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Microsoft, inteligencia artificial y calentamiento global

Fuentes: Rebelión

En enero 2020 la empresa Microsoft anunció su compromiso de reducir sus emisiones de CO2, alcanzar emisiones netas cero en sus operaciones para el 2030 y extraer de la atmósfera todo el CO2 emitido desde su fundación en 1975, para el 2050 a más tardar.

Siguiendo su ejemplo, muchas otras empresas asumieron compromisos similares para la reducción de emisiones y el alcance de emisiones netas cero para mediados de siglo. Microsoft se destaca no solo por su iniciativa, sino por ser la única en asumir el compromiso adiciona de remover de la atmósfera todas las emisiones acumuladas desde su fundación. El compromiso incluye el uso de energía renovable en un 100% para el 2030 y el uso exclusivo de coches eléctricos. La empresa le solicitó a la Plataforma de Inteligencia Artificial, entre otras dependencias, desarrollar herramientas para facilitarles a los clientes el uso de la IA de Microsoft de forma ética y sostenible desde el punto de vista medioambiental.

Esta dependencia se avocó al desarrollo de tecnología de vanguardia para que la inteligencia artificial de la empresa contribuyera al combate del cambio climático y asistiera a la sociedad en la transición hacia la des-carbonización de la economía. Se estableció un grupo de trabajo llamado Green AI (Inteligencia Artificial Verde) dedicado a reducir la huella de carbono de la inteligencia artificial de Microsoft. Desarrollaron una herramienta llamada SDK de CarbonAware, para que los programas de software más grandes se ejecutaran cuando la electricidad provenga de fuentes bajas en carbono, y procesaran tareas menos exigentes de energía cuando la electricidad provenga de combustibles fósiles. Se organizaron casi 10.000 empleados de Microsoft en una comunidad para incorporar la sostenibilidad ambienta en sus trabajos y reducir la huella de carbono.

Tras un par de años de esfuerzo colectivo dedicado a garantizar que el desarrollo de la inteligencia artificial de Microsoft se realizara de tal manera que minimizara su impacto ambiental, particularmente en cuanto a emisiones de CO2, los gerentes de la Plataforma de Inteligencia Artificial descubrieron que la alta gerencia había suscrito contratos para facilitar el uso de la inteligencia artificial corporativa por parte de empresas petroleras y gasíferas para optimizar la producción. Estas empresas estaban ya utilizando la computación en la nube de Microsoft para procesar datos sísmicos, utilizando los algoritmos de aprendizaje automático y la IA de Microsoft para decidir dónde perforar para optimizar producción y rentabilidad.

Un contrato con ExxonMobil utilizaba la inteligencia artificial de Microsoft para aumentar la producción en Texas y Nuevo México hasta en 50.000 barriles por día. Otro acuerdo con Chevron utilizaría la IA de Microsoft para «acelerar drásticamente la velocidad con la que podemos analizar los datos para generar nuevas oportunidades de exploración y explotación«.

Microsoft estaría socavando sus propios compromisos climáticos. Si se utilizaba la inteligencia artificial de la empresa en uno solo de sus contratos para ayudar a Exxon a producir 50.000 barriles más de petróleo por día, produciría 18,25 millones de barriles más de petróleo por año. Exxon liberaría 6,4 millones de toneladas métricas de carbono adicionales a la atmósfera por año, gracias a la inteligencia artificial de Microsoft. El compromiso inicial de Microsoft del 2020 implicaba la reducción de un millón de toneladas métricas de carbono por año. Al tomar en consideración las emisiones adicionales  derivadas del aprovechamiento de la inteligencia artificial de Microsoft por parte de las 50 empresas de hidrocarburos con las que han suscrito contratos, el compromiso de reducción de emisiones propio de Microsoft se pierde en la insignificancia.

La contradicción se hizo evidente. En medio de la discusión interna por lo que lucía como una traición a los compromisos iniciales de Microsoft y a sus promesas públicas ante millones de clientes, el principal competidor de Microsoft, Google, anuncia que dejaría de fabricar herramientas de Inteligencia Artificial para la industria del petróleo y el gas. Lo menos a esperar era que Microsoft siguiera el ejemplo. Después de todo, se disponía de un amplio espectro de clientes en las empresas de energía renovable, los fabricantes de materiales bajos en carbono y los gestores de emergencias. Sin embargo, la alta gerencia de Microsoft anunció nuevas asociaciones con compañías petroleras para ampliar y optimizar la producción. La empresa se convirtió en proveedor privilegiado de nube para la industria de combustibles fósiles.

Ninguna de las 50 empresas de petróleo y gas con las que trabaja Microsoft reconoce públicamente utilizar la IA o la tecnología de computación en la nube de Microsoft para reducir el consumo de combustibles fósiles. Por el contrario, British Petroleum la utilizaba para «ampliar las inversiones en la producción de petróleo y gas«; Chevron para «nuevos pozos no convencionales de fracking» y Exxon la utilizaba para «mejorar el éxito de la exploración«. Microsoft publicó un conjunto de «principios energéticos» como guías de trabajo con las compañías petroleras, limitándose a requerir que se comprometan públicamente a alcanzar emisiones netas cero para 2050 a más tardar. No exigen a las empresas de petróleo y gas que incluyan las emisiones de Alcance 3 en esos objetivos, ni exigen a las empresas petroleras que efectivamente cumplan sus objetivos de cero emisiones netas.

Los principios de Inteligencia Artificial de Microsoft continúan excluyendo toda referencia al impacto medioambiental de su utilización por empresas de combustibles fósiles. El especialista de Microsoft Azam Zaidi se jactó en LinkedIn sobre el papel de la inteligencia artificial de la compañía en el aumento de la producción de combustibles fósiles. “Estas empresas pueden desbloquear nuevas reservas, optimizar la producción y reducir los costos aprovechando las capacidades de la inteligencia artificial de Microsoft, aprendizaje automático y robótica de Microsoft Azure. Con Azure, el futuro de la exploración y producción de petróleo y gas es más brillante que nunca«.

Uno de los principales usos de la inteligencia artificial de Microsoft en la actualidad es la optimización de la perforación en busca de petróleo, encontrar y extraer más petróleo, cada vez con mayor eficiencia y rentabilidad. Holly Alpine, Senior Manager de Microsoft, denunció públicamente la capacidad de la empresa para cometer una enorme hipocresía en su política climática. «Cuantos más contratos veíamos, más nos dábamos cuenta de que Microsoft solo quiere ganar dinero, y aquí es donde está el dinero, sin barreras de seguridad ni mecanismos de responsabilidad. No son suficientes las inversiones masivas de la compañía en energía renovable ni los proyectos para mejora las líneas de transmisión» (https://www.linkedin.com/pulse/unleashing-innovation-impact-microsoft-azure-oil-gas-industry-zaidi/).

Tanto Holly Alpine como el gerente de la Plataforma de Inteligencia Artificial de Microsoft renunciaron a sus cargos. “No puedes llamarte a ti mismo la compañía de la paz si eres el proveedor de nube número uno para Lockheed Martin. No puedes definirte como una compañía de acción climática si eres el proveedor de nube número uno para la industria de los combustibles fósiles».

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