Revisado por Caty R.
» … Sólo una revolución interna puede tener el poder necesario para curar a nuestro pueblo de la enfermedad asesina del odio sin causa… Nos va a traer la ruina total. Sólo entonces comprenderán los viejos y los jóvenes de nuestro país cuán grande fue nuestra responsabilidad en el futuro de esos desgraciados refugiados árabes en cuyas poblaciones hemos asentado judíos traídos desde bien lejos, hemos heredado sus hogares, ahora sembramos y cosechamos sus campos; recogemos los frutos de sus jardines, huertos y viñedos; y en las ciudades, que les hemos robado, instalamos centros de educación, caridad y culto, mientras parloteamos y deliramos diciendo que somos ‘El Pueblo de la Biblia’ y la ‘Luz de las naciones'»
Martin Buber
Breve reseña histórica
El Estado sionista de Israel es una entidad creada artificialmente hace poco, en 1948, sin constitución ni fronteras definidas hasta el día de hoy, que promueve de forma concreta y eficaz que cualquier miembro de la comunidad religiosa judía de cualquier parte del mundo vaya a emigrar y colonizar Palestina. Se le otorga de inmediato la nacionalidad israelí sólo por el hecho de ser de religión judía y el derecho a emigrar, colonizar, ocupar territorio y hogares palestinos expulsando a sus dueños legítimos, a la vez que niegan el derecho al retorno a los refugiados palestinos.
El derecho de los refugiados palestinos expulsados por la invasión sionista de 1948 a volver a sus hogares y recuperar su patria, donde habitaban desde la noche de los tiempos manteniendo una continuidad histórica desde sus antepasados cananeos, fue reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1948.
( Informe de Bernadotte, la ONU adoptó la Resolución 194, párrafo 11): Es un derecho anclado en el Derecho Internacional y acorde con el concepto de justicia universal. El rechazo de dicho retorno obedece al imperativo mecanismo de negación de los sionistas y a que en 1948, fecha de la creación del ente sionista, y como consecuencia de la Naqba (la catástrofe palestina) comenzaban la limpieza étnica y Holocausto del pueblo palestino.
Algun as consecuencias psicológicas de la vivencia del exilio
El exilio o destierro, como concepto psicológico , es el corte biográfico abrupto con los vínculos que dan sentido a la existencia. Algunos elementos comunes que conforman los sentimientos de los «refugiados» son: aislamiento, depresión, choque cultural, culpa (por haber sobrevivido a la masacre), cambio de valores, extrañeza del pasado, incertidumbre por el futuro y el retorno postergado. Toda pérdida, por pequeña que sea, genera dolor, tristeza y desconsuelo por los afectos que se quedan en lo que se ha dejado, y en los vínculos que se derivan de ellos. Abandonar a una persona, un objeto, una situación o un lugar, significa renunciar al vínculo creado con ella, renunciar a una parte de uno mismo, construida históricamente y que permanece ligada a esa situación, lugar o cosa. Por lo tanto, se crea un vacío vincular.
Síntesis argumental de la obra de teatro
«Mi mundo patria» presenta tres relatos:
1.- Una menor suiza que debe viajar con su madre a Polonia enfrentándose a las diferencias religiosas e idiomáticas, donde nunca deja de sentirse extranjera en el país de su madre.
2.- U na hija de chilenos exiliados en Costa Rica, Ana, que debe vivir transitoriamente en el exilio, logra asimilarse y al tener la opción de volver al país que ve como la patria de sus padres y no la propia, Chile, no desea este retorno.
3.- Un refugiado palestino que llega a Chile con la permanente esperanza de volver a su país de origen, Palestina, ocupada militarmente desde hace 60 años por el sionismo. Annuar es un refugiado palestino en Chile que recuerda constantemente las naranjas del árbol de su abuelo, de su bisabuelo y de su tatarabuelo, en fin… del árbol palestino ancestral, sin poder entender por qué razón no es posible regresar allí, cuestionando los distorsionados y manipulados argumentos míticos y religiosos de esta ideología. Este último relato es, sin duda, el más dramático de todos, ya que representa el exilio y la expulsión a punta de pistola del pueblo palestino por un ente militar, pero en este caso de origen europeo, totalmente ajeno y extranjero a la milenaria Palestina. El que aún en virtud del enorme poder del sionismo, en todo el mundo, sin excepción de ningún país, extiende sus tentáculos de poder político y económico, hasta la actualidad.
La estructura narrativa de la obra consiste en un brillante monólogo que logra mantener la atención del público durante la hora y media de duración aproximada de esta maravillosa representación. Lorena Ramírez, la única intérprete del montaje, es la bella actriz que logra interpretar magistralmente estos relatos basados en la vida real, en forma de monólogo, personificando y adentrándose en todos y cada uno de los roles e historias de vidas y narrándolas en diversos idiomas.
La brillante autora y directora de la obra, Andrea Giadacha, integra recursos narrativos, musicales y espaciales. «Mi mundo patria», es una obra maestra que logra exponer un drama antiguo y presente a la vez en nuestro país y en el mundo entero como es el exilio. Y logra generar una reflexión sobre la experiencia de la pérdida de la patria en la infancia y la difícil reconstrucción de la identidad, más aún cuando el exilio es sin posibilidad de retorno, debido al mantenimiento y continuación de la ocupación militar extranjera sionista israelí en la tierra palestina, de manera impune y con la complicidad mundial.
Al ser Lorena y Andrea hija y nieta, respectivamente, de palestinos nativos de Palestina, de la ciudad palestina cristiana de Beit-Jalla, ambas han expuesto que han vivido desde pequeñas la contradicción entre la vivencia de la pérdida de la patria y la realidad mediática que conocen los compatriotas chilenos sobre el erróneamente denominado conflicto palestino israelí. Ya que no es, ni más ni menos, que una ocupación militar extranjera constituida por una ideología (el sionismo) sobre la tierra ancestral e ininterrumpidamente palestina.
La dramaturga y directora ha expresado «Me parece oportuno rescatar la historia hecha desde el testimonio y la amoralidad que radica en la mirada infantil, oponiéndola al discurso de los medios de comunicación de masas, que se esfuerzan en la construcción de un escenario imaginario mundial».
Sin lugar a dudas las propias vivencias de la autora, la actriz y todos nosotros: palestinos exiliados en Chile, son aquellos elementos que entrelazan la obra y revelan una realidad que nosotros mismos hemos experimentado en nuestra estancia en esta vida.