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Yemen

Marchitas ramas de olivo

Fuentes: Al-Ahram Weekly

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Tras los cientos de muertos y heridos de ambas partes durante la pasada semana, el viceministro de información del Yemen Abdel-Aal al-Yanadi le pidió al presidente Ali Abdullah Saleh que dimitiera si no era capaz de impedir que el general rebelde Ali Mohsen siguiera guerreando por las calles de la capital, Sanaa.

Los enfrentamientos siguen sucediéndose entre las fuerzas de la oposición, incluyendo tropas rebeldes y fuerzas tribales armadas, a pesar de una frágil paz exigida por el presidente tras regresar al país.

Poco después de su retorno de Arabia Saudi el viernes [23 septiembre], el presidente Saleh dijo: «He vuelto con una rama de olivo y palomas de la paz. Soy sincero y no voy a vengarme de nadie».

Las batallas se están produciéndose dentro de la capital y en zonas tribales como Arhab, Behm y Taiz, donde las fuerzas de la oposición están intentando avanzar por medios militares.

Anteriormente, el presidente yemení Ali Abdullah Saleh había exigido un alto el fuego y una tregua total justo horas después de llegar a la capital desde Arabia Saudí donde se había sometido a diversos tratamientos durante más de tres meses. «Exijo a todos los partidos, a las fuerzas del ejército y de seguridad en el gobierno y a la oposición que se implante un alto el fuego y una tregua total para poder encontrar una solución. La solución no está en las bocas de las armas sino en el diálogo y en la negociación para ahorrar sangre y mantener la seguridad y estabilidad y preservar los logros de la nación».

Tras su regreso, millones de sus seguidores expresaron su contento tomando las calles, pidiendo que siguiera en el poder hasta que termina su mandato el 20 de septiembre de 2013.

Sin embargo, el gobierno estadounidense y la Unión Europea instaron a Saleh a que transfiriera el poder de inmediato y empezara a preparar elecciones anticipadas que deberían celebrarse a finales de año, según el acuerdo firmado en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) entre la oposición y el partido gobernante, que Saleh aún no ha aceptado.

Se suponía que el acuerdo del CCG iba a firmarse el domingo [25 de septiembre], pero las partes en conflicto no se pusieron de acuerdo acerca de los mecanismos para su puesta en práctica. «La oposición quiere que el presidente dimita; no quieren elecciones», dijo a Al-Ahram Weekly Ahmed Al-Sufi, secretario de prensa de Saleh.

El presidente Saleh pronunció un discurso ese domingo por la tarde, víspera del 49º aniversario de la revolución del 26 de septiembre contra la monarquía. Saleh dijo que se comprometería con el acuerdo del CCG y su puesta en práctica una vez que su vicepresidente Abdu Rabu Mansor Hadi procediera a firmarlo.

A la oposición no le gustó lo dicho por Saleh y amenazó con una escalada de violentas protestas. «Saleh no aceptó realmente el acuerdo del CCG aunque declaró que sí tan solo para aplacar a los dirigentes del CCG», dijo el portavoz de la oposición Mohamed Qahtan. Qahtan añadió que no les preocupaba la vuelta de Saleh y que proseguirían con su «revolución hasta conseguir todos sus objetivos».

El regreso de Saleh se produjo tras casi una semana de enfrentamientos directos en Sanaa entre sus tropas y las fuerzas de la oposición y miembros de las tribus. La mediación de las Naciones Unidas y del Golfo no consiguió detener los choques.

El enviado de la ONU Yamal Bin Omar y el funcionario del CCG Abdel-Latif al-Zauani terminaron sus esfuerzos de mediación viendo cómo la sangre se derramaba de nuevo y se escuchaban explosiones en la capital durante todo el día.

Ambos habían llegado tarde. Se suponía que tenían que llegar antes del estallido de la guerra para ayudar a las partes en conflicto a alcanzar un acuerdo a partir de un mecanismo previamente sugerido por Bin Omar para poner en marcha un acuerdo del CCG, de inspiración saudí, para que el presidente Saleh traspasara el poder tras unas elecciones democráticas.

El líder tribal Hamid Al-Ahmar exigió que el funcionario del CCG Al-Zayani se fuera del Yemen y juró que él y los partidos de la oposición empezarían una guerra revolucionaria y que no pensaban implicarse en conversaciones inútiles. El funcionario del CCG regresó a casa con las manos vacías.

Los enfrentamientos esporádicos continúan por toda la capital.

Nasser Arrabyee es un escritor, actor, director y productor de cine de origen yemení. Ha intervenido, entre otras, en la producción de la película «The Oath» presentada en 2010 en el Festival de Sundance.

Fuente:

http://weekly.ahram.org.eg/2011/1066/re17.htm