La primera pregunta razonable sobre el envío de los Cascos Azules a Líbano es ¿Por qué van y qué es lo que van a hacer? Se podría responder de muchas maneras, pero no sería fácil convencer a nadie lo suficiente. Pero, sí hay una respuesta clara y que centrará la situación. Es fácil, ¿Quién envía […]
La primera pregunta razonable sobre el envío de los Cascos Azules a Líbano es ¿Por qué van y qué es lo que van a hacer? Se podría responder de muchas maneras, pero no sería fácil convencer a nadie lo suficiente. Pero, sí hay una respuesta clara y que centrará la situación. Es fácil, ¿Quién envía las tropas? Pues justamente quiénes controlan el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que son los que realmente tienen todo el poder político, legal y militar dentro de NU y del mundo, es decir, EEUU, Francia, Reino Unido y Alemania, aunque esta no forma parte del CS, va en el mismo carro. Los Cascos Azules van y están directamente a las órdenes de estos países y para ellos trabajan.
Un país soberano, miembro de NU ha sido invadido y ocupado –con la mayor destrucción– en varias ocasiones por Israel, y es invadido, de nuevo, por otras tropas, por los Cascos Azules, para controlar, precisamente, a las víctimas, a la resistencia que ha frenado la reciente invasión israelí y que aún continúa con miles de soldados en territorio libanés y con bloqueo por tierra, mar y aire.
Resulta tragicómico ver en la TVE cómo, mientras desembarcan las tropas españolas en una playa cercana a Tiro, dos cazas israelíes dan una pasada por encima de los soldados en pleno desembarco (nuestros soldados). E igual de tragicómico, el show de este ejército (en misión humanitaria armado hasta los dientes) desembarcando en una playa cuando al lado, poco más o menos, tienen unos cuantos puertos por donde la gente normal hace los desembarcos.
Quienes han enviado a los Cascos Azules, amigos y cómplices de Israel, que además, justifican su barbarie, cuando esta no tienen más objeto que terminar, si pueden, la labor iniciada por Israel en 1978, cuando iniciaron la anterior invasión, que terminó 22 años después, al ser expulsados del Líbano por las tropas de Hizbulá (acusados de «terroristas» por defender su Líbano -del que nunca han salido- frente a los que lo invaden)
De momento, la misión principal y urgente es descubrir y arrasar todo el entramado de la logística y estrategia de Hizbulá, cosa que los servicios de espionaje de la CIA y de Israel no han conseguido ni por asomo y que ha sido la causa fundamental del fracaso israelí. Al tiempo, averiguar y descubrir quiénes son los estrategas, para, aprovechando la legalidad de la impunidad vigente -concepto incorporado recientemente al derecho internacional– de los asesinatos selectivos, encontrar una rápida solución al problema, (de la zona y de sus recursos) masacres y tragedias aparte. Les han pedido que se desarmen, en resoluciones del CS, y no han querido. Israel lo ha intentado por la fuerza destruyendo medio Líbano y tampoco ha sido posible. Los Cascos Azules, con las experiencias anteriores fracasadas, lo intentarán vía espionaje directo, sobre el terreno, pero tampoco podrán, por dos razones. Sin salir de sus campamentos y de sus bases, no. Pero, si salen, las bajas amenazan con ser numerosas, pues el terreno es muy accidentado y difícil y está sembrado de minas que Israel colocó ya hace décadas, más las bombas y bombas de racimo sin explotar que aún continúan causando muertos sobre la población libanesa.
Una vez más, conviene recordar a profesores, periodistas y a tantos profesionales mucho más «interesados» que enterados, que Hizbulá nació como consecuencia de la ocupación y después de sangrientos asesinatos de Israel en el Líbano. Que sí, que es cierto que Hizbulá es un Estado dentro del Estado libanés, pero esta no es toda la verdad. Cuando Francia «concedió» la independencia al Líbano en 1943, lo hizo envenenadamente, fraccionó a los libaneses en confesionalidades, lo que ya en sí mismo es la mejor receta para crear problemas los haya o no, pero además, precisamente el Sur libanés, queda huérfano de poder real dentro del diseño de descolonización de Francia, así las incursiones israelíes en el Sur libanés siempre han sido un paseo militar,… hasta que este Sur, sin representación real del Estado libanés -que tanto dicen defender y que a la vez bombardean– después de siete años de guerra civil y de ocupación israelí y de 39 años de independencia francesa marginados del Estado, este Sur digo, decide en 1.982, organizarse cabalmente y defender, algo tan normal como lo es su propia tierra. ¿Que en su mayoría son Chiíes? Cierto, ¿es que ya es delito ser o no de una u otra religión? Pero, la composición de Hizbulá se corresponde más o menos con los porcentajes confesionales de la zona, lo que indica que no hay sectarismo religioso; son mayoría los chiíes, pero también hay sunníes, cristianos y no creyentes, pero que todos ellos, sí creen en el Líbano y no aceptan la invasión, así de sencillo.
