Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
Más de 640.200 sirios están padeciendo asedios de larga duración, la mayoría de ellos impuestos por las fuerzas leales al Presidente Basar al-Asad, según se expone en un nuevo informe que saldrá a la luz la próxima semana.
La cifra citada multiplica por tres las estimaciones ofrecidas por Naciones Unidas, que calculó que alrededor de 212.000 sirios viven en áreas asediadas a las que no tiene acceso la ayuda humanitaria.
El informe, titulado «Muerte lenta» y escrito por la Syrian-American Medical Society, identifica 38 comunidades asediadas, muchas más de las once áreas que la ONU reconoce.
«No estamos hablando de terroristas, estamos hablando de familias que no tienen nada que ver con los grupos armados», manifestó Zaher Sahloul, presidente de la Syrian American Medical Society, a Associated Press, que había obtenido una copia del informe anticipadamente.
Según dicho informe, en «áreas asediadas por el gobierno sirio» habían muerto 560 personas, añadiendo que las fuerzas pro-Asad están utilizando tácticas de asedio que provocan la muerte de civiles por inanición, deshidratación y falta de atención médica.
Sin embargo, Damasco ha negado siempre estar utilizando tácticas de asedio.
«Si las armas y los instrumentos de muerte están llegando a esas áreas…, ¿cómo puede decirse que están sitiadas», escribía el pasado febrero Bashar Yafari, embajador de Siria ante la ONU, en una carta dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas.
«No es aceptable que nos quedemos de brazos cruzados»
Los hechos averiguados, junto con las fotos de las víctimas civiles -incluidas las de niños esqueléticos-, se presentaron el pasado miércoles ante los diplomáticos de la ONU.
«Estamos intentando hallar vías creativas para abordar esta situación, porque no podemos aceptar que nos limitemos a quedarnos de brazos cruzados. La gente está muriendo», citaba AP a Valerie Szybala, la autora del informe, reconociendo las divisiones presentes en el Consejo de Seguridad de la ONU respecto a Siria.
Por separado, el embajador de EEUU ante la ONU dijo que los vetos de Rusia en el Consejo de Seguridad impidiendo que se pidan cuentas al gobierno sirio es un hecho «extremadamente perturbador» a la hora de restaurar la paz en el país, y permite que Asad haga «casi cuanto quiere».
«Rusia no está dispuesta a dar una serie de pasos que consideramos indispensables», declaró a AP Samantha Power el viernes, acusando a Moscú de permitir que la guerra civil continúe al estar blindando a Asad de las presiones.
Rusia y China han vetado los esfuerzos para llevar a las autoridades sirias ante la Corte Penal Internacional (CPI).
«Si las fotos de César no consiguen que se transfieran los hechos en cuestión a la CPI, no sé qué podría hacerlo», dijo Power en referencia a un archivo gráfico de fotografías de prisioneros torturados sacadas de contrabando de Siria por un antiguo fotógrafo de escenarios del crimen del gobierno que utilizaba el sinónimo de «César».
Sin embargo, el embajador de EEUU dio señales de optimismo respecto a Moscú, diciendo que está viendo «que Rusia está poniendo ahora más énfasis del que antes puso en una solución política, y eso es por buenas razones, porque cuanto más tiempo pase peor será la situación».
Ataque aéreo contra una mezquita
Mientras tanto, en Siria, sobre el terreno, murieron al menos quince personas cuando las fuerzas aéreas sirias atacaron una mezquita durante la oración del viernes en la norteña ciudad de Idlib, según un comunicado de la Comisión General de la Revolución Siria.
La Comisión dijo que había habido también docenas de heridos en el ataque al pueblo de Muntif.
El ataque sobre la mezquita se produjo un día después de que Asad hubiera al parecer despedido a dos de sus altos jefes de inteligencia.
«El general Rustom Ghazaleh, jefe de la inteligencia política, y el general Rafiq Shehadeh, jefe de la inteligencia militar, fueron despedidos a principios de semana por el presidente Asad tras una violenta disputa entre los dos hombres», según manifestó una fuente de seguridad de alto nivel el viernes en Damasco.
Ghazaleh ha sido sustituido por su ex adjunto, Nazih Hasun, y Mohamed Mahalla ha asumido el cargo de jefe de la inteligencia militar, añadía la fuente.
Los dos hombres fueron sustituidos tras una violenta discusión sobre la participación de Ghazaleh en el frente sur del conflicto en Siria, según la fuente. Tras el incidente, Ghazaleh tuvo que ser hospitalizado hace dos semanas durante breves días.
El EI está intentado marcarse tantos militares
Mientras tanto, más de 70 soldados de las fuerzas pro-Asad han muerto en los ataques del EI en el centro de Siria en las últimas 24 horas, dijo el viernes el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Los ataques en las provincias de Homs y Hama se centraron en los puestos de control y posiciones controladas por los leales al gobierno, dijo el Observatorio.
«El EI ha sufrido recientes reveses en las provincias de Alepo y Raqa y en Hasakeh en enfrentamientos con los kurdos, por una parte, y las fuerzas del régimen, por otra, y están ahora tratando de apuntarse tantos militares, aunque sean limitados, para compensar sus pérdidas», dijo a AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio.
Abdel Rahman acusó también al EI de perpetrar un ataque que mató a 45 kurdos sirios en la provincia de Hasakeh cuando estaban celebrando el año nuevo kurdo.
Este informe ha sido elaborado por el equipo de Middle East Eye.
Fuente: http://www.middleeasteye.net/news/over-640200-syrians-live-under-slow-death-sieges-report-765976430