El paso del terrorista Luis Posada Carriles por México en marzo pasado y su llegada a Estados Unidos en la lancha Santrina, ha permitido destapar una amplia red integrada por cubanoamericanos denominados Los Marielitos y relacionada con la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) que está involucrada en el lavado de dinero, contrabando humano y el […]
El paso del terrorista Luis Posada Carriles por México en marzo pasado y su llegada a Estados Unidos en la lancha Santrina, ha permitido destapar una amplia red integrada por cubanoamericanos denominados Los Marielitos y relacionada con la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) que está involucrada en el lavado de dinero, contrabando humano y el tráfico de drogas en la zona de Yucatán.
Una amplia investigación realizada por el periódico Por Esto, ha logrado destapar numerosos elementos que confirman la peligrosa situación, no solo para México sino para toda la región, incluyendo a Cuba y Estados Unidos, que se ha creado en el estado de Quintana Roo y sobre todo en la zona turística de Cancún.
Para conocer los pormenores de la investigación, Rebelión conversó con Renán Castro, coordinador general del periódico Por Esto que por cerca de 20 años ha investigado el tráfico de drogas en su país, quien declaró «estamos ante un grave peligro y si las autoridades de México no siguen las denuncias ofrecidas por el gobierno cubano de aclarar y dar a conocer todo lo que ocurrió con el caso de Posada Carriles, esto va a ser imparable.»
Por Esto había realizado una amplia pesquisa a partir de noviembre del 2004 cuando ocurren una serie de ejecuciones, entre ellas, la de 12 agentes de la Policía Federal (PF) encargados del combate al narcotráfico. Por las denuncias en las páginas del diario, son detenidos más de 30 miembros de la PF así como altos funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR)
En esos momentos se había destapado una lucha entre el cartel del Golfo, liderado por
Osiel Cárdenas Guillén, detenido en la cárcel de La Palma y el cartel de Sinaloa, de Ismael Elmayo Sambada.
La dirección del periódico ya poseía un voluminoso expediente con datos proporcionados por un informante, cuando ocurre el 15 de marzo el encallamiento del Santrina en El Farito, Isla Mujeres.
Indica Renán que el Instituto Nacional de Migración sabía que el Santrina con tripulación cubanoamericana, rescataría al terrorista Posada Carriles (autor de la voladura del avión de Cubana de Aviación en Barbados donde perecieron 73 personas) que había entrado a México por la frontera con Belice y estaba escondido en Cancún.
En los expedientes se registraban una serie de nombres a quienes los agentes federales detenidos brindaban protección, entre estos, los relacionados con el tráfico de drogas, de ilegales cubanos y otras acciones ilícitas..
Continuamos las pesquisas, agrega Renán, y nos damos cuenta de la llegada a Cancún de intereses empresariales oscuros, totalmente extraños para una zona muy vigilada por las autoridades federales dada la situación geográfica en la península de Yucatán, que sirve de trampolín para llevar drogas a Estados Unidos..
Con las averiguaciones, el periodista logra contactar a una ilegal cubana que la tuvieron secuestrada por más de dos semanas en una bodega clandestina, lugar donde los albergan para que poco a poco sacarlos por carretera hacia las ciudades de Matamoros y Nuevo León y posteriormente pasarlos de espaldas mojadas a Estados Unidos.
Lo que ocurre actualmente, añadió es una situación que pone en grave riesgo la seguridad nacional, y de la región, no solo por el narcotráfico, pues existe una célula criminal en la que participan gente de la Fundación Nacional Cubano-Americana que se ha asentando en México con claros fines de tratar de desestabilizar al gobierno cubano y hacerse millonarios con el tráfico de humanos y con la introducción de la droga en Estados Unidos. .
La FNCA de Miami auspicia una red de traficantes de ilegales cubanos, encabezada por Juan Carlos Riveroll, alias El Profe, los mismos que trasladaron a Posada Carrilles desde la frontera con Belice y México hasta Cancún.
Riveroll mantiene relación con un grupo de narcotraficantes, (lo que consta en documentos oficiales), y con Los Marielitos, los cuales por medio de esos empresarios cubanoamericanos que se han asentado allí, lavan millones de dólares.
El negocio lo hacen a través de negocios lícitos como restaurantes, tiendas, bares, que funcionan por dos o tres meses, e inmediatamente les dan baja (para no dejar evidencias) ante el Servicio de Administración tributaria, dependencia encargada de cobrar los impuestos. Autoridades federales calculan que en Cancún están corriendo inversiones con dinero ilícito en cerca de un 40 %
En mayo llegaron 365 inmigrantes ilegales cubanos a las costas mexicanas y el costo total hasta su llegada a Estados Unidos vale de 5 000 a 50 000 dólares de acuerdo a la importancia del personaje y a la capacidad económica de sus parientes. Algunos no tienen familiares en Miami y para poder costease el traslado hacia el vecino del Norte, esos mafiosos prostituyen a las mujeres en lugares de Cancún y otros centros de la nación azteca y a los hombres los utilizan para introducir drogas a Estados Unidos.
La cantidad de narcóticos que se mueven diariamente por estos corredores son cada vez más importantes. Recientemente, una avioneta colombiana que transportaba 1 tonelada 200 kilogramos de cocaína pura, tuvo un accidente en las cercanías del puente López, en la frontera de México con Belice. Se está hablando de millonario tráfico internacional de drogas, señaló Renán
Resultan operaciones similares a las realizadas en Centroamérica durante el Irán Contra en que el tráfico de cocaína y marihuana controlado por elementos contrarrevolucionarios cubanos con la participación de altos funcionarios norteamericanos, costeaban la guerra y proveían armas a la contra nicaragüense.
Son las mismas organizaciones y personajes de aquella época que necesitan dinero para sus actividades contra Cuba el que obtienen por el trafico de drogas. Son vínculos históricos, a través de los años y no producto de la casualidad, y por eso, la presencia de Posada Carriles en Quintana Roo no fue un caso fortuito pues se utilizó la misma vía marítima de los narcotraficantes para llevar toneladas de cocaína colombiana a territorio estadounidense, puntualizó Renán.