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Se cumple el 40 aniversario de la muerte del escritor, que en los años 60 evolucionó hacia el valencianismo cristiano

Martí Domínguez i Barberà, el periodista conservador que la dictadura expulsó de Las Provincias

Fuentes: Rebelión

La Ruta Literaria Martí Domínguez i Barberà (1908-1984) fue presentada en mayo de 2021 en el Ayuntamiento de Algemesí, municipio de la comarca valenciana de La Ribera Alta con cerca de 28.000 habitantes; en Algemesí nació el escritor y periodista, y en 2024 se cumple el cuadragésimo aniversario de su fallecimiento.

Promovían la iniciativa el profesor de Lengua y Literatura en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Sant Vicent Ferrer de Algemesí, Vicent J. Girbés, y su alumnado; en mayo de 2021 gobernaban el municipio -en coalición- el PSPV-PSOE y Esquerra Unida del País Valencià (EUPV)-IU (la Concejalía de Cultura se hallaba en manos de EUPV-IU); tras las elecciones locales de 2023, el mando gubernamental pasó al PP en coalición con Vox.

Se trataba de una ruta literaria de dos horas, con 12 paradas, por lugares de Algemesí relacionados con la obra de Martí Domínguez (MD), además de 15 textos breves.

“El autor tiene una extensa obra lírica dedicada en su tierra natal como el libro L’Ullal, ambientado en los recuerdos de niñez, y una exitosa trayectoria que incluye el galardón de Jocs Florals, con el poema Arbres (1955); también la dirección de (el periódico derechista) Las Provincias, desde 1949 hasta 1958”, subrayaba la nota de prensa del Ayuntamiento.

Además de la lírica, la Editorial Bromera destaca, en la presentación de MD, su condición de autor teatral, con obras como Les Malaenes (drama rural en verso, de 1947) o ¿No n’eren deu?, de 1960; también ensayos como El descabalgar de don Quijote (1948) y la novela Els horts, de 1960, basada la relación entre un médico y la heredera de un financiero, en la que el autor describe aspectos de la vida cotidiana: “El paisaje de (la ciudad) de Xàtiva y los huertos de naranjos que la rodean; las comidas, las costumbres; las frutas, los olores…”.

Uno de los episodios biográficos remarcados por Bromera es la destitución de Martí Domínguez al frente de Las Provincias, en 1958, que atribuye a “las presiones del alcalde falangista de Valencia Adolfo Rincón de Arellano”.

En la introducción a No n’eren deu? (Bromera, 1992), el catedrático de Filología Catalana en la Universidad de Alicante (UA), Gabriel Sansano, apunta que el estreno de la obra se produjo -en la Semana Santa de 1960- en Alzira, Algemesí y Valencia (Martí Domínguez i Barberà “se declaró siempre profundamente cristiano (…)”); adoptando como punto de referencia el Evangelio de Lucas, No n’eren deu? “ha continuado representándose en el País Valenciano hasta nuestros días”.

Respecto Le Malaenes, pieza de 1947 y menor éxito que No n’eren deu?, el filólogo de la UA realiza la siguiente valoración: “Fue la primera producción (de teatro) original de una cierta consistencia escrita en catalán y estrenada en Valencia durante la primera posguerra”.

En las notas biográficas al texto de Bromera, Biel Sansano caracteriza a Martí Domínguez i Barberà como poeta, ensayista, orador, dramaturgo y narrador (“seguramente el aspecto más conocido de su obra literaria sea el teatral”); en cuanto al trabajo periodístico, Martí Domínguez comienza a ejercer en 1942 como subdirector del diario Las Provincias, y -un año después- en la presidencia de la Asociación de la Prensa Valenciana.

