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Miente, que algo queda

Fuentes: Rebelión

Es tiempo de elites político/económicas mentirosas, de pregonar banderas y patrias y empobrecer el país sacando el dinero acumulado -legal e ilegalmente- con destino a paraísos fiscales y aprobar leyes y normas que les garanticen impunidad; no son situaciones nuevas, es cierto, como lo es que asistimos a otra ofensiva contra la ciudadanía donde la […]

Es tiempo de elites político/económicas mentirosas, de pregonar banderas y patrias y empobrecer el país sacando el dinero acumulado -legal e ilegalmente- con destino a paraísos fiscales y aprobar leyes y normas que les garanticen impunidad; no son situaciones nuevas, es cierto, como lo es que asistimos a otra ofensiva contra la ciudadanía donde la mentira se utiliza hasta la saciedad por políticos profesionales, mentira apoyada y difundida por los medios creadores de opinión/información, personalizada en tertulianos/periodistas, propagandistas de lo que es serio y posible.

La mentira está en la orden del día, pero la mentira es todo lo contrario de la verdad, siendo esta la concordancia entre lo que se dice y lo que es o sucede realmente [1], por más que se siga discutiendo sobre si existe la verdad o solo podemos hacer acercamientos aproximados a ella, o diferenciemos la verdad en tipos: Incluso si ponderamos sobre esos tipos, se puede hacer un acercamiento a la realidad/verdad:

Tipos de verdad:

Subjetiva; Sánchez es más honesto que Rajoy

y objetiva: Los dirigentes del PSOE-A están implicados en financiación ilegal y corrupción por los ERE

Las verdades subjetivas son las más numerosas y familiares, dado que su porción de verdad depende del sujeto que formula dicha verdad. Son verdades supuestamente empíricas que dependen del sujeto que la emite.

Las verdades objetivas tienen que ser independientes de las creencias subjetivas, siendo el fundamento de las mismas independientes del sujeto y sus deseos.

Relativa: Los nuevos partidos políticos crean inseguridad e inestabilidad política y económica

y absoluta: El bipartidismo PP/PSOE da seguridad/estabilidad político/económica al IBEX 35

Las verdades relativas son aquellas ideas o proposiciones que solo son verdad para el sujeto que las emite. El relativismo implica que solo es verdad en relación a la propia cultura.

Las verdades absolutas son ideas o proposiciones que son aceptadas como verdaderas para la cultura/costumbre de forma mayoritaria; es la visión de que todas las proposiciones son absolutamente ciertas o absolutamente falsas sin restricción, teniendo como única condición la cultura unilateral.

Ontológica; PP Y PSOE son partidos capitalistas

y epistemológica; El PSOE y posteriormente el PP, impusieron y ahondaron en políticas de desigualdad económica y social con la excusa de la crisis

En el primer caso se usa para distinguir una realidad como realidad verdadera en oposición a una realidad aparente o simulada; es la incongruencia de heredar Obrero y Socialista y ser capitalista [2].

En el segundo caso se utiliza en cuanto al contenido de un enunciado que puede ser verdadero o falso según se corresponda o no con la realidad que pretende expresar. La verdad epistemológica se suele tomar como correspondencia necesaria con la ontológica, por lo que corrientemente se entiende como verdad.

Material; El PP se ha financiado ilegalmente mediante dinero en negro recibido de empresas contratistas con la Admon. Publica, acción que conllevó sobrecostes en las obras públicas contratadas.

y formal; La dirección del PP actuara contundentemente contra los corruptos.

La verdad material son acontecimientos o situaciones que coinciden con la realidad de los hechos .

Verdad formal es aquella que fluye de las declaraciones de los implicados y que sirve de pantalla a los posibles requerimientos sociales.

La verdad es escondida y tergiversada, cuando no eliminada directamente a través de la mentira emitida con gran desparpajo y desvergüenza por dichas elites ecónomo/políticas con el apoyo interesado de todo tipo de profesionales de los medios de comunicación y creación de opinión, tanto públicos como privados. Cierto es que no sería posible mantener en el tiempo la mentira político/económica sino concurriera una colaboración de amplias capas de la ciudadanía

Verdad moral/ética [3]  

Es la concordancia entre la palabra y la acción respecto a lo que se piensa verdadero. Su contrario no es lo falso o el error, sino la mentira, siendo esta algo más que la manipulación de la verdad.

El que miente toma ventaja, y si la mentira parte de un individuo o institución que detenta poder, es creída mayoritariamente, siendo la acción de desenmascaramiento siempre a posteriori [4] y casi siempre fútil, porque la mentira esta dicha y oída/vista, socialmente admitida -«miente que algo queda»- e integrada.