Israel mantiene prisioneros a cuatrocientos libaneses, sin que nada se sepa de ellos. Ahora Hizbulá detiene, en el propio territorio libanés, a dos soldados israelíes en misión militar, cuando esto es un derecho, y no ninguna provocación, y, la respuesta israelí no es ni deja de ser una respuesta más o menos desproporcionada, como tanto insisten en definirla, es, sencillamente una invasión y una ocupación de las habituales de Israel, es una acción más de su belicosidad permanente y que ahora todos lamentan, pero no lamentan los crímenes, sus crímenes, sino su incapacidad de no haber podido ser más eficaces en su carnicería. NU ahora acude en su ayuda, va a colaborara con Israel, intentará acabar con Hizbulá para dejarles el camino libre hasta Beirut, que es exactamente lo que Israel pretendía, y lo pretendía ya hace décadas, no es novedad.
Amnistía Internacional acaba de caer en lo más bajo de la escala moral, ha iniciado su invasión mediática en el Líbano, que no es menos dañina y grave que la otra, es su necesario complemento. La guerra mediática ha sido esencial, y continúa siéndolo, en Afganistán, Iraq, Irán, Palestina y lo es también en Líbano. Dice AI que «Hizbulá disparó cerca de 4.000 cohetes contra el norte de Israel, lo que causó la muerte de 43 civiles y heridas graves a 33, mientras que otros miles de civiles debieron buscar refugio» (La Nueva España, 14-09-06) Pero las cifras, son sólo una parte de la verdad, fuera de contexto y siguiendo la política del lobby judío. Las víctimas libanesas, los que no iniciaron la invasión ni invadido a Israel, son 1.281 de las que [sólo] 93 eran combatientes consecuencia de los 177.000 bombas de todo tipo lanzadas por Israel y, además, con mucha más carga explosiva (James Petras 04-09-06, El lobby y la invasión israelí de Líbano). Aún habría que añadir que los efectos de la destrucción y del bloqueo han sido fatales para todos los enfermos crónicos y agudos y para el resto de la población. Pero las muertes, en Líbano, aún continúan por las bombas de racimo, por dificultades de asistencia sanitaria y por el empobrecimiento generalizado y que NU va a resolver,… con los Cascos Azules. Los desplazados libaneses son más del millón, comparados con los miles que cita AI, a lo que hay que añadir, que estos pocos, a la vuelta, encuentran su casa y pertenencias, mientras los libaneses, nada, sólo ruinas.
Hizbulá, no descubrirá su logística y estrategia y, por supuesto, no se desarmará. Han «aceptado» la invasión de NU ¡qué remedio! Es un mal menor y no pueden hacer otra cosa. Pero, la pregunta obvia es ¿por qué no han ido a controlar -y a reprimir y a desarmar– a los invasores y a los que ha provocado las masacres y la destrucción por segunda vez y que aún continúan con la invasión? La respuesta no es menos obvia, son sus amigos, son sus defensores y lo son con reiteración y a ultranza, no importa lo que hagan.
La situación deseada: Palestina fraccionada, encarcelada literalmente, sólo les queda resistir, poca cosa más puede hacer. El Sur del Líbano no está divido y está armado,… el escenario les favorece, e Israel y sus socios de NU, poco podrán hacer, esto no es la Gaza indefensa, ni Cisjordania. Sólo podrán impedir que Líbano y toda la zona salga adelante o se retrase años y años, como acaban de hacer, otra vez, una vez más, con la destrucción de toda la infraestructura civil e industrial libanesa ¿Hasta cuando? ¿Hasta cuando NU y su nuevo socio AI?