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Mensaje de la victoria de Samer al-Issawi

Fuentes: docjazz.com

Dios es grandioso, alabanzas a Dios Dios es grandioso, alabanzas a Dios Dios es grandioso, alabanzas a Dios   Doy gracias a Dios del principio al fin, por esta victoria y por su generosidad en concedérmela. Para comenzar mi carta, ofrezco mis disculpas a todos los que me apoyaron en esta batalla, batalla la de […]

Dios es grandioso, alabanzas a Dios

Dios es grandioso, alabanzas a Dios

Dios es grandioso, alabanzas a Dios

 

Doy gracias a Dios del principio al fin, por esta victoria y por su generosidad en concedérmela.

Para comenzar mi carta, ofrezco mis disculpas a todos los que me apoyaron en esta batalla, batalla la de dignidad, batalla de la lealtad a los mártires de Gaza, los heridos y los que sufrieron la catástrofe como resultado de la hostilidad a la que fueron expuestos cuando los sionistas emprendieron el intento fallido de liberar al soldado israelí «desde el interior de la caja», como ellos lo llaman. Sin embargo, encontraron que es un amplio espacio abierto, a pesar de la avanzada tecnología que poseen, a pesar del apoyo de todo el mundo y a pesar principalmente de tener los servicios de inteligencia de todo el mundo a su disposición, no han podido liberarlo.

Yo estaba deseando que mi liberación fuera inmediata, este era mi punto de vista, pero después que una cantidad de prisioneros políticos comenzaran una huelga de hambre abierta en solidaridad conmigo, temí por su bienestar, me preocupé por el movimiento de los prisioneros y no quise que sufrieran por mí las mismas cosas que yo sufrí durante mi huelga de hambre, por lo que me vi obligado a aceptar la propuesta final que me ofrecieron: una sentencia de prisión efectiva por 8 meses a partir de la fecha de firma del acuerdo, y el retorno a mi amada Jerusalén.

Y gracias a Dios, las demandas por las que emprendí mi huelga de hambre abierta, por lealtad a los mártires, se cumplieron; desde el comienzo mis demandas fueron: defender la dignidad de nuestra nación, poner de relieve las violaciones de la ocupación a los términos del acuerdo ‘lealtad de los libres’, prohibir que se vuelva a arrestar a los prisioneros políticos liberados por este acuerdo, rechazar el restablecimiento de sentencias previas, poner límite a las políticas de deportación y respetar nuestro derecho a retornar a nuestra tierra.

En segundo lugar, las negociaciones que llevaron a cabo conmigo enviando comisiones supervisadas por especialistas en procesos de negociación y agentes del Shabak, fueron muy extenuantes y continuadas por varias horas al día, sin embargo, ni comí ni me aburrí. La primera oferta que me hicieron fue la de deportarme a Gaza por 10 años, que yo ya había rechazado completamente antes. Luego ofrecieron deportarme a un país de mi elección, entonces les dije que la idea de la deportación no la aceptaría, que mantengo todas mis capacidades mentales que no sufren de ninguna alteración de la voluntad, que totalmente rechazo la idea de deportación por completo, incluso la de ser deportado a la gloriosa Gaza. Aunque es una parte de mi patria, insistí en que deseo retornar a la tierra santa, a mi casa, a los brazos de mis padres y mi familia y a mi pueblo. Dije y repetí: Jerusalén o el martirio, no hay tercera opción. Me negué a someterme a la ocupación y sus chantajes, me negué a ser un puente por el que se pasa encima y me negué a abandonar la sangre de los mártires que cayeron por la liberación de los prisioneros, y los gritos de dolor de los heridos.

Mi simple rechazo a aceptar la deportación fue mi primera victoria sobre la ocupación, incluyendo el rechazo a la deportación a Gaza, porque esto trae a la mente las operaciones de expulsión forzada que sufrieron los palestinos en 1948 y 1967. Estamos actualmente librando una lucha por la liberación de la tierra y el retorno de los refugiados, y no para aumentar el número de desplazados. Los métodos sistemáticos que Israel está aplicando, para expulsar a los palestinos de su tierra y poner mercenarios en el lugar de los auténticos dueños de la tierra, es un crimen en sí mismo y por lo tanto rechazo el concepto de la deportación a cualquier otro lugar.

Les dije: «Prefiero morir en mi cama de hospital a ser expulsado de Jerusalén. Jerusalén es mi alma y mi vida y si me arrancaran de ella, sería como arrancar mi alma de mi cuerpo. No hay vida que valga sin Jerusalén y Al-Aqsa, sin Jerusalén toda la tierra es para mi insuficiente, así que mi retorno será a Jerusalén y a ningún otro lugar».

Yo no estaba mirando esto como un asunto personal relacionado sólo con Samer al-Issawi, sino que la cuestión es un asunto nacional, con la convicción y el principio al que se aferra cada palestino que ama la tierra de su patria. La comisión de negociación entendió entonces que la deportación no podía ser incluida entre las posibilidades y que debía ser eliminada de la agenda de negociaciones.

