Traducido para Rebelión por Germán Leyens
El ejército israelí absolvió el viernes a un oficial acusado de disparar repetidamente a una colegiala palestina que ya estaba muerta, pero mantuvo su suspensión por malas relaciones con sus subordinados.
El ejército dijo que la investigación no encontró nada criticable en la actitud de soldados que acribillaron a Iman Hams, una niña de 13 años, con 20 balas, cuando se acercaba a un puesto militar cerca del campo de refugiados de Rafa en la Franja de Gaza el 5 de octubre.
«La investigación no estableció que la compañía o su comandante actuaron inmoralmente durante el incidente», dijo el ejército en una declaración.
«Si una investigación de la policía militar llega a otras conclusiones, será suspendido de toda actividad de comando», agregó la declaración.
Iman al-Hams, de 13 años, recibió cerca de 20 tiros el 5 de octubre mientras pasaba cerca de un punto de control israelí en camino a la escuela en Rafa, un campo de refugiados en la frontera de Gaza con Egipto.
«Los soldados israelíes irrumpieron en el área, la niña dejó su bolsa y trató de correr, » dijo un testigo palestino, Omar Abu Khalifa, de 25 años. «Las balas dieron en la bolsa [de la niña] y los soldados abrieron fuego contra ella».
El ejército afirmó que la niña fue vista a unos 75 metros, y que le dispararon al creer erróneamente los soldados que llevaba una bomba.
Medios israelíes, citando a soldados no identificados que estaban presentes, dijeron que a la niña le dispararon de cerca y que el comandante del puesto incluso le disparó un «tiro de gracia» para asegurarse de que estaba muerta.
Funcionarios hospitalarios palestinos dijeron que a la niña le dispararon por lo menos 20 veces, sobre todo en la parte superior de su cuerpo.
Al anunciar los resultados de una investigación inicial, el comandante del ejército del sur, general de división Dan Harel, dijo que no veía una conducta «poco ética» de parte del comandante o de sus soldados al disparar a la niña, a pesar de que ya estaba muerta.
La conclusión se refería a las acusaciones de los soldados de que el comandante había vaciado su arma sobre la niña muerta, una práctica ilegal conocida como «verificación de la muerte». Se está realizando una investigación separada de la policía militar.
Cientos de niños y adolescentes palestinos han sido matados por el fuego israelí desde el comienzo de la Intifada, a menudo en choques entre niños que lanzan piedras, expresando su resentimiento por la ocupación, y soldados israelíes. Sin embargo, el ejército israelí raramente investiga esos crímenes.
16 de octubre de 2004
http://www.aljazeera.com/cgi-bin/news_service/middle_east_full_story.asp?service_id=5316