Traducido del hebreo para Rebelión por J. M.
El objetivo de la operación «margen protector» es restablecer la calma; los medios: matar civiles. La consigna de contraseña «La Familia» fue declarada política ostensible. Israel cree realmente que si mata a cientos de palestinos en Gaza, logrará la calma. La destrucción de armas de Hamás es inútil, ya ha demostrado que sabe rearmarse; derrocar el régimen de Hamás es objetivo poco realista (e ilegítimo) que Israel no desea porque sabe que el sustituto puede ser peor. Así que nos quedamos con un solo objetivo: muerte a los árabes, la multitud vocifera. El ejército israelí ya tiene el «mapa del dolor», nueva invención diabólica que sustituye el «banco de objetivos» no menos satánico y este mapa crece a una velocidad alarmante.
Vean en Al Jazeera en Inglés, canal de televisión profesional y equilibrado (a diferencia de su hermana en árabe), y verán el grado de éxito. No lo verán en los canales de televisión abierta israelí, como siempre, donde se ven casi exclusivamente a la víctima israelí. Pero en Al Jazeera verán toda la verdad, y quizás incluso se horrorizarán. Los cadáveres en Gaza se están acumulando. La cuenta de la matanza masiva se actualiza cada minuto, la cual Israel glorifica, que incluye decenas de civiles han sido asesinados, entre ellos 24 niños hasta el mediodía de ayer. Cientos de heridos, la destrucción, el terror y el horror, y también han bombardeado el hospital y una escuela. El objetivo es atacar a los hogares y ninguna hipocresía va a ayudar: es un crimen de guerra, aunque el ejército israelí los llama «puestos de comando» o «lugares de reunión». Sí, hay ataques mucho más brutales que el de Israel, pero esta guerra no es más que un ataque mutuo de ciudadanos – el elefante frente a una mosca -. Ni siquiera hay refugiados a diferencia de Siria e Irak, Gaza no tienen el lujo de los residentes que huían por sus vidas; en una jaula no hay adonde escapar.
Desde la primera guerra del Líbano, hace más de 30 años, matara los árabes se convirtió en el principal medio de la estrategia israelí. El ejército israelí ya no ha pelea contra otros ejércitos, el objetivo principal es la población civil. Los árabes nacieron sólo para matar y ser muertos, esto todo el mundo sabe. No tienen otro propósito en sus vidas, e Israel los está matando, obviamente. Obviamente se debe repudiar el camino de Hamas que no sólo de dirige sus cohetes a objetivos civiles israelíes, no sólo que hizo bases en una población urbana – desde luego, hay que ver si tiene una alternativa en la superpoblada Franja – además de que también abandonó a su población a la brutalidad de los bombardeos criminales de Israel de Gaza sin preocuparse de delimitar un área protegida, para refugio vivienda o para alarma. Esto es criminal pero los ataques de la Fuerza Aérea no son menos criminales por el resultado y por la exposición: no hay ninguna casa en Gaza, donde no vivan decenas de mujeres y niños, por lo que el ejército israelí no puede alegar que no tenía intención de hacer daño a los inocentes. Si la demolición de la casa de un terrorista en Cisjordania, últimamente fue motivo de débil discusión, ahora se han demolido decenas de ellas, encima de sus habitantes. Generales de reserva y comentaristas habituales compiten sobre quién hace la propuesta más monstruoso: «Si les matamos a sus familias, se asustarían», explicó el general Oren Shajor sin que se le mueva un párpado. «Tenemos que crear una situación tal que cuando dejen sus agujeros, no reconozcan la Franja de Gaza», explicaron otros. Sin vergüenza, sin lugar a dudas, el próximo Goldstone.
Una guerra sin un propósito claro es una guerra abominable; hacer blanco en la población civil es una orden criminal. El terror cunde ahora también en Israel, pero dudo si hay un israelí que pueda imaginarse lo que están atravesando ahora 1,8 millones de habitantes de Gaza, cuyas miserables vidas otra vez han caído en el horror. Gaza no es un «avispero», es un lugar desesperante para su gente. Hamás no es un ejército, ni mucho menos, a pesar de toda la intimidación: si en efecto construyó un sistema tan complicado de túneles en Gaza, ¿por qué no darle para que construya el metro en Tel Aviv?
Pronto más miles de vuelos de combate y miles de toneladas de bombas e Israel está a la espera de las «escenas de la victoria». Esto se ha logrado ya: ¡Muerte a los árabes!
Fuente: http://www.haaretz.co.il/opinions/.premium-1.2374552