El notorio contrarrevolucionario anticubano, quien ha fungido últimamente como presentador del canal TeleMiami, fue detenido ayer por agentes de la policía de Miami bajo la acusación de abuso sexual contra una menor y acoso sostenido contra su ex pareja, Velia Ortiz. El viejo verde, con 87 años sobre sus costillas, carente de escrúpulos y cargado […]
El notorio contrarrevolucionario anticubano, quien ha fungido últimamente como presentador del canal TeleMiami, fue detenido ayer por agentes de la policía de Miami bajo la acusación de abuso sexual contra una menor y acoso sostenido contra su ex pareja, Velia Ortiz. El viejo verde, con 87 años sobre sus costillas, carente de escrúpulos y cargado de lascivia, manoseó en diez oportunidades a la niña hija de su pareja. Para complicar su situación legal, la acusación le señala una potencial peligrosidad al conocerse que tiene licencia para portar armas de fuego.
Luego de que cumpliera años el pasado 14 de julio, el auto titulado Presidente del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), ha acumulado toda una vida dedicada no solo al arte del canto y la poesía, sino también a la detracción mediante un periodismo al servicio de la contrarrevolución y de la CIA, vinculándose sistemáticamente con la flor y nata del terrorismo anticubano. Muchas pruebas hay sobre este denigrante papel asumido por Conte Agüero, como lo evidencian sus vínculos de amistad con Luis Posadas Carriles, con el extinto Orlando Bosch Ávila y con la camada extremista dentro del congreso norteamericano, integrada por Mario Díaz Balart, Ileana Ros-Lehtinen, David Rivera, Albio Sires, Bob Menéndez y Marcos Rubio. No fue casual, pues, que Conte se erigiera en presentador en las actividades realizadas en Miami, principalmente en el Big Five Club, para recolectar fondos para la defensa del terrorista mientras se celebraba su amañado juicio El Paso, Texas.
Nacido en la Habana, en 1924, se graduó en Filosofía y Letras en la Universidad de la Habana en 1954, convirtiéndose en comentarista radial y, en un gesto de sin par egolatría, se auto vanagloriaba de autodefinirse como «la voz más alta de Oriente». Vinculado al Partido Ortodoxo y a Eduardo Chibás, temeroso de la represión de la dictadura batistiana se marchó a Venezuela y solo regresó a Cuba cuando se sucedió el triunfo revolucionario de enero de 1959. De inmediato, aliado a un grupo de personajes que imaginaron que el proceso revolucionario no afectaría los intereses de la burguesía y no alcanzara el nivel de radicalización prometido por Fidel en «La Historia me absolverá», Conte Agüero se dedicó a conspirar contra la revolución y a atacarla abiertamente sobre todo mediante comentarios radiales y televisivos provocadores, cargados de infundios, así como a través del desaparecido diario burgués conocido como Diario de la Marina.
La respuesta a sus ataques no se hizo esperar y no tuvo otra alternativa que emigrar a Miami en 1960, luego de asilarse en la embajada argentina en la Habana, convirtiéndose de inmediato en uno de los voceros de los nacientes grupos contrarrevolucionarios financiados por la CIA. Su voz se puso al servicio del imperialismo mediante La Voz de las Américas (VOA) en los programas denominados «Cita con Cuba» y «Amanecer Cubano»; al igual que mediante el engendro radial de la CIA denominado Radio Swan; también se dedicó a lanzar infundios contrarrevolucionarios desde la WRUL de New York.
Para 1964, Luis Conte Agüero se dedicó a servir a la CIA mediante el envío de mensajes por Radio Swan a los contrarrevolucionarios alzados en el Escambray. Años después, ya en la década de los 70, labora para el Servicio Americano de Noticias (SAN), primera agencia de Noticias en Español, cuyas oficinas radicaban en el Nacional Press Buildind de Washington, uniéndose a otros periodistas como Jack Anderson, Armando García Sifredo, Santiago Rey Perna y otros.
Su ideología contrarrevolucionaria y terrorista quedó evidenciada en varios de sus discursos pronunciados en los eventos mafiosos a los que era invitado. Tal es el caso del acto efectuado el 6 de diciembre de 2010 en el Monumento a los Caídos en la Invasión de Bahía de Cochinos, en el que expresó: «No obstante más de medio siglo del esfuerzo sistemático del totalitarismo para envilecer a los cubanos, siempre hay llamas de protesta rebelde y denuncia valiente. En esta tarde de promesas y esperanzas, aplaudamos también, sostenidamente -las damas primero- a las firmes, dignas, intensas, Damas de Blanco; al maceico Dr. Oscar Elías Biscet; el ciego todo coraje, Juan Carlos González Leyva; los hermanos Sigler Amaya, dos combatientes aquí, dos combatientes allá; la juventud bravía que en Oriente encabeza Néstor Rodríguez Lobaina, la temperancia de Payá;(…) Dignidad de mártires y de quienes a toda costa y costo siguen concibiendo batallas de regreso y liberación. Dignidad humilde de Osvaldo Mitat, dignidad vertical de Santiago Alvarez; dignidad indomable de Orlando Bosch, y ahora me avisa Gustavo Lemus que ha llegado «El Bambi», el más perseguido por el odio comunista y la flojera de aliados pusilánimes. Lleva el rostro herido condecorado por balas enemigas. Vistió con orgullo el uniforme de las fuerzas armadas norteamericanas. Combatió por la democracia en diversos escenarios. Todo dignidad; todo vergüenza: Luis Posada Carriles.»
Esta malsana apología de terroristas y mercenarios solo podría salir de la boca de un recalcitrante enemigo de la Revolución, aquejado por la frustración y el odio visceral hacia su propio pueblo; capaz de venderse por dinero para fabricar calumnias al igual que de un corazón donde afloran los más detestables y bajos instintos.
