El presidente egipcio, Hosni Mubarak, se reunió por separado ayer en El Cairo con los dirigentes israelíes y palestinos tras haber debatido con el enviado especial estadounidense, George Mitchell, ferviente partidario de que se retomen las negociaciones directas. El jefe de Estado egipcio mantuvo dos entrevistas separadas con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud […]
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, se reunió por separado ayer en El Cairo con los dirigentes israelíes y palestinos tras haber debatido con el enviado especial estadounidense, George Mitchell, ferviente partidario de que se retomen las negociaciones directas.
El jefe de Estado egipcio mantuvo dos entrevistas separadas con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Ninguna de las partes hizo comentario alguno a las salida de estas reuniones.
Según la agencia egipcia MENA, Mubarak afirmó «la necesidad de preparar las condiciones adecuadas para permitir la creación de dos estados».
Mubarak había recibido previamente a Mitchell, quien, por su parte, se entrevistó con Netanyahu a primera hora en Jerusalén.
Antes de partir hacia El Cairo, Netanyahu indicó que trataría de «los medios para impulsar negociaciones de paz directas entre Israel y los palestinos».
Abbas se reunió el sábado por la noche con el responsable de los servicios de información egipcios, Omar Suleimán, encargado de la cuestión palestino-israelí, y el líder de la Liga Árabe, Amr Mussa, según MENA.
Este baile diplomático en El Cairo se produce en un momento en el que Washington presiona a los palestinos para que acepten pasar de negociaciones indirectas, denominadas «de proximidad» y en las que no se reúnen cara a cara con los israelíes, a mantener conversaciones directas con el Estado sionista.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, afirmó el jueves que EEUU «cree con fuerza» en que se retomen las negociaciones directas suspendidas tras el ataque de Israel contra Gaza a finales de 2008.
El presidente de EEUU, Barack Obama, espera que el cara a cara entre israelíes y palestinos pueda comenzar antes del 26 de setiembre, fecha en la que acaba la moratoria parcial para construir más colonias sionistas en Cisjordania.
Pero, frustrados por el escaso avance de las conversaciones indirectas, que comenzaron en mayo a instancias de EEUU, la Autoridad Palestina parece poco convencida, por el momento, para responder favorablemente a Washington.
Durante un encuentro el sábado en Ramallah con Mitchell, Abbas reclamó garantías sobre la interrupción de la colonización sionista y Jerusalén Este antes de retomar las negociaciones directas con Israel.
«Hasta el momento, no hay clarificaciones en la posición estadounidense sobre una serie de problemas, en particular aquellos que permitirían pasar a conversaciones sobre una reglamento final», explicó un dirigente de la OLP, Yasser Abed Rabbo.
Acciones como la del viceprimer ministro israelí, Eli Yishai, que ayer acudió a la colocación de la primera piedra de un edificio en una colonia en Cisjordania pueden bloquear el reinicio de las conversaciones.
La ONG turca IHH rechazó ayer las conclusiones de la investigación sobre el ataque mortal que Israel llevó a cabo contra la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza, considerando que «sólo valen para tirarlas a la basura».
El Ejército israelí hizo públicos la semana pasada los resultados de una investigación interna sobre el abordaje que llevó a cabo en mayo provocando al menos nueve muertos. En este sentido, reconoce que hubo errores durante la planificación y la ejecución del ataque, pero justifica el recurso a la fuerza.
Estas conclusiones «no cuestionan a ningún soldado que mató a los nueve militantes», subrayó en un comunicado IHH, uno de los organizadores de la flotilla que el 31 de mayo intentó romper el bloque al que Israel somete a Gaza.
«Las conclusiones afirman que los pasajeros abrieron fuego contra los soldados. No sólo no había armas a bordo del `Mavi Marmara’, sino que las armas que se tomaron a los soldados israelíes durante el asalto fueron arrojadas por la borda», añade el texto de IHH.
«Los soldados israelíes no sólo mataron a los militantes que actuaron en legítima defensa, sino también a Cevdet Kiliclar, que tomaba fotos, y a Furkan Dogan, que grababa lo que sucedía», según IHH.
«En resumen, pensamos que las conclusiones de esta investigación tienen que arrojarse a la basura», afirma la ONG.
El martes, el ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, insistió en reclamar la creación de una comisión de investigación internacional.