También informé al tribunal militar que boicotearía sus sesiones, que considero que su tribunal es ilegal y que su presencia en tierras palestinas es ilegal. ¿Cómo puedo ser juzgado por un tribunal ilegal, cuyos jueces quieren juzgarme por entrar en territorios palestinos, a pesar de que sus tribunales se ubican ilegalmente en tierra palestina? Les dije que mi comparecencia frente a ese tribunal sería un reconocimiento a su legitimidad y a la legalidad de la presencia de la ocupación en Palestina, lo cual no es así en absoluto. Por lo tanto, el tribunal militar se vio forzado a enviar su jueza al hospital para conocer las razones de mi rechazo a comparecer ante el tribunal. Les transmití mi respuesta, la cual encendió su irritación y su ira, y esto lo considero mi segunda victoria sobre la ocupación.

Después de descartar la acción de deportación, empezaron a hablar de años de prisión efectiva y la primera sugerencia fue de 10 años, y se inició el período de la reducción y la disminución, después de mi insistencia en la libertad, hasta que llegó a 8 meses y esto lo considero la tercera victoria. La voluntad del enemigo se rompió frente a la voluntad del pueblo palestino que rechaza someterse a la injusticia.

Después de aceptar su oferta de 8 meses de prisión efectiva, pedí la presencia de la defensa, para completar el acuerdo, firmarlo, poner en marcha los procedimientos jurídicos, sacar este acuerdo a la luz y lograr la victoria que había estado persiguiendo desde que me encarcelaron, y eso es la libertad para retornar a Jerusalén.

Y desde aquí, en la cama de la victoria, estoy transmitiendo mis saludos a todos los que me respaldaron; no haré menciones específicas por temor a los reclamos. Valoro y aprecio a todos los que me apoyaron para lograr esta victoria, ya sea por hechos, acciones, palabras o plegarias, que Dios los agracie con bendiciones en mi nombre y en nombre del pueblo palestino. También hago llegar mis saludos a todos los soldados que participaron en esta batalla, a pesar de su larga duración. Se mantuvieron firmes en la cara del verdugo. Soportaron todo el sufrimiento y el dolor por estar expuestos a la represión de la ocupación. Insistieron en continuar esta batalla hasta la victoria, a pesar de todo el sufrimiento y las calamidades que les sobrevinieron, continuos arrestos y heridos en sus filas, heridas producidas por balas de goma, lágrimas provocadas por granadas de gases lacrimógenos.

Después de todo ese sufrimiento, aquí estamos hoy, celebrando la victoria alcanzada gracias a su persistencia en esta heroica batalla, ustedes y los libres de este mundo compartieron esta batalla con nosotros, y esta victoria prueba a la ocupación que la razón es la que vence siempre y eternamente y que el injusto y la injusticia van a desaparecer.

Bendigo a las madres de los mártires y saludo a las familias de los heridos que sacrificaron sus almas y partes de sus cuerpos, para concretar la operación ‘lealtad de los libres’, por la que un millón y medio de personas de nuestro pueblo en Gaza pagó un alto precio, pagó con un bloqueo que los hizo pasar hambre para presionarlos y obligarlos a entregar el soldado, sin embargo, nuestro pueblo en la amada Franja de Gaza insistió y retuvo al soldado con el fin de concretar el más grandioso acuerdo de intercambio en la historia de la revolución palestina. Y aquí estamos hoy, manteniendo todos nuestros sacrificios y nuestros logros con nuestra victoria que dedicamos a Gaza. Tal como prometí, mantuve mi promesa: el martirio o la liberación para retornar a Jerusalén, y aquí está. La libertad está en camino, si Dios quiere, pronto llega.

Por Dios, que cuando me acordaba de los mártires, los heridos y los que sufren la catástrofe en Gaza, que se sacrificaron por nuestra liberación, me sentía fortalecido y decidido, y consideraba que dar marcha atrás y renunciar a la victoria sería una traición a los que se sacrificaron para asegurar la libertad en virtud del acuerdo ‘lealtad de los libres’. Mi victoria es su victoria y su sufrimiento es mi sufrimiento.

Y no me olvido aquí de saludar a los soldados desconocidos en esta batalla, en los medios escritos y audiovisuales, que jugaron un rol esencial en esta gran victoria alcanzada. Y saludo también a los poetas, compositores y cantantes que me apoyaron y ayudaron a divulgar esta lucha por todos los rincones del mundo, cumpliendo un rol que no es menos importante que los otros.

Y desde aquí, hago un llamamiento a continuar el movimiento popular y su escalada en todos los frentes, para luchar por nuestros prisioneros políticos. Y llamo también a la continuación de la movilización política y diplomática para internacionalizar el tema de los prisioneros políticos y dirigirse a la Corte Penal Internacional, para acusar a los jueces de la ocupación en virtud del derecho internacional, por los crímenes que han sido perpetrados contra el pueblo palestino.

Los saludo y saludo su resistencia, y si Dios quiere me encontraré con ustedes pronto para celebrar la verdadera victoria de la liberación de Palestina y su capital, la sagrada Jerusalén. Nos encontramos pronto en Jerusalén, la más sagrada, si Dios quiere.

Su hijo y su hermano

Samer al-Issawi

Hospital Kaplan

Fuente original: /http://www.docjazz.com/index.php/articles/42-blog/295-samer-issawi-victory-letter (original árabe y traducción al inglés).

Traducción al inglés: Tariq Shadid.

Traducción al español: Bea Esseddin.