Otra parte de la mentira es que la ventaja del mentiroso no reside en que su mentira pase inadvertida, sino en la intencionalidad, en el fin deseado, para el cual, el mentiroso político/económico/comunicador se apoya en que la gente, el común, participa de la misma social/psicológicamente al creer esas mentiras; no es que no se tenga información, ni que ésta este sesgada, sino que en todo caso es más seguro no tener enfrentamientos con los poderes.

No quedarse en lo aparente, en lo que dice la tele, implica desarrollar un pensamiento propio que intenta llegar a la verdad ante la mentira evidente, pero la mayoría se siente incómoda ante esta posibilidad, por lo que distorsiona y relativiza todo, racionalizando el comportamiento no ético, normalizándolo, aceptando la mentira que proviene de lo estable/conocido y autoengañandose porque es necesario esconderse a sí mismo y a los demás la participación en la mentira.

La realidad de la mentira hoy es tal, que expertos de la antropología, genética, filosofía, neurobiología, defienden un discurso contra la verdad, ya que dicen que mentir va unido a la selección natural, la supervivencia y nuestro cerebro; dicen que incluso como forma social es necesaria la mentira sistemática, incluida el autoengaño. Algo falla en esta teoría natural, ya que si tenemos que autoengañarnos para soportarnos, tenemos un problema.

Este relativismo moral/ético es defendido bajo la premisa de que las verdades éticas dependen del individuo o grupo que las sostienen: Es cierto que la moral/ética tiene un componente subjetiva en cuanto que depende del sujeto, pero relativizarla haciendo universal la mentira termina por implicar que el bien y el mal no existen, lo que nos lleva a tener que admitir que el ladrón y el corrupto no es culpable, pero tampoco el genocida, el terrorista, el torturador, el infanticida, etc.

La ética es objetiva además de razonable, se cumplan las reglas morales universalmente o no. Ejemplo: La ablación es un crimen contra la mujer aunque en algunos sitios sea culturalmente aceptada, al igual que la esclavitud es un crimen contra la humanidad aunque se siga ejerciendo.

La verdad en el capitalismo no solo es ocultada y denostada, hoy es perseguida, legitimándose una realidad ontológica y epistemológica mentirosa; como ejemplo de lo dicho, hace poco aprueban la Directiva Europea de Secretos Comerciales que blinda la opacidad de empresas y corruptos al imponer multas brutales y penas de cárcel a los que llama «filtradores de información». Reseñar que en esta Europa del capital son los políticos de los partidos mayoritarios -en España PP y PSOE- los que firman para aprobar esta nueva agresión; eso sí, volverán a salir en los medios afirmando que son serios y responsables, creando otra verdad que es mentira.

La dignidad humana depende de las verdades ética/morales objetivas. El relativismo ético es tierra de poderosos, cemento de toda sociedad desigual y corrupta, de los que desean que el «no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran» sea arrumbado a los rincones, y que socialmente llegue a consolidarse como ética de la tribu [5] el egoísmo y la mentira, el «todo vale», el «no existe el bien y el mal», momento en el estaremos ante una sociedad decadente y violenta, mucho más decadente y violenta, con pocos visos de permanencia.

Notas:

[1] la verdad implica coincidencia entre aquello que afirmamos y lo que se sabe, se siente o se piensa. Conlleva honestidad, y sinceridad, así como la existencia y realidad concreta de los hechos: es todo juicio, argumentación y discurso de forma que no puede ser refutado de forma racional; es lo opuesto a la mentira.

[2] Muchxs, todavía, se refieren al PSOE calificándolo como de «izquierda»; solo recordar que hace ya muchos años, en Suresnes, esta partido se aparto expresamente del marxismo (mucho más del anarquismo) y sus raíces revolucionarias (dar la vuelta a lo que hay). Desde la muerte del dictador, ha sido integrante y fiel apoyo del capitalismo más feroz.

[3] La ética es el conocimiento de la conducta humana en sociedad, explicada de forma racional y científica; el estudio de prácticas aceptadas. Es una reflexión sobre la moral.

La moral es el conjunto de reglas cotidianas utilizadas por los sujetos. Estas normas dirigen socialmente acciones y juicios sobre lo que es correcto o incorrecto, bueno o malo.

[4] El conocimiento a posteriori es aquel que depende de la experiencia en gran medida.

[5] La ética de la tribu es todo el aprendizaje, tradición, domesticación, gobernación, sumisión, cultura transmitida en cualquiera de sus formas, que marcan antropológicamente al sujeto, pero que el individuo responsable de sus actos, interioriza y repite. En la abstracción tribu se horizontaliza una humanidad que antropológicamente bebe de lo mismo, en la que la pirámide social es innegable y no abstracta, pero en la que la ética de la tribu, aunque emane en gran medida de las élites, es asumida, integrada y reproducida por casi todos

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