Una ola de huelgas está sacudiendo Arabia Saudí en un momento en que el espíritu de resistencia se está extendiendo por toda la región. Un compañero socialista en Arabia Saudita nos informa de cómo las luchas que están teniendo lugar en Oriente Medio están llegando incluso a la dictadura más cruel de la región, que […]
Una ola de huelgas está sacudiendo Arabia Saudí en un momento en que el espíritu de resistencia se está extendiendo por toda la región. Un compañero socialista en Arabia Saudita nos informa de cómo las luchas que están teniendo lugar en Oriente Medio están llegando incluso a la dictadura más cruel de la región, que goza del patrocinio de Estados Unidos.
Fuí a mi puesto de trabajo el jueves de la semana pasada y me encontré con que 3000 trabajadores estaban manifestándose reivindicando sus derechos generándose una dinámica que terminó con la convocatoria de una huelga para paralizar la construcción llevada a cabo por el Saudi Binladin Group. Los ánimos de los trabajores estaban muy caldeados. El sitio donde trabajan es uno de los mayores proyectos de construcción del pais, valorado en 100.000 millones de riales saudíes1.
Sin embargo los trabajadores sufren unas condiciones terribles. Uno de los trabajadores me contaba:
-Vivo en una habitación de cuatro metros por tres con otras ocho personas, y hay un lavabo por cada diez.
Otro trabajador egipcio me comentaba las condiciones laborales y los obstáculos puestos a la libertad religiosa,
-Son unos sionistas, ni siquiera me dejan realizar mis oraciones-
Y otro trabajador me hablaba del estado del agua, que está infectada, sucia y llena de insectos:
-Los jefes ni siquiera se quieren lavar las manos con ella, pero no nos queda otro remedio que beberla porque es la única agua que hay.
Algunos otros se quejan de los retrasos a la hora de recibir su salario y de las horas extras impagadas:
-Aunque sea difícil de creer el salario de algunos trabajadores aquí es sólo de 700 riales al mes; yo gano 1000 y me pregunto ¿cómo se las arreglan?
No se podía seguir de esta manera. Así que se organizaron y decidieron convocar una protesta en la obra para exigir el cumplimiento inmediato de sus derechos. Ha resultado ser la escena más interesante que he presenciado en mi vida. Cuando los capataces y los guardas de seguridad trataron de convencerlos para que volvieran al trabajo los trabajadores replicaron quitándose sus cascos y aporreándolos contra los muros al grito de queremos «comida, dinero, habitaciones dignas; queremos respeto». Todos los jefes, por primera vez desde el inicio del proyecto hace cuatro años, han empezado a tomar en serio a los trabajadores.
Los efectivos policiales no han podido controlar a los trabajadores. Cuando uno de los agentes solicitó a los trabajadores que volvieran a sus habitaciones y que más tarde se resolverían sus demandas, un trabajador respondió tirándole una piedra y los otros trabajadores consiguieron intimidar al grupo de policías que lo acompañaban. La piedra no le dio al policía pero, desafortunadamente, fue a parar al coche ¡Es la primera vez en mi vida que veía un coche de policía roto en Arabia Saudí!
Cuando vinieron un grupo de capataces, enviados por los jefes, con la intención de hacer cambiar de actitud a los trabajadores, varios compañeros socialistas y yo tratamos, sin éxito, de empujar al grupo a ocupar la obra.
Sin embargo cuando unos de los capataces nos dijo:
-Os daremos nuevas habitaciones y un campo para jugar al futbol-
uno de los trabajadores le contestó:
-Como vamos a trabajar al fútbol después de 13 horas de trabajo y sin cobrar las horas extras.
Entonces los capataces nos prometieron que nos pagarían los salarios atrasados en cinco días. Alguien respondió:
-¿De qué vamos a comer estos cinco días? Necesitamos el dinero ahora, estamos hartos de excusas ¿Como es posible que un multimillonario no pueda pagar a sus trabajadores ahora mismo?
Al final, los dueños se comprometieron con los trabajadores a pagarles el sábado. Los trabajadores se fueron, y el sábado recibieron 500 riales, además de su salario, y se les prometió mejorar las condiciones de los sitios donde duermen y que se les pagaría 100 horas extras al mes.
Los trabajadores de una empresa filial del mismo grupo, que realiza actividades en la misma obra, se han empezado a organizar para lanzar una nueva ofensiva de huelgas. Así mismo han habido huelgas esta misma semana en la biblioteca Rey Fahad y en las obras del campus de la Universidad Rey Saud.
1100 riales saudíaes valen aproximadamente 20 euros. (nota del traductor)
1La cotización el 28 de febrero del rial saudí (SAR) es de 1 SAR= 0,19330 EUR