yupanki, entre otros.
En cuanto a Ismael de la Torre, la música le corre por la sangre. Su padre, también trovador cubano, formaba parte del trío «De la Torre». Éste músico, poeta y trovador acumula más de dos décadas de experiencia profesional, incluida la participación en todos los movimientos de la «Nueva Trova» cubana. Además del lirismo poético, uno de los rasgos de su obra es la mezcla. Ismael de la Torre combina y fusiona ritmos como la guaracha, el son, la samba y el pop. También tiende puentes entre la tradicional y la «Nueva Troba» cubana.
El disco cuenta además con la colaboración del músico de origen cubano Orlis Pineda, quien llegó a España en 1997. Define sus letras como un viaje «a través del amor, la nostalgia, la filosofía y la esperanza». En sus canciones no resulta extraña la mezcla de música cubana con otras tradiciones, como el flamenco, el pop-rock, la samba, el rap y el reggae. Orlis Pineda es autor de la canción titulada «Cinco razones», la octava del disco «Seguimos en pie», seguramente el himno de todos aquéllos que perseveran en la lucha por la libertad de Los Cinco.
Cinco rincones cinco razones cinco voces cinco ilusiones
sin condiciones sin opiniones llevan la verdad en sus corazones
El mundo se levanta el mundo de clamor el mundo que entiende de dolor
pone su esperanza y pide como yo el derecho, la justicia y la razón
Anda y pon tu corazón mira que la vida es un reloj
Anda y pon tu corazón para que ellos puedan ver el sol
Estribillo: Hay que luchar hay que seguir recopilando caminos para que puedan vivir
Hay que luchar hay que seguir hagamos un sacrificio para que puedan salir
P-¿Cómo definiríais en breve los poemas de Antonio Guerrero, su temática y contenidos?
Ismael de la Torre: Son poemas que tienen sobre todo un sentimiento muy fuerte hacia la patria cubana. Por ejemplo hay uno, «Eterna inmunidad», que habla del amor a la patria y también a la pareja. Otro titulado «Rompiendo el muro» habla de la prisión, de la situación en la que se encuentra Antonio y de una futura salida.
Lucho Roa: En el libro de Antonio «Desde mi altura» hay muchas citas de autores como Benedetti o Neruda. Lo que me llama la atención de este libro, escrito entre cuatro paredes y en un duodécimo piso, es que él dice «voy a contar mi experiencia aunque reconozco que no soy un poeta y no tengo esa lírica, ni esa verborrea… Pero yo tengo que transmitir esto». Hay una esencia de lo que quiere transmitir, a lo mejor sin ese fundamento literario, pero que es lo que a mí me importa. El saber reconocerse en ese momento jodido, pero con dignidad.
P-¿En qué condiciones están compuestas estas letras a las que acompañáis de música?
ILT: Los escribió al principio de estar preso en Estados Unidos. Por eso, en el fondo de los poemas, yace la realidad de ese momento en la cárcel, la de Antonio Guerrero pero también la de Los Cinco.
LR: Los empieza a escribir a los tres años de estar preso. Si lees el libro de Antonio, te das cuenta de que es una poesía muy directa. Además, te hace sentir y reflexionar pero sin hacer daño. Él lucha desde su interior. Sabe que es un hombre justo, libre y que lo que está viviendo es una injusticia.
P-¿Conocisteis personalmente a Antonio Guerrero?
ILT: El trabajo de musicalizar los poemas lo había ya realizado en 2007 en La Habana, con actores de la televisión y otros cantautores. A Antonio no llegué a conocerlo personalmente, pero sí a su hermana Maruchi. Cuando surgió el proyecto entré en contacto con ella.
LR: Sólo a través de correos indirectos o de otras personas nos hemos podido saludar y conocer. Creo que escuchó algunos de los poemas musicalizados a través del formato MP3 o en las redes, ya que en la cárcel no tenían acceso a los discos. Hay otra cuestión. Cuando me refería a Los Cinco (ahora los tres presos) pensaba que estaban en una cárcel todos juntos, pero no, están separados y a kilómetros de distancia.
P-¿Cómo surgió la idea de impulsar «Seguimos en pie»?
ILT: Del proyecto me habló el presidente de la Asociación Valenciana José Martí de Amistad con Cuba, David Rodríguez, en la embajada de Cuba. Estábamos con otro trovador, Orlis Pineda. Eso fue hace cuatro meses. Le dije que con mucho gusto podía contar conmigo. Llegamos a Valencia y grabamos los temas muy rápidamente.
