El presidente egipcio, Mohamed Morsi, aprovechó la edición dominical del referencial «The New York Times» para emplazar a Estados Unidos a que cambie su política respecto a los países árabes, y como primer paso, le instó a reconocer el derecho de autodeterminación del pueblo palestino. Todo un aldabonazo por parte del mandatario de un estado […]
El presidente egipcio, Mohamed Morsi, aprovechó la edición dominical del referencial «The New York Times» para emplazar a Estados Unidos a que cambie su política respecto a los países árabes, y como primer paso, le instó a reconocer el derecho de autodeterminación del pueblo palestino. Todo un aldabonazo por parte del mandatario de un estado que hasta hace muy poco era un aliado vital y acrítico del gigante norteamericano. El representante de los hermanos musulmanes, por puro pragmatismo, no ha tensado en exceso la cuerda que le une con la Administración Obama, a quien recuerda que tiene en Egipto a un «amigo real», pero deja claro que los tiempos de Mubarak son pasado.
Morsi es consciente de lo conveniente que le resulta mantener unas estrechas relaciones con la Casa Blanca, entre otras cuestiones, por la complicada situación económica que ha heredado y las servidumbres egipcias respecto a instituciones internacionales como el FMI. Pero sabe también que en el ámbito económico no hay riesgo alguno de que se produzca un encontronazo entre ambas partes. Sin embargo, la actitud que históricamente Estados Unidos ha mantenido respecto al mundo árabe sí choca con los intereses que tienen los actuales rectores del principal país de la zona, que además son conscientes de la referencialidad que han adquirido para millones de personas. Y a pesar de la flexibilidad de la que muchas veces han hecho gala los hermanos musulmanes, no parece probable que en este tema aparquen sus convicciones. Sobre todo, porque supondría su defunción como movimiento político.
Por ese motivo, a Obama no le va a quedar más remedio que tomar en serio a Morsi, y la situación de Palestina, símbolo para todo el pueblo árabe, puede ser para el presidente estadounidense el elemento a partir del cual anclar la lealtad de su interlocutor. No de forma inmediata, ya que Israel se mantiene alerta ante los movimientos que puede hacer su avalista americano, pero los cambios ocurridos en el último año y medio podrían hacer saltar el bloqueo que sigue manteniendo cautiva a la población palestina.
Fuente original: http://www.gara.net/paperezkoa/20120924/363776/es/Morsi-Obama-Palestina-fondo