Miles de personas se manifestaron en Turquía en rechazo a la instalación de parte de un escudo antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en su país. Los ciudadanos turcos reunidos en Kürecik, una ciudad del sudeste de Turquía, en la provincia de Malatya, condenaron la decisión del gobierno de Erdogan de […]
Miles de personas se manifestaron en Turquía en rechazo a la instalación de parte de un escudo antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en su país. Los ciudadanos turcos reunidos en Kürecik, una ciudad del sudeste de Turquía, en la provincia de Malatya, condenaron la decisión del gobierno de Erdogan de acoger en ese lugar un radar de alerta del escudo antimisiles de la OTAN.
Convocados por ONG y partidos políticos de la oposición, los manifestantes denunciaron la próxima instalación de este sistema.
Los manifestantes arremetieron contra el gobierno del partido islamista moderado Justicia y Desarrollo, al que acusan de haber «cedido» a las reivindicaciones «imperialistas» de Estados Unidos.
La semana pasada también el partido Republicano del Pueblo (CHP), principal de la oposición en Turquía, rechazó la participación de su país en el controvertido programa de escudo antimisiles de la OTAN, promovido por Estados Unidos en Europa.
Kemal Kilicdaroglu, líder del CHP, afirmó sin ambages que el sistema de alerta temprana que se instalará en territorio turco será solo para proteger los intereses del régimen de Israel, el aliado más cercano de Washington en Oriente Medio.
El acuerdo del gobierno turco con el escudo antimisiles de la OTAN además ha provocado el rechazo de otro grupos y movimientos políticos y sociales del país euro-asiático.
Los expertos creen que la participación de Turquía en este proyecto de la OTAN, impulsado por la Casa Blanca es resultado de cálculos erróneos de los gobernantes de Ankara.
A su vez, Moscú sigue preocupado por la situación en torno al despliegue de elementos del escudo antimisiles de EE.UU en Europa y exige garantías de que ese sistema no apuntará a Rusia.
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Riabkov, declaró ayer que se trata de las garantías que confirmen que el sistema de defensa antimisiles estadounidense en Europa no representa una amenaza real para Rusia.
Moscú en reiteradas ocasiones ha señalado que el plan de escudo antimisiles representa una seria amenaza para la seguridad y el potencial disuasorio de su país.
Sin embargo, las autoridades del Kremlin han descartado cualquier avance en las negociaciones con Estados Unidos sobre su escudo antimisiles en Europa.
El viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov, denunció que los estadounidenses siguen cumpliendo sus planes sobre la creación del segmento europeo del escudo, lo que desgraciadamente traspasa el diálogo entre Rusia, Estados Unidos y la OTAN sobre el tema.
Rusia también ha calificado de «disparate» las declaraciones de que el escudo «es de la OTAN» y ha enfatizado que «los norteamericanos llevan a cabo sus propios planes en Europa.