LR: Cuando contactamos, Ismael tenía unos trabajos previos, y yo también. El libro de Antonio lo tenía marcado para hacer 10 o 12 canciones, pero tiempo no había para componer tanto. Te lo digo honestamente, las melodías salieron en nada…
P-¿Entendéis la música y el arte en general al margen del compromiso político?
ILT: En mi caso yo siempre he sido «misionero». He participado en la «Misión Cultura» en Cuba, y el arte lo pongo al servicio de la Revolución y de buscar un mundo mejor.
LR: Vengo de una tradición folclórica y de un país, Chile, donde aprendí de Violeta Parra, Atahualpa Yupanki, o poetas como Neruda y los españoles de la Generación del 27. Todos los que cantaban y leían poesía decían cosas. El arte, por tanto, ha de estar comprometido con los movimientos. También con lo vivencial y lo existencial. Todo lo que yo hago es política.
P-¿Qué os parece la acogida del disco en los lugares donde habéis actuado?
ILT: Estuve en Bilbao, precisamente se lo contaba a Lucho ahora, y lo pasé muy bien. La gente quedó muy contenta y muy interesada por el disco. La primera presentación fue en La Habana, donde no pude estar, pero me han dicho que la cosa fue muy bien…
LR: Considero que el disco ha tenido una buena acogida y que hemos de seguir trabajando. Lo hemos presentado en lugares de formato «cámara» (como yo digo), ante un pequeño público, no en grandes escenarios. Ahora hacemos gestiones para «sacar» este trabajo del territorio español. Pero tampoco se trata de tocar por cantar. Hay un contexto de político y de denuncia, y así nos lo hemos de plantear.
P-¿Destacarías alguna anécdota o experiencia singular durante la composición del disco?
ILT: La grabación de los temas la hicimos muy rápido. Yo me sentía muy motivado. Cuando uno se dispone a grabar un disco, lo normal es que se demore un poco (puede que hasta seis meses), pero esto era algo muy importante y uno pone todo el empeño.
LR: Coincidimos con Ismael de la Torre sin habernos conocido en la elección de un mismo poema para musicar. Cada uno lo compuso con una melodía diferente, y aparece en el disco dos veces musicalizado. Él lo grabó en Cuba y yo en Valencia.
P- Un cantautor chileno y un trovador cubano. ¿Cómo ha resultado la mezcla?
ILT: Siempre he trabajado con chilenos en Cuba. De hecho, he trabajado con un amigo mío, cantautor y artista plástico, Carlos Ayress, que fue director del Memorial Salvador Allende en La Habana. Un luchador tremebundo. Me produce también mucha emoción aquí, en España, tener un amigo como Lucho Roa, cantautor chileno. Nos estamos conociendo ahora. Y muy bien que nos va…
LR: Me encanta, claro. Siempre he tenido contacto con músicos cubanos y les quiero y les respeto. Hay músicos chilenos en La Habana que han hecho una importante labor allí. Cada vez que estoy con un cubano en un escenario -estuve en julio en La Habana- para mí supone estar comprendiendo una cultura diferente.
P- En cuanto a Los Cinco…
ILT: Una injusticia total. Desde el punto de vista de los artistas, hemos de hacer más eventos porque es la única forma de que salgan. Es necesario más empeño con el arte.
LR: Considero que es difícil saber el final de esto. Pero en la medida en que denunciemos y digamos que son inocentes y que no hay nada probado, que los cargos no son reales y que hay tres personas presas todavía… En la medida que hagamos un disco, un mural… Esto invita a que la gente que no conoce el caso se pueda posicionar. El artista ha de estar «donde las papas queman». El caso de Antonio Guerrero es el de un ser humano privado de todo, y con lo que implica estar encerrado en una prisión de Estados Unidos.
P- Por último, ¿Cuál es el gran propósito del disco?
ILT: En primer lugar, que llegue a la gente lo que ha escrito Antonio Guerrero. Y que lo liberen, claro, que es lo que nos hace falta. A él y a Los Cinco.
LR: Un objetivo político. En la medida que me pueda sentir útil como artista, compositor y cantor para que la gente pueda sensibilizarse. Es lo que tiene que quedar.
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