Las tres comunidades, gobernadas por el PP, lideran el ranking de profesores recortados para el próximo curso, mientras en conjunto recibirán más de 4.500 millones de euros de los fondos extraordinarios covid-19. La comunidad educativa demanda que permanezcan las clases desdobladas por razones sanitarias pero también pedagógicas.
Laura tuvo el año pasado a 16 alumnos en clase de manera presencial. Esta maestra de Primaria de un colegio del sur de Madrid ejercerá este curso en una clase con 26 estudiantes. Para Laura, lo mejor que trajo la pandemia a las aulas se perderá ahora. “Lo que hemos podido observar es que puedes dedicar mucho más tiempo individual a cada alumno y cada alumna. Y no solo es un tiempo de mayor duración, sino de más calidad. Tienes más tiempo para sentarte al lado de ellos y de ellas, descubrir que necesidades tienen y que virtudes tienen para potenciárselas con mayor acierto; así como preparar las clases muchísimo más adaptadas a cada niño y cada niña”, expresa.
En algunas comunidades este curso no empezará como el anterior y por ello protestaba ayer la comunidad educativa en las calles de Madrid, convocada por Asamblea Marea Verde para pedir un retorno más seguro. Y es que las ‘Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente al Covid-19 para centros educativos en el curso 2021-2022‘, fijadas por el Ministerio de Educación y pactadas con el resto de comunidades, no han blindado las ratios en las aulas, dejando a conciencia de cada territorio mantener los desdobles con 20 alumnos por clase o volver a los números prepandémicos. Además, han introducido la posibilidad de reducir la distancia de seguridad entre alumnos de 1,5 metros a 1,2 metros a partir de quinto. Del otro lado, lo que no decae es la obligación del uso de mascarilla para mayores de seis años.
Desde la Plataforma Estatal por la Escuela Pública denuncian la desigualdad que va a suponer entre territorios la vuelta o no a clases masificadas, destacando Madrid, Andalucía y Murcia como las comunidades que mayor recorte de profesores van a acometer y, por tanto, las que borrarán los desdobles de un plumazo. En Madrid se pasará de 10.000 profesionales de refuerzo contratados para el curso pasado a 3.000 nuevos docentes para este año y habrá 7.500 aulas menos. En Andalucía las cifras pasan de 8.000 a 5.300 profesionales, y en Murcia se eliminarán todos los refuerzos, esto es, 1.500 profesores, además de recortar a la plantilla prepandémica en 400 plazas. Y todo ello a pesar de que durante este curso en Secundaria y Bachillerato se fomentará la vuelta a situaciones de presencialidad, lo que requeriría de más profesores aún.
“Si ahora vuelven todos los alumnos a clase hará falta contratar a más. El año pasado se contrataron 35.000 profesores. Para garantizar la presencialidad con máximo de 20 alumnos haría falta contratar a 71.700 más. Si sumamos los datos de todas las Comunidades Autónomas en total son 25.000 nuevas contrataciones, pero ahí están añadiendo a profesores de apoyo y de refuerzo que no son para desdobles covid. Si hacen falta 71.700 todavía faltan 44.700 profes para estar en una situación óptima. Estamos en una situación mala”, expresa Paco García, secretario general de Enseñanza de CC OO.
“Gracias a medidas como las ratios bajas y los grupos burbuja, España fue uno de los dos países de Europa donde la educación no estuvo confinada”, explica García quien señala que lo aconsejable sería no cambiar las reglas de juego porque la pandemia aún no ha acabado, los menores de 12 años no están vacunados y, tal y como dicen los epidemiólogos, la variante delta es más contagiosa.
Desigualdad y fondos covid
La flexibilidad introducida por el gobierno central dibuja un panorama desigual en todo el Estado. Mientras Andalucía, Madrid y Murcia volverán a una imagen prepandémica en sus aulas, en algunas comunidades se contratarán más refuerzos aún, como en la Comunidad Valenciana que destaca por incorporar 5.042 profesores de refuerzo, esto es 668 más. Otras mantienen sus cifras para hacer efectivos los desdobles como Castilla-La Mancha con 3.000 docentes, Castilla y León con 1.300 y Euskadi con 1.064. Al menos “de boquilla”. Fuentes sindicales de la CAV confirman a El Salto que este excedente “no aparece en las adjudicaciones de inicio de curso por lo que a efectos prácticos no hay”.
“Entendemos que algunos aspectos del ámbito educativo necesitan un liderazgo por parte del ministerio. Entendemos que las competencias son de las comunidades pero luego se crean 17 desarrollos diferentes y las necesidades del alumnado son las mismas”, expresa Mari Carmen Morillas, portavoz de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, quien señala la desigualdad territorial en materia educativa con un ejemplo: cuando bajó la incidencia y las comunidades pudieron volver a la presencialidad en Secundaria y Bachillerato, regiones como Madrid nunca volvieron a las aulas de manera uniforme. “Murcia ha estado hasta Educación Infantil en semipresencialidad”, destaca. “En Madrid —prosigue— se decidió que la vuelta a la presencialidad la decidiera cada instituto. Hubo adolescentes que volvieron a las aulas y otros que no y esto ha supuesto una mochila muy dura que están arrastrando y ha propiciado que se descuelguen del sistema educativo muchos de ellos”.
También, añade Morillas, sería necesaria una coordinación de los fondos covid que van a recibir las diferentes Comunidades Autónomas para que una parte se destine a Educación. El Gobierno aprobaba a principios de agosto destinar 13.486 millones de euros —el 70% en septiembre y el resto en noviembre— para hacer frente a la pandemia. Andalucía recibirá 2.357,50 millones de euros, Madrid 1.863,76, la Comunidad Valenciana 1.400,02 y Murcia recibirá más de 400 millones. “Nos oponemos a que estos fondos no sean finalistas y que cada comunidad decida; que la inversión en educación dependa de las prioridades y del color político de cada comunidad”, reclama Morillas.
