Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Esta mañana, al menos 19 palestinos murieron asesinados y 40 más resultaron heridos tras caer cinco proyectiles israelíes sobre una hilera de casas en el pueblo de Beit Hanoun, situado al norte de Gaza.
Los muertos y heridos -entre ellos nueve niños, cuatro mujeres y seis hombres- se encontraban durmiendo cuando cayó el primer misil alrededor de las seis de la mañana (hora local). Muchas de las víctimas fueron llevadas en pijama hasta el hospital.
En respuesta ante el ataque, Hamas hizo un llamamiento para atacar a EEUU. «EEUU está ofreciendo cobertura política, financiera y logística a los crímenes de la ocupación sionista y es responsable de la masacre de Beit Hanoun. Por ello, se requiere a los pueblos y las naciones del mundo para que den una dura lección al enemigo estadounidense», dijo el grupo islamista en una declaración enviada a Associated Press.
Fuentes del ejército israelí manifestaron que el ejército disparó una descarga de proyectiles hacia el norte de la Franja de Gaza que se desviaron de su objetivo, debido probablemente a un error humano o técnico. El ejército dijo que, oficialmente, todavía estaban investigando el incidente.
Los testigos de los hechos relataron que el primer proyectil cayó sobre una casa provocando muertos y heridos. Los residentes trataron de refugiarse mientras los equipos de rescate intentaban recuperar los cuerpos y atender a los heridos. Muchos residentes buscaban refugio en un callejón cercano cuando cayó el segundo proyectil, causando la mayor parte de las víctimas. Otros cinco o seis proyectiles siguieron cayendo en las inmediaciones a lo largo de un período de 15 minutos, según manifestaron diversos testigos.
La mayor parte de las víctimas pertenecían a la familia Azamna, que vivía en varias de las casas adyacentes. Mayid Azamna, de 55 años, contó que se encontraba durmiendo cuando cayó el primer proyectil. «Hubo varios muertos y heridos. Corrimos escaleras abajo y el segundo proyectil cayó cuando tratábamos de sacar los cuerpos. Entonces hubo más proyectiles. Vi cuerpos cortados en trozos. Había niños y mujeres. Sólo Dios sabe por qué atacaron esta casa».
En el hospital Kamel Aduan, en la cercana Beit Lahiya, Yazan Azamna, de 15 años, estaba siendo atendido de las heridas de metralla en su estómago y piernas. Dijo que su madre y sus dos abuelas murieron mientras dormían. «Escapé de la casa y corrí a la calle. Entonces se acercó gente para ayudar y los proyectiles empezaron a caer de nuevo», dijo.
Muhammad Oduan, de 21 años, yacía sobre su estómago con heridas de metralla en su espalda. «Estaba durmiendo en la casa. Los proyectiles empezaron a caer y traté de escapar. Todos mis vecinos gritaban pidiendo ayuda y entonces comenzaron a atacar de nuevo mientras la gente se agrupaba. Mi padre fue asesinado en el callejón donde nos refugiábamos. ¿Por qué nos hacen esto? Quieren destruir nuestras casas y obligarnos a marchar al exilio».
Los asesinatos se produjeron tras la retirada de Israel de Beit Hanoun después de una semana de ocupación que mató a 52 palestinos. Durante la operación, los soldados israelíes visitaron las casas que habían alcanzado, buscando e interrogando a sus residentes. La operación tenía como objetivo impedir el lanzamiento de misiles hacia Israel, pero los ataques con cohetes han continuado.
Beit Hanoun se encuentra en la frontera con Israel y es vigilado por los tanques y baterías de artillerías israelíes.
Israel disparó durante el pasado año decenas de miles de misiles contra Gaza, matando a docenas de civiles. En junio, los siete miembros de una familia y otro hombre murieron tras lanzarse un proyectil contra una playa al norte de Gaza.
Los políticos palestinos han reaccionado con rabia ante el último ataque. Atef Oduan, el ministro de asuntos para refugiados de Hamas, visitó el escenario del bombardeo, donde había grandes charcos de sangre. «No podemos aceptar esta destrucción», dijo. «No podemos aceptar procesos de paz o hablar de terminar con la resistencia. Están tratando de destruir al pueblo palestino y a su resistencia y están intentando obligarnos a marcharnos de nuestros hogares. Pero ya no tenemos nada que perder. No tenemos más opción que la de seguir luchando por nuestros derechos».
Mahmud Abbas, el presidente, ordenó tres días de luto en todos los Territorios Palestinos. «Esta es una horrible y atroz masacre cometida por la ocupación contra nuestros niños, mujeres y ancianos en Beit Hanoun», declaró. «Urgimos y apelamos al consejo de seguridad de la ONU a que se convoque inmediatamente y detenga las masacres cometidas contra nuestro pueblo y ejerza su responsabilidad de parar estas masacres».
Ismail Haniyeh, el primer ministro, dijo que, en protesta por el ataque, quedaban suspendidas las negociaciones para un gobierno de unidad entre Fatah y Hamas. Ghazi Hamad, un portavoz del gobierno dijo a AP: «Tras esta bárbara operación, Israel ha probado que es un estado sin humanidad. Es un estado que defiende la muerte y por tanto ese estado no debería seguir existiendo».
Los dirigentes israelíes mostraron pocos remordimientos por las muertes, declarando que el ejército no trataba de matar civiles. Tzipi Livni, la ministra israelí de asuntos exteriores, describió el incidente como «lamentable» mientras que Miri Eisin, una portavoz de Ehud Olmert, el primer ministro, dijo que las operaciones israelíes continuarían mientras se siguieran disparando misiles sobre la frontera, entraran armas de contrabando y Hamas continuara provocando a Israel.
Las matanzas provocaron manifestaciones de protestas en Gaza y Cisjordania. Se disparó contra las oficinas vacías de la UE en la ciudad de Gaza y los manifestantes hicieron llamamientos de venganza contra Israel. En el hospital Kamal Adwan, Nizar Rayan, un líder local de Hamas, dijo: «Vamos a luchar contra eso que se llama Israel. Vamos a lanzar nuestros cohetes, nuestros mártires van a sacrificar sus vidas hasta lo más profundo de nuestra tierra ocupada. Lucharán en Yafa, en Haifa, dentro de Ashdod. La batalla continuará. Los rifles no van a descansar. Todos nosotros somos mártires en espera. La venganza se producirá».
El grupo militante de la Yihad Islámica ha pedido también venganza. «El martirio está llegando. La respuesta no va a tardar, porque ha llegado la hora del castigo, porque ha llegado la hora de la venganza», declaró.
En las horas posteriores al ataque los militantes lanzaron ocho cohetes hacia Israel desde Gaza. La mayor parte de ellos aterrizaron en campo abierto pero dos lo hicieron en el centro de la ciudad de Sderot, causando un herido leve.
Texto original en inglés:
http://www.guardian.co.uk/israel/Story/0,,1942339,00.html