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Navidad bajo la ocupación en Belén

Fuentes: Oficina de Información Chileno-Palestina

Hablar de la Navidad es imposible sin hacer alguna referencia a Belén, el lugar donde nació Jesús. La misma ciudad que hoy se encuentra rodeada de asentamientos, un muro que divide a sus habitantes y cortada por puntos de control que no permiten el libre desplazamiento. Este año, como muchos otros, Belén desafía el cierre […]

Hablar de la Navidad es imposible sin hacer alguna referencia a Belén, el lugar donde nació Jesús. La misma ciudad que hoy se encuentra rodeada de asentamientos, un muro que divide a sus habitantes y cortada por puntos de control que no permiten el libre desplazamiento. Este año, como muchos otros, Belén desafía el cierre y el sitio, mientras los residentes tratan de celebrar Navidad a pesar de las dificultades causadas por las prácticas ilegales de la ocupación israelí.

La Agencia de noticias de Maan entrevistó al Alcalde de Belén, el Victor Batarse, que dijo que la ciudad santa está estrangulada y que el municipio recibió un donativo de US 50.000 del gobierno para decorar la ciudad y prepararla para Navidad, y que la mayor parte de las decoraciones que existen ahora en Belén son parte del donativo de diferentes personas, y de un acuerdo con Pal Media, con la Iglesia Luterana y otros de carácter internacional.

Batarse agregó que el Muro del Apartheid israelí se anexionó por lo menos 8.000 Dunums de las tierras de la ciudad y la aisló totalmente de Jerusalén. «Belén y Jerusalén están interconectadas», indica Batarse, «Usted no los puede aislar a la una de la otra».

Batarse dijo también que Belén depende del sector Turismo como principal fuente de ingresos y se espera recibir 10.000 turistas este año, mientras en el pasado, un mínimo de 20.000 turistas visitaba el sitio santo para las Navidades.

El Ministro palestino de Turismo, Jouda Morqus, dijo que a pesar de todos los obstáculos, las celebraciones de Navidad en Belén continuarán como de costumbre, de hecho ya hay reservaciones para turistas en hoteles de Belén, siendo la mayor parte de estos árabes israelíes y europeos.

Daniela Douglar, una turista norteamericana, dijo que venía a Belén para ver el Muro que la rodea y para presenciar las celebraciones en esta ciudad. «Yo no veo alegría en los ojos de los residentes de Belén, ellos están aislados por el Muro», dijo, «esta Pared no traerá Israel la seguridad, sino que aumentará el odio».

Issa Jaraysa, de 11 años, residente de Beit Sahour (pueblo de 15.000 habitantes colindante a Belén), dijo que él y otros niños palestinos no quieren ver las matanzas, la destrucción y el odio, sino que quieren la paz en todo lugar del universo.

Belén, ciudad de gran importancia para el cristianismo es testigo en nuestros días de una política de segregación y estrangulamiento por parte del Estado de Israel. A pesar de aquello, en el pueblo palestino sigue siendo importante asistir a los actos religiosos, casi como si aquello fuese independiente de ser o no creyente, a estas alturas, visitar la basílica de la Natividad es un acto de resistencia contra la ocupación.

www.oicpalestina.org