¿Dónde está el dinero en Madrid?
“¿Dónde se va a invertir el dinero en Madrid?”, se pregunta, por su parte, Sandra Villa, portavoz de la Asamblea Marea Verde, que caminaba este sábado por las calles de Madrid para exigir que esos fondos se reflejen en mejoras en las aulas. “Pedimos una vuelta segura, el año pasado trabajamos con muchísimo frío, y este año el agradecimiento es que nos dan más ratio de alumnos y menos seguridad”, se queja.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, prometía la ampliación de ratio en su discurso inaugural de legislatura pero no para este curso, sino empezando en el periodo 2022-2023 y solo para Infantil, ampliando la propuesta de manera escalonada. Para la portavoz de Marea Verde, este es un anuncio “propagandístico”. “Que la empiece a disminuir ya, que ahora tiene dinero y que luego lo mantenga. Necesitamos que se reduzca la ratio en todas las etapas y ya”, insiste.
“Llevamos sufriendo al PP mucho tiempo y todo lo que hacen es en detrimento de la Educación Pública”, añade Villa. “Hay colegios planeados que no se han construido ni se han empezado a construir, hay otros que están construyéndose por fases y otros, masificados. El año pasado trajeron barracones para cumplir con la bajada de ratio. Es necesario que se construyan los nuevos centros y que se mejoren los existentes”.
Andalucía con más dinero y 4.000 aulas menos
Para la portavoz adjunta del grupo parlamentario Unidas Podemos por Andalucía, Ana Naranjo, no es casualidad que las tres comunidades que van a subir ratios estén gobernadas por el mismo color político. “Son comunidades gobernadas por las posturas más reaccionarias que están decididas a hacer de la educación un negocio”, explica a El Salto. “En Andalucía van a cerrar 4.000 aulas y vamos a tener 2.700 profesores menos porque no quieren invertir los fondos extraordinarios en educación”, destaca.
Durante septiembre de 2020, el gobierno repartió entre las comunidades unos fondos extras finalistas que debían ir destinados a la educación. Andalucía y Madrid fueron las más recompensadas, con 383.856 millones y 291.696 respectivamente. “Hemos sido la comunidad que más dinero va a recibir y que más ha recibido para educación. Moreno Bonilla ha tomado la peor decisión y, siguiendo la estela de Ayuso, no va a invertir en mantener las ratios del año pasado. Al mismo tiempo somos la comunidad con mayor tasa de abandono escolar. ¿Por qué no ponen esos recursos a disposición de los que lo necesitan?”, se pregunta Naranjo.
En detrimento de la pública, explica la diputada de Unidas Podemos, el gobierno autonómico está apostando por la enseñanza privada. “Han atendido demandas suyas históricas. Por ejemplo, han modificado los criterios de acceso a los colegios para acercarnos al distrito único de Madrid”, explica. El día 1 de septiembre una concentración, convocada por los sindicatos minoritarios y Marea Verde frente al parlamento andaluz, inauguraba lo que se prevé un otoño caliente en esta comunidad.
Ratios más allá de lo sanitario
La legislación vigente indica que las ratios deben ser de 25 en Primaria y de 30 en Secundaria. Pero, gracias al Real Decreto 14/2012 que el PP sacó adelante con medidas extraordinarias, las comunidades pudieron aumentarlas un 10%. “Este real decreto, que ha sido anulado posteriormente por una ley, ha permitido inflar las ratios en muchas comunidades. La ley va más rápido que la realidad y en muchos sitios las clases están por encima de 25 alumnos, de tal manera que la vuelta a la normalidad supondrá volver a clases de 25, 26 o 27 alumnos en Primaria”, explica el secretario general de CC OO Madrid, Paco García.
“Estamos hablando de la ratio por raciones coyunturales pero hay que hablar de ella por razones de fondo”, añade el portavoz de CC OO. “Las exigencias de un sistema educativo moderno, la nueva ley educativa que habla de currículums por competencias y no por contenidos con mayor atención a la diversidad, exigen que se reduzca la ratio en el tiempo. Menos es más, menos ratios es más calidad”, sentencia.
“Durante este curso hemos visto que niños y niñas con necesidades especiales que llegaban hasta determinado punto y pensábamos que igual no podían dar más de sí, con más ayuda y más apoyo pueden llegar mucho más lejos”, explica Laura, maestra de Primaria. “Además, el resto del alumnado en cualquier momento puede tener una necesidad que si hay muchos niños y niñas se diluye en el aula y si son pocos la descubres con mayor facilidad y le puedes ayudar”, añade. “Todo esto también influye en que la convivencia en el aula sea mucho más positiva ya que no solo tú conoces más a cada alumno y cada alumna, sino que se conocen mucho más entre ellos y ellas y eso hace que haya menos conflictos o que si los hay sea más fácil resolverlos”, detalla.
Para esta maestra, que este año deberá regresar al pasado, “invertir en docentes es fundamental ya que hemos visto como de positivo puede ser en la enseñanza en general, y más en la educación pública, ya que la educación pública está llena de clases con alumnado heterogéneo. Una dificultad bastante asumible, como puede ser el desconocimiento del idioma de algún alumno o alumna, no puedes abordarla con 25 o 27 alumnos de la misma manera que lo puedes hacer con 18 o 20. Volver a ratios prepandémicas es dar pasos para atrás en lo que la individualización de la enseñanza se refiere”, sentencia.