Un periodo de dos décadas -entre 1940 y 1960- marcan la relevancia como escritor del autor algemesinenc, según Gabriel Sansano Belso; a estos años corresponden obras como Alma y tierra de Valencia (de 1941, “un libro de carácter regionalista”); Caminos de Portugal (obra sobre viajes publicada en 1944); o Don Jaime el Conquistador, primer César hispánico (1945). En este periodo se inscriben, asimismo, cerca de una decena de textos (“de factura diversa”) que no alcanzaron a publicarse.

En cuanto a la militancia política del periodista y dramaturgo, en los años 30 participó en la Derecha Regional Valenciana (DRV), un partido que tenía como órgano de expresión al Diario de Valencia; finalizada la guerra española de 1936, Martí Domínguez se desempeñó como regidor de Cultura en el Ayuntamiento franquista de Valencia (la alcaldía estuvo en manos -entre 1939 y 1943- del barón de Cárcer, Joaquín Manglano).

Se ha realizado la interpretación siguiente -sobre el ideario del escritor- a partir de los años 60 del siglo XX; MD “se vinculó cada vez más a movimientos valencianistas, de corte cristiano, junto a Vicent Sorribes, Sanchis Guarner, Robert Moròder y Castell Maiques, entre otros”, según Gabriel Sansano.

Así, Martí Domínguez “fue miembro de la fundación La Paraula Cristiana, que trabajaba con el objetivo de conseguir una iglesia valenciana normalizada lingüísticamente, tanto en los textos como en los oficios religiosos de cada día”, añade la introducción a No n’eren deu? de Bromera.

Valencia, la gran silenciada. Cuando enmudecen los hombres… ¡Hablan las piedras! Se trata del discurso de proclamación de la Fallera Mayor de Valencia, que tuvo lugar el 16 de marzo de 1958, en el Teatro Principal; tal vez sea -por el contenido y consecuencias- uno de los hitos en la trayectoria intelectual de Martí Domínguez.

En el contexto de la dictadura franquista, el entonces director de Las Provincias, MD (desempeñaba el cargo desde 1949), fue nombrado Mantenedor para el acto fallero por el primer edil de Valencia, Tomás Trénor Azcárraga (Marqués del Turia).

Se dio la circunstancia que, en el otoño de 1957, grandes inundaciones impactaron en la capital valenciana por el efecto de las lluvias; la riada (tragedia ocasionada por el desbordamiento del río Túria) se saldó con decenas de muertes y enormes daños materiales.

“La palabra que sintetizaría la verdadera situación de Valencia, dentro y fuera de la riada, es ésta: Silencio (…); éramos el “Levante feliz…”; el rincón florido de España… realmente arrinconado para todo; (…) en Madrid, a la hora de las rutas turísticas o de la electrificación de ferrocarriles o de los cambios o de las grandes realizaciones urbanológicas…, ¡qué poco pesábamos!”, afirmó MD en el texto proclamatorio, que tuvo una gran repercusión pública y por el que fue destituido como director de Las Provincias.

En un estudio previo al discurso (editado en 2008 por lal Associació Cultural Joan Girbés), el escritor y catedrático de Filología Catalana en la Universitat de València (UV), Vicent J. Escartí, resalta que, además de valores como la cultura y la convivencia, MD “estimaba su país (valenciano), su lengua (unidad del catalán); y creía claramente en un conjunto hispánico -España-, donde se podían insertar perfectamente los países de lengua catalana (…)”.

Tras una década de investigaciones, el periodista Nel·lo Pellisser Rossell publicó El solc de l’escriptura. El discurs mediàtic de Martí Domínguez i Barberà (UV, 2011); en la conclusión del volumen, el autor apunta un hilo de continuidad en la obra periodística de MD, que -en cierto modo- es deudora de los antecedentes conservadores (familia de propietarios agrícolas) y su formación católica.

Sin embargo, “esto no significa que Martí Domínguez no evolucionara (…), desde un mimetismo fascista inicial a un valencianismo crítico, liberal y democrático”, escribe el también profesor de la Universitat de València.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.