Esta misma apología a los terroristas la haría con desenfado en la ciudad de Los Ángeles, el 16 de octubre de 2010, cuando defendió y sobrevaloró a criminales de la catadura de Luis Posada Carriles. Sus comentarios son evidentes: «La insurrección latente se hará patente. Perdiéndose el miedo, asoman retos callejeros. ¿Se encenderá una estrella en el uniforme de algún militar? ¿Queda sólo sometimiento en quienes se llamaron Rebeldes? ¿Y este país al que amamos y juramos lealtad? Gente generosa, humana, solidaria practican un sistema de justicia y libertad. Esta grandeza en lo doméstico no la iguala una política exterior desconcertada y desconcertante que no es amiga de los amigos ni enemiga de los enemigos. No saben o no quieren serlo. Se prolonga el largo encierro de Eduardo Arocena lejos de su mujer, su familia, sus vecinos, sus amigos. Luis Posada Carriles y Santiago Alvarez no pueden coincidir en una misma sala; caminan pasos prisioneros con grilletes que impidan fugas de combate. Tampoco puede Osvaldo Mitat. Luis, miembro de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y de la DISIP venezolana, combatiente en África y en otros retos de América, acusado y absuelto en Caracas por un tribunal civil y uno militar, pinta en lienzos de esperanza y espera un juicio más… en los Estados Unidos. Así tratan al bravo soldado que en tantas partes sirvió.»
Tal es la amistad que profesa hacia Luis Posada Carriles, que Conte Agüero fue uno de los presentes en el homenaje que el actual alcalde de Hialeah, Carlos Hernández, le realizó al confeso terrorista al entregarle las llaves de la ciudad.
Solo un mafioso como él puede ser honrado por las gentes de su misma calaña, tal como ocurrió el 17 de mayo de 2008, cuando la llamada Junta Patriótica Cubana de la Región norte de New Jersey le honró en la Asociación Hijos y Amigos de Fomento Banquet Hall en Union City, New Jersey. Lo mismo ocurrió el 4 de marzo de 2009 (casualmente la fecha en que Batista dio el golpe de estado varios décadas atrás), cuando recibió una alabanza sui generis, en un espacio televisivo de Telemiami, nada menos que por parte de Ileana Ros Lehtinen. Allí compartió sus diatribas anticubanas con Enrique Ros, padre de la Loba Feroz, la que aprovechó el momento para declarar: «Hoy he venido para condecorar a un gran cubano y a un gran líder pro-democracia. La lucha del doctor Conte Agüero ha sido férrea dentro del exilio para ayudar a liberar a la isla».
Me pregunto qué pensará hoy Ileana Ros-Lehtinen al conocer que sus amigos son capaces de ultrajar a una menor, como lo hizo Conte Agüero y a desfalcar al Medicare como lo hizo años antes Huber Matos Araluce. Si valiera el dicho que reza: «Dime con quién andas, y te diré quién eres», obviamente La Loba feroz tendría mucho de qué preocuparse.
Otro sonado homenaje al vejestorio devenido en foco de admiración de sus cúmbilas mafiosos del Partido Ortodoxo, tuvo lugar el pasado 18 de julio del 2011, cuando recibió un pergamino en ocasión de su 87 cumpleaños.
Pero Conte Agüero también se ha vinculado a los representantes de la ultraderecha conservadora norteamericana como el propio John McCain, escuchando de forma servil es discurso que éste diera el 20 de mayo de 2008. Allí se le vio, con el pelo teñido y con una ya maltrecha rubia similar a las conejitas de Play Boy, pavoneándose ante todos los presentes. Sin embargo, según relató uno de los asistentes, Conte Agüero pasó un gran bochorno cuando, al final del acto, se apresuró a degustar el almuerzo y se lanzó a capturar un muslo de pollo, siendo de inmediato reprendido por Sara Swander, la portavoz de McCain, quien le reclamó en voz alta: «¡Esto es para la prensa, solamente!». La gula traicionó esta vez a Conte Agüero, quien se retiró avergonzado y sin su apetecido muslo de pollo.
Al igual que con John McCain, se le ha visto con otros recalcitrantes de la ultraderecha norteamericana como Otto Reich, Roger Noriega y Connie Mack, con los que comparte sus odios hacia las Revoluciones Cubana y Bolivariana.
Luis Conte Agüero carga sobre sí no solo los odios contra Cuba; también marcha al compás del antichavismo enfermizo de los escuálidos refugiados en Miami. Apenas unas antes de ser arrestado por abuso infantil participó en un acto en el Big Five Club, organizado por la ralea anti bolivariana que abunda en esa ciudad. Allí, ignorando su penoso e inmediato destino, declaró:
«Hoy fue un acto en honor de la mesa de Unidad Democrática de Venezuela que seleccionó al Partido del Pueblo Cubano Ortodoxo como una organización histórica al que pidió ayuda para arreciar la lucha encaminada a quitar del poder al dictador Chávez» (…)»Hoy dimos un paso histórico en este país porque comenzamos una lucha de unidad de ayuda para volver a salvar las democracias de nuestros países que cayeron en el horrible destino del comunismo pero que vamos a recuperar en el futuro con las nuevas generaciones».
¿Qué derecho, me pregunto, puede tener este hombre de hablar sobre las nuevas generaciones y su preocupación por ellas, si en él prevale el enfermizo comportamiento de un ser lascivo y abusador sexual?
Conte Agüero ya no pasará a la historia como su desmedida egolatría ambicionó. Esta nueva culpa le perseguirá sin piedad para el resto de su existencia.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.